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La tensión entre los candidatos a la presidencia de EEUU, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, ha vuelto a sentirse este jueves en una cena benéfica en la que ambos han participado en Nueva York. La tradicional gala suele ser una oportunidad para que los candidatos muestren su cara más ligera, su mejor humor y se burlen de sí mismos. Pero entre Trump y Clinton la tónica general han sido los comentarios ácidos y la descalificación del rival, recibidos en algunos casos con abucheos del distinguido público.

Los candidatos, eso sí, se han dado la mano al menos en una ocasión, ante la mirada del arzobispo de Nueva York, un gesto que evitaron durante el tercer y último debate electoral, celebrado el miércoles. En el cara a cara intercambiaron ataques personales y Trump causó gran polémica por no comprometerse a aceptar el resultado de las urnas.

La tensión entre los candidatos a la presidencia de EEUU, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, ha vuelto a sentirse este jueves en una cena benéfica en la que ambos han participado en Nueva York.

La tradicional gala suele ser una oportunidad para que los candidatos muestren su cara más ligera, su mejor humor y se burlen de sí mismos. Pero entre Trump y Clinton la tónica general han sido los comentarios ácidos y la descalificación del rival, recibidos en algunos casos con abucheos del distinguido público.

Los candidatos, eso sí, se han dado la mano al menos en una ocasión, ante la mirada del arzobispo de Nueva York, un gesto que evitaron durante el tercer y último debate electoral, celebrado el miércoles. En el cara a cara intercambiaron ataques personales y Trump causó gran polémica por no comprometerse a aceptar el resultado de las urnas.

La trilogía de los debates presidenciales en Estados Unidos ha llegado a su fín. Los espectadores han presenciado el final de la entrega desde la Universidad de Nevada, en Las Vegas, en un nuevo cara a cara muy tenso entre los candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Donald Trump. El conflicto existente entre ambos ha llegado a su culmen con los insultos proferidos por Trump hacia la demócrata y con un protagonismo exagerado de la política exterior tratándose de un debate presidencial.

A 20 días de la celebración de las elecciones, Donald Trump ha tratado de deslegitimar el resultado de las elecciones y no se ha comprometido a reconocerlo en caso de que Hillary saliera finalmente como vencedora. El magnate ha afirmado: "Lo veré en su momento, lo dejo en suspenso". Y, es que, Trump ha apuntado varias veces durante las últimas semanas a un posible amaño de las elecciones y a la manipulación de los medios de comunicación en favor de la candidata demócrata. "Los medios son corruptos", ha indicado Trump, que ha añadido que "hay millones de personas registradas para votar, que no deberían poder estarlo". Lo cierto es que todas las encuestas realizadas en los últimos días apuntan a una clara victoria de Clinton sobre el multimillonario, con diferencias que rondan los 7 puntos de diferencia. Asimismo, ha argumentado su afirmación de que las elecciones están amañadas con el hecho de que "Clinton no debería poder presentarse a las elecciones", en clara referencia al caso de los correos. "Por eso digo que esto está amañada", ha concluido.

El último debate presidencial, que han mantenido durante la noche del miércoles (madrugada del jueves en España) los candidatos a las elecciones presidenciales de EEUU, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, ha estado lleno de alusiones personales.

Durante el cara a cara ambos han pasado sin pestañear de las propuestas y la crítica políticas a los ataques personales. En uno de los momentos más tensos, el republicano ha lanzado una frase mientras Clinton defendía la reforma sanitaria de Obama. "Qué mujer tan desagradable", ha dicho Trump.

El candidato republicano, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton, se ha enfrentado este miércoles en un tercer y último debate en el que se han lanzado acusaciones personales y políticas.

El debate ha terminado con el "minuto de oro", en el que ambos candidatos se han podido dirigir a los espectadores para pedir su voto, y que ambos han aprovechado para reiterar sus lemas: "Hacer América grande de nuevo", en el caso de Trump, quien también ha dicho que "hará más" que su rival por afroamericanos y latinos; y el valor de la experiencia y la fiabilidad, en el de Hillary.

El candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, ha asegurado que el presidente sirio, Bachar al Asad, es "más duro y más inteligente" que Hillary Clinton y que Obama. "Pensaban que se iría en dos años", ha recordado Trump, quien ha acusado a Clinton de haber causado el caos de Siria con su apoyo a los rebeldes. "Si ganaran, algo que no va a ocurrir porque ahora están involucrados Rusia e Irán, los rebeldes serían tan malos como Asad", ha dicho. Trump ha reiterado que muchos de los refugiados sirios que llegan a Europa y EEUU pueden ser terroristas.

El candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, no ha querido confirmar si reconocerá o no el resultado de las elecciones en caso de victoria de su rival demócrata Hillary Clinton. "Se lo diré en su momento. Voy a mantener el suspense", respondió el magnate a una pregunta directa del moderador del tercer y último debate presidencial, que tuvo lugar en la noche del miércoles. Trump ha insistido en que la ex secretaria de Estado está descalificada para presentarse por el escándalo de los correos electrónicos y que las elecciones pueden ser irregulares.

El tercer y último debate presidencial entre Donald Trump y Hillary Clinton ha estado lleno, como los anteriores, de ataques personales, y no podía faltar la referencia a la relación de Trump con las mujeres.

El republicano ha vuelto a negar las denuncias de acoso sexual de varias mujeres, y ha asegurado que la campaña de Clinton está detrás de las denuncias. "Es la única manera - ha subrayado - Esas historias son totalmente falsas, ni siquiera le pedí perdón a mi mujer porque no hice nada".

La demócrata ha recordado que las denuncias salieron a la luz tras divulgarse un vídeo de 2005 con comentarios machistas de Trump. "Donald piensa que hablar así a las mujeres le hace un hombre más fuerte y más grande, porque no las ve con dignidad". "Creo que depende de todos nosotros demostrar quiénes somos, qué país queremos ser, qué une a nuestro país", ha añadido.

Este ha sido uno de los intercambios más duros durante el último debate que han mantenido durante la noche del miércoles (madrugada del jueves en España) los candidatos a las elecciones presidenciales de EE.UU., el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.

Trump ha reiterado su propuesta de colaborar con Rusia contra el Estado Islámico y ha vuelto a alabar al presidente ruso, Vladímir Putin, como un líder fuerte, al contrario que Barack Obama, a lo que Clinton ha respondido que el ruso prefiere una "marioneta".

"Nunca un gobierno extranjero había intervenido en nuestras elecciones", ha dicho Clinton, quien ha acusado a la campaña de su rival de beneficiarse del espionaje y las filtraciones supuestamente patrocinadas por Rusia.

La inmigración irregular, gran caballo de batalla de los republicanos, ha estado presente en el último debate presidencial entre Donald Trump y Hillary Clinton.

El magnate ha insistido en la idea que le ha dado más fama: construir un muro con México. "Quiero el muro, tenemos que detener las drogas. Tenemos a hombres malos que se tienen que ir. Cuando la frontera esté segura vamos a tomar una decisión sobre lo demás", ha declarado el magnate, quien ha acusado a su oponente de querer un país "con las fronteras abiertas".

Clinton, por su parte, se ha reafirmado en su propuesta de una reforma migratoria en los primeros cien días de mandato, que impida la deportación de 11 millones de residentes "sin papeles" que viven y trabajan en EEUU.

El derecho al aborto ha sido uno de los temas que han aparecido en el último debate presidencial de EEUU que ha enfrentado a Donald Trump y Hillary Clinton. Trump ha criticado el apoyo de la demócrata a la interrupción del embarazo en los últimos meses de gestación. "Es terrible, en el noveno mes, como dice Hillary, sacar al bebé del vientre de la madre".

Clinton ha acusado a Trump de crear alarmismo, ya que no es habitual que una madre decida abortar en el último mes. "No creo que el Gobierno deba tomar esta decisión", ha dicho, y ha comparado la situación en otros países, donde la interrupción del embarazo no es legal. "Es una decisión que debiera tomar la mujer con su médico y su religión", ha zanjado.