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No habían comenzado ni el desfile de la coronación ni la protesta, y la policía ya había detenido a seis activistas republicanos y decomisado sus carteles antimonárquicos. El jefe ejecutivo del grupo República, Graham Smith, en una entrevista a la BBC ha afirmado que "llevábamos cuatro meses en contacto con la policía y contándoles exactamente lo que pensábamos hacer. Hasta el último día nos dijeron en varias ocasiones que conocían nuestros planes y no había de qué preocuparse." Para Smith, su detención y la de sus compañeros es una afrenta a la democracia, y un intento premeditado de abortar la protesta. República  anuncia que emprenderá acciones legales, aunque ha dicho que "un inspector jefe y otros dos agentes fueron anoche hasta mi casa para pedirle disculpas en persona, y parecían estar bastante avergonzados", ha dicho. El gobierno, por su parte, defiende su nueva Ley de Orden Público, aprobada 72 horas antes de los fastos y que ha servido para esas detenciones.
 

FOTO: AP Photo/Scott Garfitt

Los españoles presentes en Reino Unido se han integrado en los almuerzos y pícnics callejeros que se están celebrando en honor de los recién coronados Carlos III y Camila. Muchos de ellos cargados de souvenirs, y algunos tenían el billete comprado desde hace meses. Otros simplemente han venido a hacer turismo e intentaron evitar el tumulto. Pero todas coinciden en que se llevan el recuerdo de este fin de semana histórico.

Foto: REUTERS/Carl Recine

A la coronación de Carlos III han acudido sus dos hijos, Guillermo y Enrique, tres de sus cinco nietos, sus tres hermanos y sus sobrinos. Sin embargo, durante toda la ceremonia el príncipe Harry estaba sentado en tercera fila, una muestra más de las tensas relaciones del monarca con su segundo hijo.

De hecho, ha llegado a la ceremonia acompañando a sus tíos y primos, siempre en segundo lugar y solo. No han asistido ni sus hijos ni su esposa, Meghan. Tampoco la exmujer del duque de York, Sarah Ferguson.

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Programación especial por la coronación del rey Carlos III y Camila. Todo Reino Unido se ha paralizado para virir la primera coronación de un monarca británico en 70 años. Una jornada que ha comenzado en el Palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster, donde 2.200 invitados, entre ellos un centenar de jefes de Estado, han presenciado la ceremonia. Programa presentado por Fernando Martínez, con la corresponsal Sara Alonso, las enviadas especiales Antía André y Lucía Yeste y especialistas invitados.

Ninguna otra monarquía europea tiene una ceremonia parecida a la coronación que protagonizará Carlos III de Inglaterra el sábado, probablemente por innecesaria. No tiene obligatoriedad constitucional, ni consecuencias legales, su importancia radica en su carácter simbólico. Además, será también una oportunidad para ver a todos los miembros de la familia real británica juntos, también a los más polémicos, el príncipe Harry y el príncipe Andrés.

Foto: Sina Schuldt / dpa

Unos dobles del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle paseando frente al palacio de Buckingham representan lo más cerca que los seguidores de los duques de Sussex van a estar de poder contemplar en persona a la pareja en la Coronación de Carlos. El príncipe Harry asistirá solo a la ceremonia, que coincide con el cumpleaños de su hijo Archie, que se encuentra en Los Ángeles con su madre.

Tambiénasistirá el príncipe Andrés, despojado por Isabel II de sus afiliaciones militares y sus patrocinios benéficos por su relación con el proxeneta Jeffrey Epstein.

Foto: REUTERS/Andrew Kelly

La coronación de Carlos III será, como manda la tradición, en la abadía de Westminster. El monarca, tal y como hicieron sus antecesores desde el siglo XIV, se sentará en la llamada silla de San Eduardo, construida en 1.296. Un trono que, en la parte de abajo, tiene un espacio para guardar La Piedra Escocesa, o piedra del Destino, un bloque de arenisca de 125 kilos de peso utilizada primero para coronar a los reyes escoceses y más tarde a los Reyes de Inglaterra.

La Reina Isabel II se sentó en esta silla, la piedra volvió a Escocia y ya está en Londres, lista para la próxima coronación.

Foto: Dan Kitwood/Pool Photo via AP