- Calcula que en la Ciudad Autónoma hay unos mil menores no acompañados
- Cree que "se alcanzará la normalidad cuando las personas que entraron de manera irregular sean devueltas"
El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, dice que la ciudad aún sigue “tocada” por las entradas masivas de la semana pasada, “unos 90 inmigrantes por minuto”, pero destaca la reacción rápida que tuvo el Gobierno central, las CCAA y, especialmente, los ciudadanos ceutíes. Vivas calcula que un 30% de las personas que entraron siguen en territorio español. Muchos de ellos son menores. “Ahora mismo Ceuta acoge al 15% de los menores no acompañados de toda España. La desproporción es absoluta y nuestra capacidad limitada”. Pide por eso un esfuerzo para reagrupar a los menores con sus familias, “en beneficio de su interés”. Dice Vivas que se trabaja para que a nadie le falte el sustento vital con la ayuda de instituciones y ciudadanos. Sobre la futura relación con Marruecos, aclara que “Ceuta es España porque lo dice la historia y el derecho. Las pretensiones de Marruecos no son nuevas, pero no tienen futuro. Esperamos tener una buena relación y eso pasa porque esas buenas relaciones se basen en el respeto”. Por último, el presidente de la ciudad apoya que la delegación del Gobierno haya prohibido el acto que quería convocar VOX: “Todos los esfuerzos se deben centrar en recuperar la normalidad. Hay que restablecer la unidad de los ceutíes. La tensión, la crispación y la división, sobran”, ha concluido.
La organización Save the Children trabaja en Ceuta para intentar evaluar qué necesidades tienen los niños que han llegado en la última semana desde Marruecos. Jennifer Zuppiroli, experta en Migraciones de la ONG, dice que estamos ante un gran desafío y que es urgente identificar qué se puede hacer para garantizar sus derechos. En este sentido, aboga por la corresponsabilidad entre las administraciones españolas y europeas para hacer frente a los problemas. “La infancia no puede ser víctima de la descoordinación o la falta de planificación. Se necesitan protocolos de actuación”, ha dicho en RNE. Dice que los menores tienen miedo a las instituciones y que eso constituye un gran peligro: “No queremos niños escondidos y que eviten entrar en contacto con las instituciones quedándose en un gran riesgo. Todo esto es la consecuencia de la falta de información y la arbitrariedad”. Espera Zuppiroli que en las próximas horas se haga una buena identificación de las necesidades y se coordine la respuesta.
Cruzaron la frontera de forma irregular, y no quieren volver a su país, a Marruecos. Por eso este monte próximo a Ceuta es su escondite, su refugio.
FOTO: Un grupo de ocho jóvenes se refugian en el bosque para evitar ser devueltos. BRAIS LORENZO
2.600 menores están alojados en la red de acogida del Gobierno canario. En uno de esos centros trabaja Aboubacar, un maliense que también llegó siendo menor a Canarias. Ahora cuenta su historia para concienciar sobre el fenómeno migratorio en unas charlas que organizan los estibadores de Las Palmas.
Foto: Dos menores sacan sus manos por una ventana del albergue de Piniers, en Ceuta (EFE/ Brais Lorenzo)
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La presión migratoria se traslada de Ceuta a Melilla con dos nuevos intentos de salto a la valla. Unos 300 migrantes, según la Delegación del Gobierno, han tratado de entrar en España. Anoche lo intentaron otras 600 personas. El Ministerio del Interior ha realizado un nuevo refuerzo de los efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Melilla con 90 agentes, cincuenta policías y cuarenta guardias civiles, para seguir reforzando la protección de la frontera española.
Foto: El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, mantiene una reunión con la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh Abdelkader, y con el director general de la Policía, Francisco Pardo, durante su visita a la ciudad autónoma (EFE/ Ministerio del Interior)
Un joven migrante marroquí que resultó herido al caer desde unos diez metros en el muelle de la Puntilla del puerto de Ceuta ha fallecido como consecuencia de las heridas que se produjo en la cabeza. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha desplazado a Melilla con los directores generales de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Pardo y María Gámez, respectivamente, después de cinco noches de presión en la frontera entre España y Marruecos en la ciudad autónoma.
Foto: Efectivos de la Guardia Civil y de las Fuerzas Armadas asisten a menores en Ceuta (Antonio Sempere/AFP)
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Cientos de familias marroquíes han contactado con la ciudad autónoma buscando a sus hijos. Denuncian que vinieron engañados. Mientras tanto, otros se esconden en lugares como el puerto para tratar de alcanzar la península.
Foto: Un migrante asistido por dos soldados en la playa del Tarajal, en Ceuta (REUTERS/Jon Nazca/File Photo)
Durante esta madrugada, entre 500 y 600 personas, divididas en grupos, han intento saltar la valla que divide Melilla y Marruecos. Según la Delegación del Gobierno, alrededor de 30 han conseguido entrar y aún no han sido localizados. El salto ha coincidido con la primera noche de vigilancia en la frontera de Melilla del contingente militar que se une al dispositivo de Policía Nacional y Guardia Civil.
