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Dicen que en el siglo X creció en Marruecos la primera rosa de Damasco, muy apreciada en alta cosmética. Ahora, hay nada menos que 30 kilómetros de flores en el Valle de las Rosas.

La flor suele cultivarse en tierras áridas, en medio del desierto, pero hay que cortarla antes de que el sol abrase sus pétalos. El trabajo de recogida y destilación lo hacen mujeres que empiezan al amanecer y se acuestan a media noche. En un solo día, pueden recoger hasta 40 kilos de flores, y cobran según lo que recojan. Además de recoger la rosa, cuidan de los animales, preparan la comida...

TVE ha acompañado a dos de estas mujeres. Fátima, de 45 años, casada y con cuatro hijos, trabaja en una cooperativa solo de mujeres. En un día de trabajo gana unos 3 euros.

En otra cooperativa, más grande y donde ganan un poco más, unos 10 euros al día, trabaja Sofía, de 32 años, 3 hijos y divorciada. Es la única que lleva dinero a casa.

Cada día apuntan lo que han recogido en sus cuadernos para saber cuánto cobrarán al final de la temporada.

Foto: TVE

Carlos Rontomé, vicepresidente segundo de Ceuta, ha explicado en el informativo 24 horas de Radio Nacional cómo es la situación de la ciudad autónoma un mes después de los incidentes en la frontera con Marruecos, definiendo su situación como "compleja": "Seguimos sin normalidad tras un mes"; "Es una crisis humanitaria: no tenemos recursos para atender a los inmigrantes y hay un clima de inseguridad aunque no haya altercados", puntualiza. Asimismo, Rontomé ha dicho que Marruecos no se está haciendo cargo de los inmigrantes mayores de edad que el país les está devolviendo: "Los aceptan a cuentagotas, solo a los que quieren volver y, a veces, ni eso".

En el llamado 'Valle de las Rosas' en el sur de Marruecos, son las mujeres las que recolectan estas flores. En temporada trabajan duramente, por apenas tres euros diarios para recoger el máximo de producción. Este dinero será seguramente el único ingreso que tengan en todo el año.

El Gobierno intenta encauzar la peor crisis con Marruecos en años cuando se cumple un mes desde que el país abriera sus fronteras con Ceuta. Lo que comenzó como una crisis migratoria terminó revelándose como algo mucho más profundo cuando el Ministerio de Exteriores marroquí reconoció que la cuestión de fondo era la soberanía del Sáhara.

Informa María Gámez

Isabel Brasero, portavoz de Cruz Roja España en Ceuta, ha explicado en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que la organización sigue prestando asistencia y ayuda humanitaria entre los menores que llegaron a la ciudad autónoma hace ahora un mes, cuando Marruecos abrió las fronteras. “Todavía queda muchísimo trabajo por hacer. [Esta situación] se va a alagar en el tiempo. Sigue habiendo muchos menores por las calles", ha admitido.

Un mes después de la entrada de miles de menores no acompañados a Ceuta, casi 1200 continúan acogidos en la Ciudad Autónoma, en naves de mercancías sin ventilación, ni las condiciones mínimas de higiene. Muchos menores prefieren seguir durmiendo en la calle, en campamentos improvisados, sobreviviendo gracias a la mendicidad o a la solidaridad de los vecinos. Las ONG no entienden por qué a estas alturas todavía no se han habilitado espacios dignos para acoger a estas personas

Informa Minerva Oso

El secretario de Estado de la Unión Europea, Juan González Barba, ha insistido en Melilla, tras reunirse con su presidente, que el Gobierno está considerando pedir visado a los marroquíes para entrar tanto en Ceuta como en Melilla.

La medida requerirá el consenso suficiente de las fuerzas políticas. El Gobierno ha reconocido que la medida responde a la entrada irregular de casi 10.000 marroquíes en Ceuta el mes pasado.

Ceuta y Melilla han agradecido el apoyo del Gobierno y del Parlamento Europeo, que este jueves aprobó una moción de condena por el uso de Marruecos de la emigración como presión.

Exigir un visado supondría hacer controles directamente en la frontera terrestre con Marruecos. Aunque los pasos están cerrados por la pandemia, lo habitual era que miles de personas cruzaran diariamente para importar productos, trabajar o ir al médico.

