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En estas fechas navideñas cada vez más gente participa en el amigo invisible, una tradición en la que cada grupo pone sus reglas para hacer un regalo. La búsqueda no siempre es fácil, según quien nos toque, puede ser un auténtico quebradero de cabeza. Cada grupo consensua el precio e incluso algunos, concretan el tipo de regalo. A la hora de entregarlo también se puede plantear como un juego, las redes se llenan de ideas estos días en torno a esta tradición. Mientras en las tiendas aprovechan el tirón y los dependientes se convierten en una especie de prescriptores.

Hay personas a las que las Navidades les molestan. Se les llama los Grinch, nombre proveniente del personaje de ficción que un día robó la Navidad. A ellos no les gusta ni comprar lotería, ni recibir regalos, ni ir a mercadillos navideños. Estas personas esgrimen razones como que odian las aglomeraciones, les supone un estrés comprar regalos o que consideran que los obsequios se dan por compromiso.

FOTO: ANDY LYONS / GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Otro clásico de estas fechas es el Sorteo de Lotería de Navidad, solo quedan 5 días y seguro que muchos ya tienen su décimo a buen recaudo. Puede que alguno sea compartido y lo hayan comprado con familia, amigos o compañeros de trabajo. En las Tardes de RNE, Leticia Grande, abogada especializada en litigios de consumo, advierte que apalabrar la compra conjunta del décimo, no es prueba suficiente de la propiedad del mismo, esto también sucede con enviar una foto. Por ello, la experta para evitar conflictos recomienda que se haga una lista con los datos, se envíe a través de correo electrónico o se haga una fotocopia del mismo. Escúchalo en RNE Audio.

Informa Remedios Cano

Llega la Navidad y casi todo el mundo lleva un décimo o, al menos, una participación para el sorteo, incluso aquellos que son reticentes a jugar porque, ¿y si toca en el trabajo? ¿o en el bar en el que desayunamos cada día? Muchas personas compran décimos por el miedo a que toque y ser el único sin premio, es decir, uno de los motivos para comprar ese último décimo es la envidia.

Las tradiciones navideñas son muy diversas en cada una de las comunidades autónomas y una de ellas es la llegada del Olentzero. En el País Vasco cada 25 de diciembre llega este personaje mítico para traer regalos a los niños y niñas como recordaban en distintos reportajes de los años sesenta y ochenta.

May, propietario de una tienda de Madrid, le regaló una participación de la Lotería de Navidad a su empleada Katia. El 88.088 no le gustaba y lo intentó cambiar, pero fue el número agraciado con el primer premio de la Lotería de Navidad, con lo que May pude prejubilarse y traspasarle la tienda a Katia. También supuso un gran cambio para una protectora de animales de A Coruña, donde ganaron cerca de un millón de euros. En un bar de Madrid también llovieron los millones. Hoy siguen atendiendo a sus clientes. "Para no caer en la estadística de los que se arruinan, yo sigo trabajando como siempre", ha dicho el dueño del establecimiento, Alberto Serrano.

Foto: Getty Images