“La entrada de personas inmigrantes no es algo nuevo, estamos acostumbrados. La preocupación viene por lo que ha ocurrido en Ceuta, es algo inédito”, ha declarado el presidente de la ciudad autónoma, Eduardo de Castro, que ha explicado que en Melilla antes saltaban la valla personas subsaharianas y ahora son marroquís. “La presión de Marruecos es fuerte, debe parar porque es insostenible y está fuera de lugar”, ha declarado en 24 horas de RNE. “No puede ser que Marruecos esté haciendo un chantaje al Gobierno, está subido de tono desde que tienen el consentimiento de Estados Unidos y no solo nosotros tenemos problemas, también se han puesto enfrente de los alemanes y la intervención de la Unión Europea es un punto de inflexión”, ha añadido el presidente.
Además, ha indicado que los números de las personas que han entrado de forma irregular en Melilla “bailan un poco”. “Aunque la frontera está cubierta, la presión está siendo fuerte”, ha admitido de Castro y ha añadido que “se está incrementando la seguridad”. Se ha mostrado “preocupado”, como el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el que ha señalado que ha hablado en las últimas horas y se mantiene en contacto.
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Ceuta poco a poco van recuperando la normalidad después de dos días en los que apenas ha habido nuevas llegadas. Según el Ministerio del Interior, más de 6.500 personas ya han sido devueltas a Marruecos. Todavía este viernes se ven colas en el paso de El Tarajal. Los migrantes afirman que lo hacen voluntariamente tras pasar todos estos días en la calle. Mezclados con los migrantes que van a ser devueltos, encontramos a otras personas que llevan un año intentando volver a Marruecos, pero que no han podido porque el paso fronterizo está cerrado por la pandemia. Por otro lado, la situación de los menores de edad sigue siendo el gran reto a resolver. El Gobierno rebaja ahora a 800 como máximo la cantidad de menores que llegaron a Ceuta, cuando las cifras oficiales llegaron a hablar de 1.500.
Cientos de migrantes han estado varias horas intentando saltar la valla de Melilla por distintos puntos en la noche de este viernes. Al final, una treintena lo ha conseguido, todos ellos magrebíes y adultos. No se sabe nada de su paradero, aunque la Policía sospecha que están acogidos por amigos y familiares porque la mayoría proceden de barrios aledaños a la ciudad al otro lado de la frontera. Después de lo ocurrido en Ceuta, la Policía y la Guardia Civil han reforzado la vigilancia tanto marítima como terrestre de la frontera. Además, un contingente militar vigila la valla.
Foto: Valla fronteriza de 10 metros de altura instalada en Melilla (EFE/Blasco de Avellaneda)
Ceuta empieza a dejar atrás los días más complicados y angustiosos de su historia. La frontera de El Tarajal continúa en calma pero esta crisis deja dos fallecidos ahogados en el mar, ayer fue localizado un cadáver de un menor de 16 años. Alrededor de un millar de niños y jóvenes han entrado en la ciudad. Ya se ha empezado a gestionar la reagrupación con las familias que están reclamando a sus hijos, aunque la mayoria siguen hacinados en las naves de El Tarajal. En una de ellas se encuentra Minerva Oso. En esta hay 500 menores, aunque también entran posibles solicitantes de protección, que identifica ACNUR y otros, como Nasiha, que lleva un año atrapada en Ceuta por el cierre de fronteras por la pandemia. Muchos menores no quieren entrar en el centro por miedo a ser deportados.
Calvo cree que las relaciones con Marruecos "vuelven al punto de partida": "Ahora está haciendo su trabajo"
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Unos 30 varones marroquíes mayores de edad han logrado entrar en Melilla esta madrugada pese al despliegue del Ejército en la ciudad autónoma. El ministro del Interior ha asegurado que serán devueltos si no solicitan asilo.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha afirmado en La Hora de La 1 de TVE que la crisis en la frontera de Ceuta "no es una crisis migratoria" y lo demuestra el que "en poco plazo, en pocos días, las cosas se están restituyendo al punto de partida".
"Tengo la impresión de que Marruecos está haciendo su trabajo", ha dicho la vicepresidenta, que encuadra el último salto de la valla en Melilla en las entradas irregulares que ocurren a menudo en la zona.
Calvo ha asegurado también que "nunca ha habido 1.400 menores en Ceuta y mucho menos desatendidos". Según la vicepresidenta, la cifra de menores marroquíes que han cruzado la frontera "nunca ha llegado a ser de 800" y ahora son "muchos menos" porque "ayer [por el jueves] ya hubo una primera entrega a sus padres".
"Se entregaron a sus padres con protección de la Fiscalía y el acuerdo de las autoridades marroquíes y en todo momento han estado custodiados y atendidos", ha asegurado.
Foto:EFE/ Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa