La caravana de migrantes que partió en octubre de Centroamérica ha llegado a Ciudad de México. Allí deben pasar un trámite necesario para continuar su camino hasta Estados Unidos y a veces surgen problemas con la burocracia.
El Gobierno mexicano les ha prometido las visas y permisos de residencia, pero los migrantes se quejan de que el proceso están siendo muy lento. Están desesperados y denuncian que se está intentando colar gente que no lleva la pulsera rosa que identifica a los de la caravana. El flujo migratorio triplica el de 2019 y las peticiones de asilo en México han aumento un 300 % en el último año.