A propuesta de Estados Unidos, Israel quiere extender la primera fase de la tregua y exige la liberación de la mitad de los rehenes que siguen en la Franja. Hamás se niega a romper lo pactado. Israel ha respondido suspendiendo la entrada de ayuda a Gaza.
El Ejército israelí ha reconocido su "fracaso total" a la hora de evitar los ataques del 7 de octubre de 2023. Reconoce que durante años subestimó las capacidades militares de Hamás, en una investigación interna que analiza todos los fallos de las fuerzas israelíes en su misión de proteger a los civiles israelíes.
Sobre el futuro de Gaza, donde la guerra posterior a los atentados de Hamás ha causado más de 48.300 de muertos, ha hablado el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, quien quiere implementar el plan de Trump para el futuro de la Franja, que aboga por el desplazamiento de toda su población para crear un resort turístico. Para ello crea un departamento para facilitar la "emigración voluntaria" de gazatíes.
La primera fase del alto el fuego expira este fin de semana, mientras las partes negocian en El Cairo para mantenerlo. Israel quiere extender el marco de la primera fase, pero Hamás apuesta por empezar ya las discusiones de la segunda.
Un palestino ha arrollado a 14 personas que esperaban el autobús en el cruce de Karkuc, localidad en el norte de Israel. El autor del ataque, originario de Yenín, al norte de Cisjordania, ha muerto abatido por la Policía. Entre los 14 heridos se encuentra una joven de 17 años en estado crítico. Hamás dice que este ataque, que la Policía israelí investigan como atentado terrorista, es la respuesta a los crímenes de Israel en Cisjordania.
Mientras, la población en Gaza mira con inquietud el fin de la primera fase de alto el fuego y teme que puedan volver los ataques.
Hamás ha entregado los cuerpos de cuatro rehenes en la madrugada de este jueves a la Cruz Roja y sin ceremonias, como había acordado con Israel, a cambio de la excarcelación de 643 presos palestinos, la mayoría de ellos devueltos a la Franja de Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, canceló la liberación el pasado sábado en represalia por las ceremonias propagandísticas "humillantes" que los islamistas celebran dentro de la Franja de Gaza antes de devolver a los cautivos, incluso en el caso de los cuerpos.
Las autoridades israelíes han confirmado que los cuerpos entregados por Israel corresponden a Itzik Elgarat, de 70 años; Ohad Yahalomi, de 50; Shlomo Mansur, de 85; y Tsahi Idan, de 50 años. Se trata del último canje de la primera fase del acuerdo, que expira este fin de semana. Netanyahu ha ordenado a su equipo negociador viajar a El Cairo para continuar las negociaciones y extender el alto el fuego, aunque las discusiones para la segunda fase está aún atascadas.
Hamás podría entregar los cuerpos de cuatro rehenes —los que quedan entre los 33 previstos en la primera fase del alto el fuego— en las próximas horas si Israel accede a excarcelar a los 602 presos palestinos que debería haber liberado el pasado sábado. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó paralizar las liberaciones en represalia por las ceremonias propagandísticas y "humillantes" que Hamás realiza en Gaza antes de entregar a los secuestrados a la Cruz Roja.
Mientras tanto, Israel prosigue su ofensiva militar a gran escala en Cisjordania, donde sus tanques entraron este fin de semana en Yenín por primera vez en veinte años. Y en Gaza, al menos seis bebés han muerto a causa de la inusual ola de frío que azota el enclave, donde la mayoría de su población vive desplazada en tiendas de campaña, sin ropa de abrigo, expuestos a las bajas temperaturas.
En dos escenarios diferentes y con actos propagandísticos similares, el grupo islamista Hamás ha puesto en libertad a los últimos seis rehenes que completan esta primera fase de la tregua. A primera hora, liberaba en el sur de Gaza a Tal Shoham y Avera Mengistu, un israelí etíope que llevaba más de una década secuestrado. Poco después, Hamás entregaba a la Cruz Roja en el centro de Gaza a tres jóvenes israelíes, que fueron capturados en el festival de música Nova durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Y una imagen insólita, uno de ellos besa a sus captores. El sexto rehén ha sido entregado de forma privada por ser un árabe-israelí.
En la plaza de los rehenes de Tel Aviv, aplausos. Alegría también entre los familiares que seguían atentos la emisión en directo de las liberaciones. Y emoción entre los amigos de Avera Mengistu, que sufre una enfermedad mental y es un tema humanitario, afirma esta amiga. Ha estado retenido desde 2014 y hoy ha vuelto a abrazar a su familia.
Esta última liberación de rehenes, llega después de días de tensión. El jueves, Hamás identificó de forma errónea un cuerpo que no correspondía a Shiri Bibas, la madre israelí de dos niños secuestrados. El viernes entregó nuevos restos y este sábado el servicio forense de Israel ha confirmado que ese último cuerpo sí es el de la rehén de ascendencia argentina.
El próximo jueves, Hamás debe entregar los últimos cuatro cadáveres en sus manos. Después comenzaría una segunda fase de canjes de rehenes y presos palestinos, pero las negociaciones apenas han comenzado.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha amenazado a Hamás con represalias por no haber entregado el cuerpo de Shiri Bibas, uno de los rehenes cuyos cadáveres fueron devueltos a Israel este pasado jueves como parte del acuerdo de tregua en Gaza.
El Ejército israelí confirmó que tres de los cuerpos correspondían a los hijos de Bibas, Ariel y Kfir, y a Oded Lifshitz, de 84 años. Sin embargo, el cuerpo que supuestamente era de Shiri Bibas corresponde, según Israel, al de una mujer desconocida. Los restos tampoco coinciden con las muestras de ADN de ninguno de los rehenes que todavía están en manos de las milicias de Gaza, según Israel, que apunta a que se trata del cadáver de una mujer gazatí.
El grupo islamista ha respondido este viernes que los restos de la rehén israelí Shiri Bibas podrían haberse "mezclado con otros restos humanos entre los escombros", después de que un ataque aéreo israelí impactara en el lugar donde estaba retenida.
Es la última imagen de Shiri Bibas con vida, junto a sus hijos, tras su secuestro un mes antes a manos de Hamás. Y este jueves, el grupo terrorista entregaba a Israel los cuerpos de la madre y los niños, junto al de otro hombre octogenario. Pero hechas las autopsias, el Ejército de Tel Aviv frunce el ceño. El cadáver de Shiri no es suyo, dicen. Ni tampoco de ningún otro de los que quedan secuestrados.
"Hamás pagará por esto", ha amenazado Netanyahu en lo que describe como una cruel y atroz violación del alto el fuego para Gaza, en plena negociación de la segunda fase de la tregua.
Los yihadistas lo reconocen. Explican que los restos de la mujer se podrían haber mezclado con los de otros cadáveres tras un ataque aéreo israelí, aunque las autoridades de Tel Aviv desvelan ahora que los rehenes no murieron en los bombardeos, sino que los mataron los secuestradores.
La ONU critica el acto de entrega de los cuerpos como "cruel, inhumano, denigrante", opinan. Un desfile de cadáveres y una exhibición de ataúdes, sostienen.
Esta escena también pone en peligro la frágil tregua en la franja: tres autobuses calcinados por explosiones simultáneas cerca de Tel Aviv. Vacíos, porque estaban en las cocheras. La policía trata de dilucidar quién está detrás y no descartan que sea un atentado.