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Una escuela de Gaza vuelve a ser bombardeada por fuerzas israelíes, esta vez en Nusseirat, en el centro de Gaza. El lugar acogía a unos 12.000 desplazados por la guerra, y más de una veintena de personas han muerto, la mayoría mujeres y niños. Entre los muertos se encuentran seis trabajadores de la agencia de la ONU para los refugiados (UNRWA). Es la quinta vez que soldados israelíes bombardean el mismo edificio, con el último bombardeo el pasado 6 de julio, provocando la muerte de 16 palestinos. Por su parte, el Ejército israelí asegura que ha sido un ataque contra miembros de Hamás, pero sin mencionar a las víctimas civiles. 

En Oriente Próximo, con las conversaciones para una tregua completamente estancadas, este miércoles se ha producido un nuevo bombardeo de Israel contra una escuela de la ONU para los refugiados palestinos de Nuseirat, en el centro de Gaza. Hay 18 muertos y cerca de 20 heridos. Además, al menos 47 personas han muerto en total en ataques israelíes en diferentes puntos de la Franja a lo largo de la pasada noche del martes y este miércoles, según los servicios de rescate de la Defensa Civil del enclave.

Foto: EYAD BABA / AFP

El ataque ha ocurrido de madrugada en Al Mawasi, en el suroeste de Gaza, mientras decenas de desplazados palestinos dormían en sus tiendas de campaña. En la zona, designada como "segura" por Israel, los supervivientes indicaron que cayeron cinco misiles y que familias enteras quedaron sepultadas bajo tierra. Más de dos millones de gazatíes han sido desplazados de sus hogares desde el inicio de la guerra. Algunos hasta diez veces. Esto ha ocurrido en una zona designada por Israel como humanitaria y supuestamente segura. Por su parte, Israel dice, sin presentar pruebas, que en ese lugar se escondían terroristas de Hamás, algo que la organización islamista ha negado. 

Más de 40 personas han muerto y al menos 60 están heridas por el último gran bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza. En esta ocasión, sobre una zona humanitaria en el sur, en Jan Yunis, donde se refugiaban cientos de desplazados. 

Al menos cuatro misiles han caído en el campamento gazatí de Al Mawasi. Familias enteras bajo montañas de arena y tiendas de campaña incendiadas y las víctimas superan el centenar, entre heridos y fallecidos. El enclave es una zona humanitaria donde vivían hacinados miles de desplazados. Aparentemente, un espacio libre de bombas. 

Según Israel, su objetivo era un centro de mando de Hamás, matar a terroristas camuflados entre los civiles, aunque el grupo islamista niega estar presente en este campamento y los propios residentes mantienen lo mismo.

Una zona que, pese a su condición de humanitaria, ya fue atacada por Israel en julio. Entonces murieron 90 personas. Ahora, se repiten allí esas escenas de drama y barbarie.

FOTO: Bashar TALEB / AFP

En Gaza, no habrá este año curso escolar. Los colegios están destruidos por las bombas o se han convertido en refugios y más de medio millón de estudiantes vuelven a quedarse sin clase. Israa Abu Mustafa es una profesora palestina que camina cada día entre ruinas hasta llegar a una tienda de campaña donde ha improvisado una pequeña escuela. Quiere dar un poco de consuelo a los niños a través del aprendizaje. Empezó reuniendo a un puñado de niños y ahora son más de 200 en esta escuela improvisada en Al Mawasi, donde se refugian miles de familias desplazadas. 

Foto: TVE

Este lunes ha comenzado oficialmente el nuevo curso escolar en los territorios palestinos, con todas las escuelas de Gaza cerradas tras 11 meses de guerra y sin señales de alto el fuego.

Ante la falta de infraestructuras, se están organizando escuelas de campaña en los campos de refugiados para que los niños, de todas las edades escolares, puedan encontrar un poco de distracción en el aprendizaje.

"Nos falta material escolar y libros", denuncia una maestra en Gaza, quien añade que, "la mayoría de estudiantes los ha quemado para cocinar" y explica ya es el "segundo año escolar en el que los estudiantes se han visto privados de la educación más básica".