El próximo lunes el presidente Pedro Sánchez se reunirá con Joe Biden en Bruselas. Todavía no se conoce la posición del presidente de EE.UU. sobre el Sáhara Occidental después de que Donald Trump reconociera en diciembre la soberanía marroquí sobre el territorio. Pero el portavoz del Departamento de Estado ha avanzado a los periodistas que hay diferencias importantes y muy profundas sobre su visión de la región.

Foto: Un soldado asiste a un menor en Ceuta. ANTONIO SEMPERE/AFP4

El gobierno español está estudiando la posibilidad de que Ceuta y Melilla ingresen en el espacio de libre circulación europeo. Ahora mismo tienen una régimen especial que permite que los ciudadanos marroquíes puedan entrar fácilmente para trabajar o hacer compras. Si finalmente ambas ciudades no se incorporan a Schengen se les exigirá un visado para cruzar la frontera terrestre y eso tendría consecuencias.

De momento miles de marroquíes, más de 8.000 que cruzaban a diario a las dos ciudades autónomas: empleadas domésticas, albañiles, camareros... sin necesidad de visado, desde marzo de 2020 cuando Marruecos cerró por la pandemia se han quedado sin trabajo. A eso se suma las porteadoras del denominado comercio atípico, que transportaban toneladas de productos sin necesidad de permiso, comercio que Marruecos califica de contrabando. Al otro lado de la frontera ha quedado mucha gente sin ningún tipo de ingresos. Las dificultades para el intercambio de productos con el país vecino repercute de lleno en la parte española.

El comercio con Marruecos era uno de sus principales motores económicos, unos 700 millones solo en el caso de Ceuta. Por eso piden un estudio exaustivo de cómo repercutirá una inclusión en la unión aduanera europea, porque la ciudad está ya asfixiada. Hay otra pata más, la sanitaria. En Ceuta se atendieron en urgencias a unos 15.000 marroquíes. El 15% del total. Muchos de ellos eran mujeres que llegan a dar a luz en suelo español.

La Cámara de Representantes de Marruecos ha señalado a Ceuta como una "ciudad marroquí ocupada" y ha denunciado que la moción aprobada por el Parlamento Europeo contiene "segundas intenciones" y "falsedades". En el texto se insiste en que es una crisis bilateral entre ambos países y se rechaza el intento inútil de europeizar el conflicto. El presidente de la Cámara ha vuelto a dejar claro que el origen de la crisis es "la actitud" de España respecto al Sáhara.

Informa la corresponsal en Rabat, Ana Jiménez

El Gobierno estudia incluir a Ceuta y Melilla en el espacio Schengen, lo que obligaría a pedir a los marroquíes un visado para poder cruzar la frontera. Es el último capítulo de una crisis diplomática, después de que el Parlamento Europeo haya condenado -de forma unánime- que Marruecos utilice a menores no acompañados para presionar en la frontera. Desde Rabat, el presidente del parlamento marroquí asegura que Ceuta no es territorio europeo, sino tierra marroquí ubicada en tierras del Reino de Marruecos. Sobre la resolución, cree que es un fracaso de España en su intento por europeizar, dice, su crisis bilateral con Marruecos. Mientras, son miles las personas que diariamente cruzan desde Marruecos, la mayoría para importar productos, trabajar en el servicio doméstico o recibir atención sanitaria, aunque desde hace un año Rabat cortó la circulación en la frontera por causa de la pandemia.

Carlota García Encina, investigadora principal del Real Instituto Elcano para EE.UU. y Relaciones Transatlánticas, ha considerado que se ha dado "demasiada importancia" a las llamadas entre Joe Biden y Pedro Sánchez. "Biden está centrado en el ámbito doméstico y no ha llamado a muchos otros líderes", ha explicado en 24 horas de RNE, donde ha señalado que los ministerios de Exteriores sí han tenido relación y que "siempre es buena noticia" que se reúnan los presidentes de Estados Unidos y España.

"En los últimos años no había sintonía entre Trump y el gobierno de coalición en España, era difícil dialogar y negociar, pero lo importante es quedarse con los mensajes positivos que envía Biden a sus aliados europeos y reforzar el vínculo para afrontar los grandes retos mundiales", ha destacado García, que ha mantenido que el Sahara Occidental no es una prioridad para EE.UU.: "Es un tema muy menor en su política exterior".