Los buques arrastreros son de las embarcaciones de pesca que más gasóleo consumen. Cargados con 2.000 litros, consumen algo más de la mitad cada una de las jornadas, que se alargan entre diez y doce horas. La mayoría del tiempo navegan a poco más de 5 km/h arrastrando una red de 90 metros de largo que cuelga a cientos de metros de distancia y de profundidad. El consumo de combustible en esta parte de la travesía supera al de la ida y la vuelta, cuando triplica la velocidad. De esta forma, la factura del carburante asciende a más de 3.500 euros cada semana.
A pesar de que el gasóleo está el doble de caro y los márgenes de ganancia están casi a la mitad que hace un año, el coste no puede repercutir en el precio del pescado en la tradicional subasta a la baja de la lonja.
También se ha quintuplicado a casi 20 euros la colmena el coste medio de alimentación. La misma sensación tienen muchos ganaderos. La invasión rusa de Ucrania, el considerado 'granero de Europa', ha disparado a la vez el precio de los cereales y eso ha golpeado de lleno a los ganaderos.