Foto: Omar AL-QATTAA / AFP

Al menos tres israelíes ha muerto en un tiroteo en el paso de Allenby, en la frontera entre Jordania y Cisjordania ocupada, según ha informado autoridades israelíes. El atacante ha sido abatido en el lugar de los hechos, ha indicado el Ejército del país sin dar detalles sobre la identidad del atacante, al que califica de "terrorista". Foto: REUTERS/Ammar Awad

Cuando se cumplen once meses de guerra en Gaza, la cifra de muertos no deja de subir y se acerca ya a los 41.000. Mientras, sigue la violencia en la Cisjordania ocupada. Además, un ataque israelí en el sur del Líbano ha dejado al menos tres fallecidos, según han denunciado las autoridades del país.

Foto: Miembros de las fuerzas de seguridad palestinas llevan el cuerpo de la niña de 13 años fallecida tras ser alcanzada por una bala perdida del ejército israelí (JAAFAR ASHTIYEH/AFP)

EE.UU. ha pedido una investigación por la muerte de la activista estadounidense de origen turco Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, este viernes cerca de Nablus. La mujer, que trabajaba como voluntaria en el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM, sus siglas en inglés), recibió un disparo de las fuerzas israelíes mientras participaba en la marcha semanal pacífica en la aldea de Beta contra la expansión de los asentamientos. Foto: Courtesy of the Eygi family/International Solidarity Movement via AP.

El largo asedio israelí en ciudades como Yenín deja un paisaje desolador. Los vecinos han tenido que esperar a que salieran los soldados para enterrar los cuerpos que aún estaban en la morgue. Una multitud ha despedido esta mañana a varios milicianos, en un funeral cargado de tensión, entre ráfagas de disparos y gritos contra la ocupación. 

En las calles, los daños de esta larga ofensiva israelí son evidentes. El Ejército ha destruido vías y carreteras y ha dejado a buena parte de la población sin luz y sin agua.

Samy cuenta que los soldados le obligaron a salir y a llevarse a su familia, entre ellos a su madre de 85 años. Luego arrojaron una granada incendiaria. Nadie le ha dado ninguna explicación y no sabe cómo reparar todo. Trabaja en el ayuntamiento pero no le pagan desde hace 8 meses.

Durante la ofensiva israelí, la población ha permanecido confinada en sus casas, aterrorizada, escuchando disparos y explosiones. 

Los soldados también entraron en casa de Mahmud y se lo llevaron detenido. Ha estado esposado cuatro días en una base militar, privándole de comida y del sueño, dice. Se han llevado a dos de sus hermanos detenidos. Sin cargos. 

El Ejército israelí asegura que ha eliminado a terroristas y se ha incautado de armamento. El ministro de Defensa dice que "solo han cortado el césped y que volverán para arrancar las raíces". 

FOTO: Mohammed Turabi/IMAGESLIVE via ZUMA Press Wire/dpa

Gaza sufre, con esta guerra, una de las peores crisis alimentaria del mundo. Medio millón de personas sufren una carencia extrema de comida por el bloqueo israelí. La escasez ha hecho explotar los precios de lo más básico. Un huevo en Gaza cuesta lo que, en España, se paga por una docena.

Un litro de aceite de oliva, trece euros; un kilo de arroz, más de siete; un huevo, casi tres. 

"Los precios son increíbles", describe Abu Issam. Los ajos y las guindillas cuestan diez veces más que antes de la invasión israelí. Y las patatas, aún peor: 100 veces más. Una patata: 12 euros. 

La escasez de alimentos frescos no se compensa con latas.

"Estamos hartos de la comida enlatada, nos han enfermado", se queja Abu Anwar, que sueña con las uvas que cultivaba en su huerto ahora destruido.

"No hay verduras porque nos impiden tenerlas", explica Issam, "nos combaten en la comida y en la bebida".

La ayuda humanitaria sufre bloqueos y ataques directos. El Programa Mundial de Alimentos suspendió el reparto de comida la semana pasada por el acoso israelí a su personal y vehículos.

Expertos de la ONU denuncian que Israel está deliberadamente matando de hambre a los palestinos, lo que sería un crimen de guerra y genocidio. Israel acusa a la ONU de hacerle el juego a Hamás.

La hambruna ya se ha extendido por toda la franja, según la FAO. Medio millón de personas, casi uno de cada cuatro gazatíes, apenas tiene nada que comer cada día.

Sufre, sobre todo, embarazadas, recién nacidos y menores. Hay decenas de muertos, como Lina Sheikh Khalil. El hambre acabó con su vida de cuatro años.

FOTO:Bashar TALEB / AFP