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El ejercito israelí ha entrado con sus tanques al lado palestino del paso de Ráfah, donde ha retirado la bandera palestina y ha izado la israelí. El enclave es el último refugio para 1,5 millones de palestinos desplazados a los que ya solo les queda la opción planteada por Israel, huir hacia la zona costera de Al Muwasi. 

La toma parcial de la parte este de Ráfah llega después de una noche de intensos bombardeos que han dejado al menos 23 palestinos muertos. Israel ha asegurado que se trata de una operación "limitada y precisa" contra Hamás. Aunque según algunos desplazados entre los muertos hay varios niños.

Esta nueva oleada de ataques contra Ráfah se produce mientras continúan las conversaciones para llegar a una tregua con la mediación de Catar y Egipto. Hamás ha aceptado una propuesta; Israel, por su parte, ha dicho que la estudiará, pero hay partes de este acuerdo de alto el fuego con las que no están de acuerdo. Más de 34.600 palestinos han muerto en el conflicto desde el pasado 7 de octubre. 

Un equipo del Telediario se desplaza a la Universidad de Washington para seguir a un grupo de estudiantes propalestinos, entre ellos judíos, que ha acampado para pedir al presidente Joe Biden que deje de enviar armas a Israel. Las protestas en los campus han puesto al mandatario estadounidense contra las cuerdas en pleno año electoral, aunque él se presenta a sí mismo como un hombre capaz de unir y calmar al país.

Foto: EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Israel ha tomado el control del paso de Ráfah y ahora domina todas las salidas y entradas de Gaza. Sólo hay siete pasos fronterizos y seis de ellos conducen directamente a Israel. El de Ráfah es el único que comunica con el exterior, con Egipto. Ahora, la Franja es más que nunca una cárcel a cielo abierto. Desde la ONU, advierten de que la situación humanitaria se va a agravar aún más.

Foto: Israel Defense Forces/Handout via REUTERS

Esta madrugada ha sido muy complicada para Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Al menos 18 gazatíes han muerto en la primera noche de bombardeos continuos sobre la zona. El Ejército de Israel ha tomado el control del paso fronterizo de Rafah. Tel Aviv prosigue su ofensiva sobre ese enclave en el que se refugian cientos de miles de palestinos, apenas unas horas después de que Hamás aceptase una propuesta de un alto el fuego que el Gobierno de Netanyahu está estudiando. En Las mañanas de RNE, Raquel Martí, directora ejecutiva de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en España, ha asegurado que permanecerán en Gaza: "UNRWA y Naciones Unidas no se van a marchar y seguirán prestando su ayuda a la población hasta que sea inevitable".

Del mismo modo, ha expresado su preocupación por los bombardeos de esta madrugada en Rafah: "Las zonas que Israel ha asignado como zonas humanitarias, en otras ocasiones han sido también atacadas, con lo cual realmente no tienen la confianza de que si se marchan de allí puedan encontrar un lugar donde están seguros".

La directora ejecutiva de la UNRWA en España ha querido resaltar la dura situación de la zona que sufren los gazatíes: "En Rafah hay casi un millón y medio de personas, de las cuales, 600.000 son niños. Viven en condiciones de hacinamiento sin servicios. No hay agua ni comida para todos". Asimismo, ha explicado que la situación es cada vez menos insostenible para la población civil y que es "necesario un alto al fuego definitivo ya".

Israel ha ordenado este lunes la evacuación de Ráfah ante una inminente ofensiva sobre esa ciudad del sur de Gaza. Horas después, Hamás ha aceptado un acuerdo de tregua mediada por Egipto y Catar que ahora tiene que ser estudiada por Israel. En el sur de la Franja, los palestinos no han tardado en celebrar el anuncio en las calles, aunque el Gobierno de Netanyahu ha garantizado que no cesarán los ataques hasta que transmita una respuesta.

Foto: Abed Rahim Khatib/dpa

Las tropas israelíes han intensificado los movimientos en los últimos días sobre el norte de Gaza, cerca del paso de Ráfah, que hace frontera con Egipto. Ante esta tesitura, muchos de los gazatíes que habían huido a esta zona para refugiarse de los bombardeos de Israel temen una ofensiva por parte del ejército de Benjamin Netanyahu. Más de la mitad de los 2,3 millones de residentes de Gaza están ahora sin hogar y hacinados en Ráfah.

El Ejército israelí ha ordenado la evacuación a unos 100.000 palestinos desplazados en campamentos en la ciudad de Ráfah, en el sur de Gaza. No hay confirmación oficial, pero todo parece indicar que la invasión terrestre prometida por el Gobierno de Netanyahu podría ser inminente.

