La ONU inicia una investigación por posibles abusos contra los derechos humanos en Gaza
- Durante los 11 días de tensión, 246 palestinos y 12 israelíes murieron
- La ONU también investigará sobre las "causas fundamentales" de las tensiones
En los barrios de Gaza, como el de Beit Hanun en el norte del enclave, es difícil encontrar una vivienda que no haya sido destruida por los bombardeos. En total 18.000 viviendas han sido bombardeadas, 800.000 personas se encuentran sin agua potable y el 60% de la red eléctrica ha quedado destruida. El Ejército israelí asegura que sus objetivos siempre fueron los líderes y las infraestructuras de Hamás y la Yihad Islámica, pero muchos en Gaza piensan que han destruido a propósito factorías, comercios y carreteras.
FOTO: Emmanuel DUNAND / AFP
Después del último conflicto con Israel y tras once días de violencia en lo que murieron 243 palestinos, entre ellos 66 niños, los bombardeos han dejado miles de casas destruidas, 800.000 personas sin agua potable, 50 colegios dañados y el 60% del tendido eléctrico destruido.
La tregua entre Israel y Hamás entra en su tercer día sin que ninguna de las partes haya denunciado violaciones. Israel abre desde este domingo sus fronteras al turismo internacional, en principio de forma limitada a pequeños grupos, aunque se espera una llegada significativa de visitantes hasta julio.
Las imágenes de satélite de antes y después de los bombardeos revelan el alcance del daño en la ciudad Gaza. Se calcula que hay 450 edificios destruidos y 17.000 viviendas dañadas. Mientras, en Jerusalén Este se han vuelto a producir incidentes entre policía israelí y manifestantes palestinos.
Los palestinos siguen celebrando la entrada en vigor del alto el fuego, tras 11 días de bombardeos israelíes. La ayuda humanitaria ha comenzado a llegar al territorio y la comunidad internacional se prepra para acometer la reconstrucción. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que la única solución al conflicto, es el establecimiento de dos Estados independientes.
FOTO: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca. Erin Scott / EFE / EPA.
Entrevistamos a Raquel Martí, directora ejecutiva de ACNUR España, que nos cuenta como ha transcurrido en Gaza el primer día de la tregua entre Israel y las milicias palestinas. Habla de una situación sanitaria muy preocupante, y de daños importantes en las infraestructuras, el acceso al agua y a la red eléctrica.
Por primera vez en 12 días, Gaza amanece en calma sin el estruendo de los bombardeos. Aunque ahora toca reconstruir lo destruido: más de 800 edificios, casas, escuelas, carreteras, infraestructuras… También dar asistencia a más de 60.000 desplazados internos.
Anoche algunos en Gaza, también en Cisjordania y Jerusalén Este celebraban lo que consideran una victoria sobre Israel tras declararse el alto el fuego.
Foto: AFP
Diez días de bombardeos han dejado a los dos millones de gazatíes sin acceso a alimentos, medicinas y combustible, con tres horas de electricidad al día y mucho miedo. La directora de UNRWA en España, Raquel Martí, asegura que cuando caen las bombas en Gaza, la gente no tiene dónde refugiarse ni esconderse. La ONU ha pedido que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja. Falta comida para los 57.000 palestinos refugiados en las escuelas de Naciones Unidas y en las casas.
FOTO: MAHMUD HAMS / AFP
El Ejército israelí ha vuelto a bombardear Gaza a primera hora de este jueves, desoyendo los llamamientos internacionales a una tregua con Hamás.
Hasta el momento, el conflicto se ha cobrado la vida de 230 personas, de ellas 65 niños, y 1.710 heridos según el Ministerio de Sanidad de Gaza. En Israel han muerto 12 personas, entre ellas dos menores, y hay más de 300 heridos.
Los bombardeos han empeorado la crisis humanitaria en Gaza, que sufre el bloqueo desde 2007: cerca de 450 edificios se han derrumbado o están muy dañados, incluyendo seis hospitales y el principal centro para el tratamiento y la vacunación contra el coronavirus.
Un portavoz de Hamás ha afirmado que el cese el fuego podría estar cerca, en un día o dos. Pero el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha insistido en que Israel continuará atacando a Gaza hasta "lograr su objetivo de devolver la tranquilidad y la seguridad" a sus ciudadanos, a pesar de las peticiones de su principal aliado, Estados Unidos, para una "desescalada significativa".
El ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, ha visitado la zona mientras el enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, se encuentra en Catar para encontrarse con el líder de Hamás, Ismail Haniye.
Foto: Daños de los bombardeos israelíes en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de la franja de Gaza. EFE/EPA/HAITHAM IMAD
El Ejército israelí ha vuelto a bombardear Gaza a primera hora de este jueves, desoyendo los llamamientos internacionales a un alto el fuego con Hamás.
Han sido al menos una docena de bombas las que han caído sobre la franja. Según el Ejército israelí, entre los objetivos alcanzados se encuentran lugares de producción y almacenamiento de armas y las residencias de varios comandantes de Hamás. Sin embargo, en un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados y poblado por 2 millones de personas, la principal perjudicada es siempre la población civil.
Por su parte, las milicias en Gaza han llevado a cabo solo dos tandas de lanzamientos de cohetes desde la medianoche, una cifra muy inferior al promedio en los once días que dura ya la escalada bélica asimétrica (la potencia de fuego israelí es incomparablemente superior a la de las milicias).
Hasta el momento, el conflicto se ha cobrado la vida de 228 personas en Gaza, incluyendo 64 niños, y más de 1.600 heridos. En Israel han muerto 12 personas, entre ellas dos menores, y hay más de 300 heridos.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha insistido en que Israel continuará atacando a Gaza hasta "lograr su objetivo de devolver la tranquilidad y la seguridad" a sus ciudadanos, a pesar de las peticiones de su principal aliado, Estados Unidos, para una "desescalada significativa".
Foto: daños de los bombardeos israelíes en Gaza, REUTERS/Mohammed Salem