María Luisa Moreno, jefa del área de Hidrología y Cauces de la Confederación Hidrográfica del Ebro, ha explicado en Las Mañanas de RNE cómo pueden evolucionar las crecidas del río Ebro a lo largo de su cauce tras las intensas precipitaciones. Lluvias que han caído en ciudades como Vitoria y Pamplona, donde el río ha aumentado su caudal y hay crecidas significativas. A finales de semana, habría que prestar especial atención a la zona de Zaragoza: "Serán dos días de caudales bastante altos". Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro han lazado avisos de crecimiento de caudal, con modelos predictivos, a las Protecciones Civiles autonómicas y a ayuntamientos, para que tomen medidas: "Tal es el caso de Pamplona, que ayer por la mañana se les dio el aviso y empezaron a tomar medidas de evacuación, en este caso de vehículos o de acceso a garajes”.
Hay otro tipo de medidas, como la laminación de crecidas: "Se atenúa la crecida natural, guardando todo el volumen de agua que sea posible en embalses, como el de Eugui o los que llegan a Vitoria, para intentar minimizar la afecciones aguas abajo". Aunque no ocurra todos los años, un episodio de lluvias acumuladas suele ser un fenómeno habitual en afluentes caudalosos como el Alto Ebro, el Nela y el Arga, apunta Moreno. Destaca que las precipitaciones de más de 100 o 150 milímetros pueden provocar estos caudales altos, y que si hubiera sido en forma de nieve los avisos habrían sido amarillos o naranjas, como ha ocurrido en Vitoria, con avisos de desbordamientos.
Desde la Confederación Hidrográfica mantienen informada a la población: “Son datos que actualizamos cada 15 minutos. Son públicos, accesibles”, defiende Moreno. Explica que el seguimiento se realiza desde las estaciones de aforo, que son puntos donde miden el nivel y caudal circulantes, además de los embalses y de modelos matemáticos con los que predicen con cierta anticipación qué es lo que va a ocurrir para poner en marcha los protocolos de protección civil.