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El Gobierno ucraniano ha superado la moción de censura presentada por la oposición en la Rada (Parlamento), mientras en las calles de Kiev continúan las protesta por la renuncia a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

Los tres partidos de la oposición, que acusaban al primer ministro, Mykol Azárov de "traición al pueblo de Ucrania", han reunido tan solo 186 votos, cuando necesitaban 226. Los diputados del Partido de las Regiones, en el poder, no han participado en la votación.

Durante los debates, los diputados opositores también han pedido la renuncia del presidente, Víktor Yanúkovich, quien, según han informado fuentes de su gabinete, ha dejado el país para una visita de Estado en China prevista con anterioridad.

La oposición ucraniana va a presentar este martes en la Rada Suprema (Parlamento) una moción de censura contra el Gobierno de Nikolái Azárov por frustrar la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y por "traición al pueblo de Ucrania".

Centenares de opositores continúan acampados, por segundo día consecutivo, frente a la sede del Gobierno en Kiev.

Los manifestantes, encabezados por el exministro del Interior Yuri Lutsenko, llegaron en la noche del lunes a las inmediaciones de la sede del Gobierno procedentes de la Plaza de la Independencia, tomada por la oposición desde el pasado domingo.

Tras dos días de duras batallas entre Policías y manifestantes antigubernamentales, los manifestantes lograron entrar hoy sin resistencia en la sede de la Policía Metropolitana de Bangkok y la Casa del Gobierno en la capital tailandesa.

El primer ministro ucraniano, Nikolai Azárov, ha advertido de que las protestas de los últimos días en Kiev a favor de una asociación con la Unión Europea han pasado de ser "multitudinaria" a estar "descontroladas" y tienen "todos los signos de un golpe de Estado". En una reunión con embajadores de la UE, EEUU y Canadá Azárov ha asegurado que "el Gobierno tiene información de que se está preparando el asalto al edificio del Parlamento", según medios de prensa.

El primer ministro de Ucrania, Nikolái Azárov, dijo hoy que la situación con las protestas de los opositores en Kiev está "descontrolada". Azárov ha asegurado que "el Gobierno tiene información de que se está preparando el asalto al edificio del Parlamento", en una reunión que mantuvo hoy en Kiev con los embajadores de la Unión Europea, EEUU y Canadá en Ucrania

Grupos de manifestantes han conseguido bloquear esta mañana todos los accesos a la sede del Gobierno de Ucrania, por lo que los funcionarios no pudieron llegar a sus oficinas. Exigen la dimisión del primer ministro Nikolái Azárov, tras una noche de tensa calma en la capital ucraniana, escenario durante el fin de semana de violentos enfrentamientos.

En Tailandia, la primera ministra, Yingluck Shinawatra, ha dicho que no piensa dimitir. La policía sigue utilizando cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que intentan acceder a la sede del gobierno.

Nuevo día de protestas en Ucrania. La oposición ha llamado a bloquear la sede del Gobierno en Kiev para forzar la dimisión del presidente Yanukóvich, en una convocatoria que llega tras los violentos enfrentamientos de este fin de semana.

Esta semana es decisiva para los astilleros de Navantia en Ferrol. Más de 25.000 personas se manifestaron este domingo para pedir carga de trabajo. Esta mañana la direccion se reúne con los sindicatos en Madrid y a la espera de una decisión y un plan de empresa que garantice el futuro de los astilleros. Unos 50 trabajadores han iniciado un encierro en el Ayuntamiento de Ferrol que piensan mantener hasta el martes, cuando los sindicatos les comuniquen los planes de la empresa. Este fin de semana ha salido el último buque de los astilleros con destino a Australia. La plantilla reclama un plan que no incluya despidos ni reducción de las unidades de producción.

Gerardo Bugallo, embajador de España en Ucrania, analiza desde Kiev "las mayores protestas sociales desde la 'revolución naranja' en 2004. Asegura que, en general, las manifestaciones se están desarrollando de un modo pacífico aunque este domingo grupos de "incontrolados y provocadores" causaron incidentes graves frente a los edificos presidenciales. "Dicen en las manifestaciones ha participado más gente de la que estuvo en la 'revolución naranja' aunque entonces fueron meses de protestas". El embajador asegura también que la pequeña comunidad española - unas 200 personas- que reside en Ucrania está bien.

José Román, residente en Kiev, la capital de Ucrania, lleva toda la semana siguiendo las manifestaciones. "La situación en las calles es más o menos normal. Está todo tranquilo fuera de los centros de manifestación pero se están extendiendo las protestas". afirma. Asegura que hasta 300.000 personas han participado en las manifestaciones. Los alcaldes de ciudades del oeste han amenazado con declarar huelga general a partir de mañana, pero Román no cree que el presidente vaya a cambiar su decisión de no firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea. Este español asegura que se informa a través de los canales internacionales de la situación porque "tanto los medios de comunicación públicos como los privados que pertenecen a los oligarcas no están ofreciendo información objetiva".

El Gobierno de Tailandia ha ofrecido negociación y ha prometido que la policía no utilizará la fuerza contra los manifestantes. Pero las fuerzas de seguridad han vuelto a usar gases lacrimógenos, pelotas de goma, botes de humo y cañones de agua para dispersar a los manifestantes que a su vez les lanzaban piedras y botellas.

También se han agravado los choques entre partidarios del gobierno y opositores. Al menos cinco personas murieron y más de 50 resultaron heridas en choques entre partidarios y detractores del Ejecutivo este domingo. No se vivía una situación tan tensa en las calles de Bangkok desde 2010 cuando los enfrentamientos entre los dos bandos dejaron casi un centenar de muertos.

Grupos de manifestantes se dirigieron hoy hacia la sede del Gobierno de Ucrania con el propósito de bloquear sus accesos para exigir la dimisión del primer ministro Nikolái Azárov, tras una noche de tensa calma en la capital ucraniana, escenario ayer de violentos enfrentamientos.