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El secretario general del Frente Polisario está ingresado con coronavirus en un hospital de Logroño. A Marruecos le ha sentado mal que España haya permitido la entrada al líder de una organización que reclama la autodeterminación del Sáhara Occidental, un territorio al que el reino alauí no piensa renunciar.

La embajadora de Marruecos en España ha asegurado hoy que algunos actos, en referencia velada al asunto de Ghali, tienen consecuencias que hay que asumir. La ministra de Exteriores española le ha trasladado su rechazo a la actitud de Rabat.

Con algo más de 84.000 habitantes Ceuta ha parecido este martes una cuidad fantasma. Muchos padres y madres han tomado la decisión de dejar a sus hijos en casa por lo que pudiera pasar. "Habrá venido un 25% del total de los alumnos", dice a RTVE David Díez, director del Colegio San Agustín de Ceuta.

Además, la mayoría de comercios han cerrado, y los que han decidio anrir, apenas han hecho caja.

Carlos Echevarría, director del Observatorio de Ceuta y Melilla y profesor de Relaciones Internacionaels en la UNED, considera que las relaciones entre España y Marruecos no atraviesan su mejor momento: "Es grave, pero su comportamiento está encontrando la respuesta que merece en las autoridades comunitarias". Echevarría considera que la actitud del país árabe se debe a los "órdagos que ha ido lanzando en política exterior" motivados por "los avances conseguidos en la cuestión del Sáhara".

Laola migratoria que está sufriendo Ceuta ha desbordado a los servicios sanitarios de la ciudad autónoma. El Director de Emergencias en Ceuta, Íñigo Vila, asegura que su equipo de trabajo no puede atender a los miles de personas que están entrando en la ciudad desde que Marruecos ha hecho la vista gorda ante la presión migratoria en su parte de la frontera. "La prioridad es la atención a las mujeres y niños que cruzan la frontera con apenas 10 años", ha asegurado Vila.

El Presidente de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Bhagwan Dhanwan, ha sido entrevistado en La Tarde en 24 horas por Diego Losada. En la entrevista ha contado cómo ha afectado al funcionamiento del comercio de la ciudad autónoma la crisis migratoria que se está viviendo en Ceuta. "No queremos trasmitir sensación de inseguridad pero sí de inquietud, miles de personas deambulando por las calles, no estamos acostumbrados a ver tanta gente", ha dicho.

"Lo que pedimos es que se restablezca la situación, que la ciudad recupere su ritmo después de esta invasión orquestada", ha afirmado.

Foto: REUTERS

Desde ayer, más de 6.000 personas han entrado a Ceuta ante la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquís.Marruecos se vio empoderado hace unos meses cuando Trump reconoció la soberanía del país alauí sobre el Sahara occidental. Ahora quiere buscar su hueco como actor imprescindible en el norte de África y el área mediterránea. Para que su bramido llegue a Europa, Marruecos utiliza a España como caja de resonancia, aprovechando, además, que nuestro país acogió en un hospital al líder del polisario Brahim Gali. Pero en este asunto, como en cualquier embrollo geopolítico hay varios actores implicados.

Desde 24 horas de RNE, la enviada especial a la frontera marroquí con España Ana Jiménez, y los corresponsales de Radio Nacional en Washington, Fran Sevilla; en Bruselas, María Carou; en París, Paco Forjas; y en Berlín, Gabriel Herrero.

Cientos de personas continúan dirigiéndose este martes desde la localidad marroquí de Fnideq (Castillejos) para cruzar hacia Ceuta, en una avalancha de inmigrantes sin precedentes en España al registrarse la entrada en 24 horas de más de 6.000 personas (un tercio de ellas menores) en la ciudad española fronteriza con Marruecos. Según el Gobierno ya han sido devueltos 2.700.

Hablamos con algunas de las personas que se dirigen a Ceuta, la mayoría jóvenes. Aseguran que lo hacen en busca de trabajo y una vida mejor. Todo ante la pasividad de la Policía marroquí.

Foto: EFE/Mohamed Siali

[Sigue en directo toda la información de la crisis migratoria en Ceuta]

El Gobierno ha pedido este martes al resto de formaciones políticas para afrontar la crisis migratoria en Ceuta ya que, a juicio de la portavoz del Ejecutivo y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se trata de “una cuestión de Estado”. El líder del PP, Pablo Casado, ya ha hablado con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a quien ha ofrecido su colaboración, pero también le ha reclamado firmeza. En su opinión, el Gobierno ha ocultado una crisis diplomática.

