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  • El objetivo es poner unos 200 pequeños satélites en la órbita para mejorar la vigilancia y la comunicación
  • Los nanosatélites serán renovados cada cinco años y su tecnología se irá actualizando
  • El proyecto consta de dos fases: la primera, irá de 2021 a 2023 y la segunda, concluirá en 2027

Un local de copas y un restaurante valencianos prueban hoy un proyecto piloto que, mediante Inteligencia Artificial, permite detectar la presencia de la COVID-19 a través de los ojos. En caso de que el cliente diera positivo, se le realizaría una prueba de antígenos, y, de confirmarse así, se informaría a las autoridades. Se presenta como una herramienta de apoyo en sectores como el de ocio o la hostelería. Informa Nacho Marimón.

  • La relación entre los hombres y las máquinas es cada vez más frecuente en más ámbitos de nuestra vida
  • Ante la llegada masiva de los robots en muchos campos, ¿qué ocurrirá con los humanos? ¿Qué retos tenemos por delante?
  • En A golpe de bit analizamos el avance de los robots y cómo cambiarán la sociedad en un futuro cercano

Big DataInteligencia ArtificialIndustria 4,0, son avances que están modelando la sociedad. Tanto la Comisión Europea como el gobierno español, elaboran planes y estrategias con un objetivo: fomentar el desarrollo de tecnologías confiables, regidas por principios éticos, con el ser humano en el centro de todas las decisiones. Hemos entrevistado a Humberto Bustince, catedrático de Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad Pública de Navarra, investigador del Instituto de Smart Cities y Premio Nacional de Informática.

Verónica Fuentes nos ha informado de un estudio de restos dentales fosilizados de neandertales, sapiens y otros primates que ha identificado diez tipos de bacterias que se han mantenido entre nosotros durante más de 40 millones de años; y del descubrimiento de una nueva especie de ácaro en charcas de la localidad madrileña de Alpedrete. Los virus están de actualidad por culpa de la pandemia pero como nos ha contado José Antonio López Guerrero, la mayoría son inocuos, han influido en la evolución de las especies, viven en el mar y tienen un papel fundamental en fenómenos como la regulación del clima. Con Jesús Zamora hemos reflexionado sobre el concepto antropoceno. No cree que estemos ante un nuevo periodo geológico ni que la marca que dejemos en el planeta tenga que ser necesariamente la de una “megacatástrofe”. Javier Ablanque, en su máquina del tiempo, nos ha trasladado a la redacción del Washington Post en plena investigación del Watergate para conocer el funcionamiento de las cintas magnetofónicas. Del 17 al 19 de mayo de celebra la sexta edición de Pint of Science, este año “on line” por culpa de la pandemia. Esther García ha hablado con Sandra Medrano, una de las coordinadoras.

Óscar Corcho catedrático de Inteligencia Artificial y subdirector del Centro Tecnológico de esta disciplina de la Universidad Plitécnica de Madrid, y Lorena Jaume-Palasi, miembro del consejo asesor IA y directora ejecutiva de The Ethical Tech Society, han comentado que se utiliza la inteligencia artificial “sin saberlo en nuestro día a día”, en el informativo 24 horas de RNE. 

“Toda persona con un móvil tienen en su mano un artefacto que funciona con inteligencia artificial”, ha destacado Jaume-Palasi que ha explicado que son servicios de computación basados en técnicas matemáticas y estadísticas: “Son más simples de lo que parece a primera vista, las máquinas no tienen capacidad de tomar decisiones ni pueden sustituir el trabajo de un humano”.

“No me preocupa que la inteligencia artificial nos controle”, ha tranquilizado Corcho, que ha añadido que uno de los principales avances ha sido “las cajas negras”: “Queremos saber explicar qué ocurre en las cajas negras, donde metes unos datos y salen resultados”.

La Unión Europea apuesta por una inteligencia artificial al servicio de las personas, frente a la postura de otras potencias, como China y EE.UU., que todavía no han regulado su uso. España definirá esta semana su posicionamiento durante la reunión del consejo asesor del Gobienro en esta materia. Foto: Un hombre utiiza un sistema de reconocimiento facial. GETTYIMAGES.

