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Unos 250 inmigrantes han intentado cruzar desde Marruecos. De todos ellos lo ha conseguido uno, que ha resultado herido. Es el tercer episodio de los últimos meses y todo indica que pronto podría haber más. Al otro lado de la frontera la policía marroquí extrema la vigilancia.

El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, afirma que no le gustan las concertinas de la valla fronteriza y que solo las retiraría si hubiera métodos alternativos para detener la "invasión" de inmigrantes. Además, dice no entender el "revuelo" causado en la opinión pública ya que, subraya, las cuchillas han estado ahí desde 2005. "De las dos vallas que existen, una ya estaba puesta; entonces nos ha extrañado ahora todo el revuelo que se ha montado, porque no se ha quitado jamás la que hay puesta en el perímetro exterior. Lo único que se ha hecho ahora por parte del Ministerio del Interior es reforzar algunas partes, algunas zonas, del perímetro interior que estaban en mal estado o no existían", explica. Asegura también no tener conocimiento de que las cuchillas hayan causado muertes o heridas gravesy reitera que la inmigración no se detiene con vallas, sino cambiando las condiciones de vida de los países de origen (03/12/13).

España y otros 17 países de la Unión Europea (UE) ponen en marcha este lunes el nuevo sistema de vigilancia de las fronteras exteriores Eurosur, con el objetivo de mejorar la lucha contra la inmigración irregular y la delincuencia organizada.

Eurosur consiste en una red de comunicación que cooperará con la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) para intentar reducir, además, el número de accidentes en las embarcaciones de inmigrantes que intentan llegar al territorio europeo.

El régimen entrará en funcionamiento el 2 de diciembre en España, Bulgaria, Estonia, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia, mientras que el resto de países de la Unión se unirán a partir del 1 de diciembre de 2014.

Dinamarca, Irlanda y Reino Unido no formarán parte del sistema.

La desesperación por entrar en territorio español obliga a muchos inmigrantes a utilizar insólitos métodos, como viajar dentro de una maleta, disfrazados de asiento o en el salpicadero de un coche.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha explicado que se tomará una decisión sobre el mantenimiento o la sustitución de las cuchillas de la valla de Melilla cuando concluya la valoración que se está haciendo sobre su efecto disuasorio y sus posibles alternativas.

"A la vista de las conclusiones a las que se llegue en esa fase de valoración, tomaremos una decisión", ha añadido.

El ministro del Interior se muestra dispuesto a rectificar sobre las concertinas de la valla de Melilla si alguien le convence de que hay otros métodos disuasorios igual de eficaces.

El nuevo secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha afirmado este viernes que "el inmigrante no es un peligro, sino alguien que aporta a la construcción social de un país", en referencia a la colocación de cuchillas en la valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos. Gil Tamayo realizó estas declaraciones durante la rueda de prensa en la que hizo balance a la Asamblea Plenaria que han celebrado los obispos españoles y de la que este sacerdote y periodista ha salido elegido como nuevo secretario general para los próximos cinco años, también asumiendo las labores de portavoz (22/11/2013)

En Melilla las ONG denuncian la situación de los menores marroquíes que viven en los alrededores del puerto. Una de estas organizaciones, Fundación Prodein, ha grabado cómo se cuelan en el puerto: se descuelgan por una cuerda de ocho metros. Muchos lo intentarán una y otra vez con un objetivo, entrar como polizones en la península. En los últimos seis meses ha crecido el número de menores no acompañados en las calles de Melilla.

Unos mil inmigrantes subsaharianos intentaban en la madrugada llegar hasta el paso fronterizo con Melilla, pero las fuerzas de seguridad marroquíes y la Guardia Civil lo han impedido.

En las imágenes se ve como, en fila de a uno, los inmigrantes bajaban desde los campamentos del Monte Gurugú, en territorio marroquí, por la zona conocida como Arroyo Villa Pilar.

La policía marroquí logró dispersarlos pero un grupo se dirigió al paso fronterizo de Farhana. Según la Delegación del Gobierno, a las tres de la madrugada el grupo desistió en su empeño y volvió al interior de Marruecos sin alcanzar la valla.