Vox, por su parte, ha pedido la intervención del Ejército. “España ha sido atacada, España ha sido invadida y tiene la obligación de defenderse”, ha dicho el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Mientras que Ciudadanos cree que la situación es de extrema gravedad, por lo que ha pedido a Pedro Sánchez que lidere una respuesta europea. Y otros partidos exigen que no se utilice esto para fomentar el odio.

Foto: EFE/Mariscal

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Marruecos está molesto porque España ha acogido en un hospital al líder del Frente Polisario y porque Alemania ha insistido en que la solución para el Sáhara Occidental debe ser negociada y avalada por Naciones Unidas. Un varapalo para Marruecos, que había sacado pecho después de que Trump reconociera su soberanía sobre la antigua colonia española. Relajar la vigilancia en el paso fronterizo de Ceuta es una prueba de su malestar.

Prácticamente un tercio de las personas que están llegando a Ceuta en la crisis migratoria que está sufriendo en las últimas horas son menores. Se estima que más de 1.500 niños y jóvenes han llegado ya a la Ciudad Autónoma. Jóvenes y niños que llegan nadando, corriendo, teniendo que recibir ayuda para pisar suelo español, algunos han tenido que permanecer solos en el agua acertando apenas a mantenerse a flote en el momento en el que eran rescatados por los equipos de salvamento. A todos se les harán pruebas isométricas para determinar su edad porque los menores en lugar de ser devueltos a Marruecos pasarán a a estar bajo la tutela del Gobierno ceutí. Las autoridades ya han comenzado a trasladarles a las naves de El Tarajal y al albergue provisional de Piniers, que ha sido habilitado para acogerles.

Ceuta está sufriendo la mayor crisis migratoria de su historia, con la llegada de más de 6.000 migrantes en menos de 24 horas. Son dos los puntos por las que han logrado entrar los migrantes: por la bahía norte, desde la playa de Belliones, y por el espigón que rodea el paso fronterizo del Tarajal. Los hombres, mujeres y niños que han entrado a través de la bahía norte lo han hecho aprovechando la marea baja para rodear a nado el espigón marítimo fronterizo de Benzú, apenas 400 metros separan la zona marroquí de Belliones y la española. A pesar de la corta distancia, al estar frente al estrecho de Gibraltar, es una zona donde las corrientes marinas son mucho más fuertes y la temperatura del agua al tratarse del atlántico, es más fría que en la bahía sur, por donde también han entrado un buen número de personas. Los que han entrado por aquí, lo han hecho sorteando un pequeño espigón, primero a nado y después a la carrera, que les ha dado acceso a la playa ceutí del Tarajal, la más cercana al paso fronterizo.

En Ceuta, en la playa de El Tarajal siguen llegando centenares de migrantes tras cruzar a nado el espigón que separa España de Marruecos. Se estima que hasta 9.000 personas podrían haber entrado en Ceuta. A lo largo de la mañana hemos visto a Cruz Roja auxiliando a muchas de ellas, miles son menores.

Las organizaciones están totalmente desbordadas. Una de ellas es Andalucía Acoge. Su delegada en CeutaMarina Pérez, ha dicho que en la ciudad hay dos pabellones habilitados para atender a las personas que han llegado, pero que el resto está en la calle. Han podido hablar con ellos y preguntarles por qué han venido. "Hemos estado hablando con gente que ha cruzado, y nos han contado que unos se han avisado a otros", ha dicho.

Los menores de edad, unos 1.500, están en un centro de menores. "Hasta donde sabemos, creemos que va a haber devoluciones, pero no sabemos hasta qué punto o cómo va a acabar esto", cuenta. Denuncia que se utilice a las personas para hacer presión. "Es una crisis humanitaria y una vez más utilizar a personas migrantes para presionar a España y a la Unión Europea. Es una medida de presión total", explica. Entre la población autóctona el ambiente es un poco tenso. "Es de entender. Aunque esperamos que se restablezca la normalidad lo antes posible y que tanto las personas que han llegado como los que viven aquí, puedan vivir dentro de un clima que no les repercuta y no les perjudique", concluye.