Mediante folletos, carteles, mensajes SMS o llamadas telefónicas, se ha pedido a los civiles que se trasladen a lo que Israel califica como "zona humanitaria" en Al Muwasi, cerca de la costa. Alrededor de 1,4 millones de palestinos, más de la mitad de la población de Gaza, están hacinados en la ciudad y sus alrededores.

Israel ha descrito a Rafah como el último bastión importante de Hamás tras siete meses de guerra. De hecho, es la única ciudad grande de la franja de Gaza en la que aún no han entrado sus tropas. Sus líderes han repetido en múltiples ocasiones que la invasión terrestre es "necesaria" para derrotar al grupo islámico.

Las fuerzas israelíes anuncian la invasión de Ráfah. Todo parece indicar que será inminente. El Ejército israelí ha ordenado la evacuación de esta ciudad al este. Ha difundido un mapa en el que se indica la ruta a seguir para llegar hasta la zona humanitaria de Al Mawasi, que, según Israel, ha sido ampliada con hospitales de campaña, tiendas para los desplazados y más ayuda humanitaria.

Israel afirma que perseguirá a Hamás por todos los rincones de Gaza hasta que los rehenes vuelvan a casa.

FOTO:  REUTERS/Hatem Khaled

El ejército hebreo ha instado a los gazatíes a una evacuación temporal ante una posible ofensiva inminente israelí en Rafáh. Si se produce esta ofensiva podría disparar aún más la tensión en los campus universitarios de Estados Unidos y Francia, donde continúan las concentraciones de estudiantes. En París, los universitarios siguen con las movilizaciones a pesar de los desalojos y de los intentos del Gobierno por frenar el movimiento. En las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso, Arantxa González Laya, decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de París, ha explicado que el mensaje que desean transmitir estos estudiantes es el fin de la guerra en Gaza: "Quieren la paz en una región atormentada por la guerra, donde hay todavía docenas de rehenes en manos de Hamás y donde ha habido miles de personas asesinadas, muchas de ellas mujeres y niños. Ellos lo que quieren es que acabe este conflicto".

Mañana comienza la temporada de exámenes en la Escuela de Asuntos Internacionales de París, por lo que la decana ha querido resaltar que estas pruebas se realizarán con total normalidad, sin que esto impida que las personas que quieran protestar puedan hacerlo. Todo ello para que las protestas "no interrumpan el cauce normal del funcionamiento de la universidad". Para Arantxa González Laya, esta condena por parte de los estudiantes se caracteriza por dos elementos: la indiferencia y el cinismo. "Ellos no quieren que se instale la indiferencia entre lo que entienden como una violación muy grande de los derechos humanos. Y, por otra parte, el cinismo, son jóvenes y tienen la ilusión de que se puede cambiar el mundo y que se puede dar un cauce de solución a los problemas". 

Tras el ataque de Hamás al paso fronterizo de Kerem Shalom, en el sur de la Franja de Gaza, el ministro de Defensa de Israel ha dicho que el grupo islamista "no tiene intención de llegar a ningún acuerdo con nosotros". Por eso, ha añadido, la ofensiva terrestre sobre Ráfah, podría empezar "muy pronto". Las negociaciones para una posible tregua han vuelto a complicarse en El Cairo en un día en el que Hamás ha lanzado proyectiles contra el paso fronterizo de Kerem Shalom, dejando varias víctimas. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sido tajante en su rechazo a poner fin a la guerra a cambio de liberar a los rehenes israelíes, como pide Hamás: "Poner fin a la guerra dejaría a Hamás en el poder. No podemos aceptar eso".

Foto: Un tanque israelí cerca de la frontera con Gaza (AP Photo/Tsafrir Abayov)

Israel ha decidido cerrar el canal catarí Al Jazeera en el país. En el informativo '24 Horas Fin de semana' hablamos con Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros Sin Fronteras, y con Laura Alonso, corresponsal en Jerusalén. Ambos consideran que forma parte de una maniobra para "dejar a oscuras" aún más lo que está ocurriendo en Gaza. "Es un aviso a navegantes, lo que se trata es acallar y silenciar a los demás medios", asegura Bauluz. "La puerta está abierta a que una interpretación del primer ministro rescinda la actividad de otro medio o cierre oficinas o las credenciales", añade Laura Alonso, que explica cómo el trabajo de los periodistas en Israel "se ha complicado sensiblemente" en estos meses.