Al menos 26 personas han muerto y otras seis continúan desaparecidas por las riadas y avalanchas de tierra que ha causado el tifón "Nanmadol" en el norte de Filipinas.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la última víctima es un joven de 17 años aplastado por un desprendimiento de tierra, mientras que seis pescadores que habían desaparecido han sido rescatados. La mayoría de las víctimas fallecieron ahogadas en las riadas, sepultadas bajo avalanchas de tierra o golpeadas por árboles y postes derribados por el vendaval.