Israel ha acabado con la vida del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, tras un intenso bombardeo sobre Beirut. Nasrala llevaba más de tres décadas al frente de la milicia chií y ha sido el responsable de su expansión política y militar. Durante toda la noche se había especulado mucho sobre su paradero. A primera hora, el Ejército israelí aseguraba que lo había matado e Hizbulá lo ha confirmado hace un par de horas.
Hasán Nasrala, de 64 años, llevaba 32 al frente de Hizbulá. Asumió el cargo cuando Israel mató al primer líder de la organización. Jefe espiritual y militar, suyas son dos operaciones contra las fuerzas israelíes que desembocaron en el fin de la ocupación de su país.
El Ejército israelí ha anunciado la muerte del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y la milicia lo confirma, tras el bombardeo que llevó a cabo el viernes contra la sede central de la milicia, en el sur de Beirut. En el ataque también habría muerto el comandante del Frente Sur de Hizbulá, Ali Karki, y otros comandantes de la milicia.
Nasrala nació en 1960 en una familia modesta de los suburbios de Beirut y llevaba 30 años al frente de la organización política y militar del movimiento chií libanés. Destacó como uno de los líderes de la corriente reformista y sacó a Hizbulá de la clandestinidad para convertirlo en un partido político.
Informan la corresponsal, Laura Alonso, y Beatriz Gajate
La situación en el Líbano entre Israel e Hizbulá está afectando gravemente a los civiles. Uno de los colectivos más vulnerables son los refugiados sirios, que tras la guerra en su país se desplazaron al Líbano, donde están reviviendo las penurias de un conflicto. "Desde el lunes pasado, oímos las bombas continuamente", ha explicado en una entrevista al Canal 24 horas, el hermano Guillermo Moreno de la Asociación Fratelli en Líbano, que ayuda junto con otro grupo internacional en la ciudad de Sidón a los afectados. "Están muy asustados. Viven en chabolas y han acogido a nuevos refugiados sirios que vienen desplazados del sur", ha indicado, ante lo cual ya se están moviendo para proveer camas y productos de ayuda humanitaria. Moreno asegura que, pese a que la situación es crítica, prefieren "quedarse con la gente". El país sigue albergando a aproximadamente 1,5 millones de personas refugiadas sirias y a más de 11.000 refugiadas de otras nacionalidades. Foto: EFE/EPA/YOUSSEF BADAWI
El ejercito israeli acaba de anunciar en un comunicado oficial que el líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, ha muerto, tras el ataque realizado ayer en Beirut, que por el momento dejan 6 muertos y decenas de heridos. Todavía a estas horas se siguen buscando a gente que permanece atrapada entre los escombros del edificio bombardeados.
A última hora de la tarde, Israel ha ejecutado el mayor bombardeo sobre la capital, Beirut, en un ataque contra la sede de Hizbulá que ha derribado seis edificios residenciales. En 24 horas de RNE, Manuel Morato, coronel de artillería retirado y presidente del Instituto de Defensa y Análisis de Políticas de Seguridad ha analizado este ataque: "Desde el punto de vista técnico, el bombardeo fue eficaz y sobre el lugar que se pretendía. Lo cual no quiere decir que lamentablemente no haya daños colaterales".
"La incursión terrestre es peligrosa para las fuerzas atacantes. Acabar con los túneles que ha construido durante tantos años Hizbulá no es nada fácil. Esto es peor que lo de Gaza", ha explicado el coronel de artillería retirado.
También hemos contado con el hermano Guillermo Moreno, misionero de la Asociación Fratelli que se encuentra al sur de Beirut: "Las familias están todo el tiempo en casa, encerrados y oyendo bombas. También han recogido a otros familiares o a otros desplazados". Del mismo modo, nos ha contado como algunos de los refugiados huyen del país: "Algunos de los refugiados sirios sí que quieren volver a su país, alguno sí que puede. Otros no porque son de pueblos que están en la lista negra del Gobierno de Siria". Escucha la entrevista completa en RNE Audio.
El doctor Abdul Nasser, libanés que estudió en Cuba, lidia desde hace días con la mayor oleada de pacientes que recuerda. Primero fueron los heridos por las explosiones de los buscas. Llegaron 400 a la vez y con heridas muy graves. Ahora llegan heridos por los bombardeos israelíes. Muchos de ellos sin brazos, sin piernas y heridos de todas las edades. Nasser ya ha decidido trasladarse a vivir al hospital, al menos, mientras dure el conflicto.
El líder de Hezbolá, era el objetivo declarado de Israel con este bombardeo a las afueras de Beirut. Hay medios locales que aseguran que sigue vivo, pero fuentes de Israel afirman que ha sido eliminado, por lo que hasta el momento no se puede confirmar.
En el ataque ha habido al menos 2 muertos y más de 70 heridos, unas cifras que todavía pueden aumentar. El bombardeo ha derribado seis edificios con numerosos residentes. Se trata del cuarto ataque en una semana en la misma zona.
El conflicto en Oriente Próximo sigue recrudeciéndose. Las bombas israelíes siguen cayendo sobre Líbano y la cifra de víctimas mortales no deja de crecer: ha superado ya las 700, la mayoría de ellas civiles según el Gobierno libanés, que insiste en que muchos de los muertos son mujeres y niños. La intensidad y amplitud de los bombardeos, y ahora también el miedo a una posible invasión terrestre, ha incrementado el éxodo de la población libanesa del sur hacia Beirut.
Francisco José Gan Pampols, teniente General del Ejército de Tierra retirado, cree que la estrategia que está aplicando Israel, de momento, no se parece a la de Gaza porque falta el componente de "acción directa terrestre" y que ahora mismo solo se trata de una campaña aérea contra "una lista de objetivos prefijados que responde a una primera fase". Explica, además, que lo que Israel se propone con estos ataques son tres cosas: "En primer lugar, degradar a Hizbolá todo lo que pueda; en segundo lugar, eliminar selectivamente a sus cuadros de mando, y, en tercer lugar, empujar a Hizbolá al norte del rio Litani".
En cuanto a las palabras de Netanyahu y una posible incursión terrestre en Líbano, Francisco José Gan Pampols considera que las probabilidades de que esto suceda no son altas porque "Israel no tiene todavía en el norte las suficientes fuerzas". Sobre el papel de Irán en este conflicto, insiste en que a Irán "no le interesa una guerra abierta en la zona" y que, por el contrario, podría presionar a Hizbolá para que no aumente su ofensiva: "En caso de una escalada, Israel se verá obligado a escalar sus ataques. Si Israel ataca a Irán, entonces el conflicto se desbordaría regionalmente y estaríamos en otro escenario completamente distinto".