China ha puesto en marcha el mayor radiotelescopio del mundo, una gigantesca instalación de quinientos metros de diámetro que busca ayudar a entender el universo y con el que Pekín quiere potenciar su presencia y su prestigio en la ciencia internacional.
Varios cientos de investigadores de China y otros países han asistido al acontecimiento, que pone fin a un proyecto concebido en 1994, según ha informado la prensa oficial.
El presidente chino, Xi Jinping, ha enviado un mensaje de felicitación a los científicos e ingenieros responsables de la construcción y puesta en marcha del proyecto, con el que China busca colocarse a la cabeza de distintos ámbitos de la investigación internacional.