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Escalada en todos los frentes. En el exterior, libanés, donde ya se comienza a hablar de la tercera Guerra de Líbano, después de la invasión del año 1982 y de la gran operación de 2006. Esta es sin precedentes también tanto por el número de víctimas como por la intensidad de los bombardeos. Y en el frente interno, en Gaza y Cisjordania, continuan las operaciones de castigo.

Israel ha lanzado este lunes una oleada de ataques contra 1.300 objetivos de Hizbulá en Líbano que deja al menos 492 muertos (incluidos 35 niños y 58 mujeres) y 1.645 heridos, en la jornada más mortífera del país desde el final de su guerra civil en 1990.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha apelado este lunes a la esperanza para lograr "un futuro de paz, justicia y prosperidad" en plena escalada de la tensión en Oriente Próximo y ante la existencia de otros conflictos como la guerra en Ucrania. Sánchez ha hecho esa llamada a la esperanza en su intervención ante la Cumbre del Futuro de la ONU, un evento organizado de forma previa a la apertura del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

FOTO: Omar AL-QATTAA / AFP

La oleada de bombardeos ha comenzado a primera hora de la mañana. Decenas de ataques intensos en el sur y el este de Líbano. Poco antes, Israel había enviado miles de mensajes a la población, para que abandonara sus casas. Y ha comenzado el éxodo: decenas de miles de familias, han dejado atrás sus vidas, y han salido huyendo de ese infierno. 

La carretera de entrada a Beirut, la capital, se ha inundado de vehículos, de familias que quieren ponerse a salvo. Israel dice que atacado más de 1.300 objetivos de Hizbulá, pero las autoridades libanesas denuncia que han matado a civiles (más de 300), entre ellos muchos niños y sanitarios. 

Desde Israel, Benjamín Netanyahu dice que ya advirtió que iban a cambiar el equilibrio de poder en el norte y asegura que este no es el final de la historia.

Foto: REUTERS/Aziz Taher

"Los cedros del Líbano florecen en septiembre. Días antes de que detonaran los buscapersonas, habían eclosionado los conos masculinos. Y, ahora, si las bombas de Israel y los cohetes de Hizbulá no les cortan la savia, abrirán los femeninos". Conocemos la 'cara B' de la semana en '24 Horas Fin de semana' con Juan Carlos Soriano.

Israel intensifica la ofensiva después de que esta madrugada los cohetes de Hizbulá hayan alcanzado la ciudad fronteriza de Haifa. Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámico de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que Israel está lanzando un mensaje muy claro de que puede escalar el conflicto. "Netanyahu quiere ganar tiempo para reconstruir la fortaleza de su coalición electoral y abrir cortinas de humo para que la atención mediática no se centre en la catástrofe humanitaria de Gaza". Sin embargo, Álvarez-Ossorio considera que "cualquier error de cálculo puede dar lugar a un punto de no retorno: una respuesta masiva de Hizbulá o la involucración de Irán". A pesar de las amenazas y la escalada verbal por parte de altos cargos israelíes, que no invitan al optimismo, el catedrático no sabe si esto conllevará una guerra total.

Con gritos como Muerte a Israel, cientos de seguidores de Hezbollah han asistido a los funerales por los líderes de la milicia asesinados ayer en un ataque israelí. Hezbollah ha confirmado la muerte de al menos 16 de sus miembros, dos de ellos altos cargos de la organización. Miembros de la milicia y seguidores han llevado a hombros, junto a sus fotografías, los cuerpos de quienes consideran sus mártires.

FOTO: AFP 

Es la nueva fase de la guerra anunciada por el Ejército israelí: de Gaza al Líbano como frente principal, donde se ha intensificado el intercambio de fuego en las últimas horas.

Con el lanzamiento por parte de Hizbulá de oleadas de cohetes al norte de Israel, la mayoría interceptados por las defensas antiáreas. Algunos de sus objetivos han sido bases militares israelíes.

Desde ellas, el Ejército hebreo ha bombardeado posiciones de la milicia proiraní en el sur del Líbano, donde están buena parte de sus lanzaderas de cohetes. El objetivo es destruir al máximo sus capacidades ofensivas, pero también eliminar a sus líderes. De ahí este ataque en el sur de Beirut, uno de los bastiones de Hizbulá. El Ejército israelí asegura que ha matado a Ibrahim Aqil, jefe de unidades especiales de la milicia. Un bombardeo que ha sembrado el pánico en la capital libanesa.

"Unos dicen que habrá guerra y otros que no, pero en realidad llevamos mucho tiempo en guerra", asegura Kassem. "No queremos otra guerra", añade Adel, "ya tuvimos bastante miseria con la guerra civil y las otras con Israel". Porque esta escalada llega cuando el Líbano atraviesa la peor crisis económica en décadas. Un país en caída libre que vuelve a asomarse al abismo.

Estamos ante los ataques más intensos en casi un año. El Gobierno israelí asegura que su objetivo final es recuperar la normalidad en su frontera norte para que vuelvan los 60.000 israelíes evacuados cuando empezaron las hostilidades. Hizbulá le recuerda que solo parará los ataques si pone fin a la guerra en Gaza. 

Foto: AP Photo/Hassan Ammar