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"Bengasi es un desastre, hay murchos muertos. Han utilizado fusiles de los que nosotros llamamos 'entra y quema' porque las balas se meten en el cuerpo y te queman. Mataron a muchísima gente. Ha sido una matanza". Así describe Fosi Abdulsaied, un libio que ha visto en primera personas la ola de violencia que recorre Libia, el estado en el que se encuentra la primera ciudad en caer en manos de los rebeldes y dónde estalló la revuelta popular contra el régimen de Muamar el Gadafi.

Las personas que cruzan la frontera de Libia con Túnez aseguran que la revuelta contra el régimen va ganando terreno tanto por el este, el feudo tradicional de los opositores, como por el oeste y por el sur. Sin embargo, la batalla crucial se libra en Trípoli, la capital, donde hoy hay convocada una manifestación de los opositores. Mientras, Túnez y Egipto tienen que hacer frente al éxodo masivo de los que huyen de Libia (25/02/2011).

Los españoles que vienen de Libia cuentan su experiencia en el país y aseguran que la actitud de Gadafi está encendiendo más a la población que pide un cambio de régimen. Aún quedan españoles en Libia.

La oposición avanza de ciudad en ciudad hasta la capital. La última en caer, Zuara, que está a poco más de 100 kilómetros de Trípoli. Miles de personas intentan por todos los medios salir del país.

Todavía quedan una veintena de trabajadores de Repsol en el país y al menos otrs tres españoles más en Bengasi. Entre los que ya han llegado, un ingeniero que, por sus propios medios, consiguió salir cruzando la frontera con Egipto.

Los luchadores de la oposición han triunfado ya, o lo están haciendo, en grandes ciudades del este, como Tobruk y Bengasi, y en el oeste, sofocando las esperanzas de Gadafi, en las estratégicas Zuara, Zauiya y Sabratha. Al líder le va quedando, como parapeto, la capital, Trípoli, que mantiene con sus temibles mercenarios africanos. Miles de libios y de extranjeros buscan los medios para salir del país. Los unos intentan alcanzar y cruzar la frontera con Túnez o con Egipto. Los otros, volver a su lugar de origen. Muchos están arremolinados en el aeropuerto de Trípoli, esperando su oportunidad (24/02/2011).

"El baño de sangre y el sufrimiento en Libia constituyen un escándalo y son inaceptables, ha afirmado el presidente de EE.UU., Barack Obama, quien ha indicado que su Gobierno prepara toda una gama de opciones contra el régimen de Gadafi. Obama ha comparecido en la Casa Blanca para efectuar su primera declaración pública, desde que las movilizaciones comenzaron en Libia el pasado 15 de febrero, sobre la situación en ese país, donde los muertos se cuentan por centenares en la revuelta popular contra el dictador libio.

El líder libio, Muamar al Gadafi, se atrinchera con sus fieles en Trípoli, la capital del país, patrullada por sus milicias armadas mientras miles de libios celebran la liberación del este del país y decenas de miles de inmigrantes se agolpan en los puestos fronterizos con Túnez y Egipto en lo que las ONG y la UE ven como el preludio de un éxodo masivo a Europa. El régimen de Gadafi ha tratado de contratacar ordenando el bombardeo de Bengasi, pero se ha encontrado con la oposición de los propios militares.

  • Fieles del líder libio patrullan las calles desiertas de la capital, Trípoli
  • Las ciudades del este empiezan a organizar comités populares independientes
  • Un avión estrellado tras desertar sus pilotos, símbolo del abandono militar
  • Occidente vacila sobre las sanciones a la espera de rescatar a sus nacionales
  • Riadas de inmigrantes llegan a la frontera tunecina entre temores de éxodo

Ver también: Especial Revueltas en el mundo árabe

View Mapa de la crisis del régimen de Gadafi in a larger map

En ciudades como Bengasi o Tobruk se han formado comités locales que gobiernan estas zonas. Las conexiones telefónicas no funcionan y apenas llegan noticias de lo que ocurre hoy en Tripoli. Silvio Berlusconi advierte del riesgo de que en Libia se imponga el radicalismo islámico.