China y Estados Unidos rivalizan por liderar el mundo de la Inteligencia Artificial, pero ninguno la ha regulado -como ya ha hecho la Unión Europea-. En el gigante asiático, cientos de millones de cámaras vigilan a los ciudadanos en las calles, en los supermercados y en las escuelas. Y con el argumento de localizar a posibles delincuentes, también mantienen controladas a las minorías, como los uigures. La directora de Advanced Analytics en Afiniti, Ana Jiménez Castellanos, explica que "en China ni siquiera hay una ley de protección del dato, el gobierno recopila todos los datos que le da la gana y los usa en su propio beneficio".

En Estados Unidos, California, con grandes empresas como Amazon, Facebook o Google ha fijado algunos principios básicos para evitar que los algoritmos discriminen por raza o sexo. "California tiene el mayor tejido empresarial a nivel de Inteligencia Artificial en el país, por eso lleva la voz cantante, pero es necesario tener una ley nacional. Sin ella, las empresas pueden sortear las limitaciones simplemente cambiándose de Estado", concluye Jiménez.
 

La carrera por el negocio de los chips neuronales avanza. El último logro lo ha alcanzado Neuralink, empresa fundada hace cuatro años por el multimillonario Elon Musk. Con un dispositivo cerebral han conseguido que un mono maneje un videojuego con la mente. Un hito que podría aplicarse al ámbito de la salud o la automoción. La siguiente meta de la empresa será empezar los ensayos con humanos antes de que termine el año. En frente tiene una larga batalla burocrática. Y también una dura competidora, China, que busca tomar la delantera en el negocio de los chips cerebrales.

Foto: Getty Images

Las nuevas tecnologías están transformando no solo la sociedad, sino el modelo de negocio de muchas empresas, y todo ello gracias al empleo de algoritmos, conjuntos de operaciones ordenadas y finitas que permiten hallar la solución a un problema. De forma gráfica se puede afirmar que los algoritmos son a los datos, lo que una receta de cocina a los ingredientes. Aunque es un concepto relativamente fácil de entender, la cosa se complica si tenemos en cuenta la dificultad que entraña su desarrollo y su traducción a un lenguaje computacional que pueda ser manejado por una máquina.
Como explica Francisco Herrera, catedrático del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada Y miembro de la Real Academia de Ingeniería, los algoritmos desarrollados en universidades y centros públicos de investigación se publican en revistas especializadas y se depositan en repositorios de acceso libre para que puedan ser empleados, adaptados o modificados por otros científicos. Los investigadores no se lucran de su trabajo, aunque los algoritmos puedan ser empleados por multinaiconales. A pesar de ello, Francisco Herrera es partidario del acceso abierto como motor del avance y desarrollo científico, aunque sostiene que las grandes empresas de datos deben pagar sus impuestos en Europa para una más justa redistribución de la riqueza.

Las nuevas tecnologías están transformando no solo la sociedad, sino el modelo de negocio de muchas empresas, y todo ello gracias al empleo de algoritmos, conjuntos de operaciones ordenadas y finitas que permiten hallar la solución a un problema. De forma gráfica se puede afirmar que los algoritmos son a los datos, lo que una receta de cocina a los ingredientes. Aunque es un concepto relativamente fácil de entender, la cosa se complica si tenemos en cuenta la dificultad que entraña su desarrollo y su traducción a un lenguaje computacional que pueda ser manejado por una máquina.
Como explica Francisco Herrera, catedrático del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada Y miembro de la Real Academia de Ingeniería, los algoritmos desarrollados en universidades y centros públicos de investigación se publican en revistas especializadas y se depositan en repositorios de acceso libre para que puedan ser empleados, adaptados o modificados por otros científicos. Los investigadores no se lucran de su trabajo, aunque los algoritmos puedan ser empleados por multinaiconales. A pesar de ello, Francisco Herrera es partidario del acceso abierto como motor del avance y desarrollo científico, aunque sostiene que las grandes empresas de datos deben pagar sus impuestos en Europa para una más justa redistribución de la riqueza.