Regular la jornada de trabajo y evitar la explotación, los desafíos laborales del siglo XXI
En pleno siglo XVI comenzó una lucha que ha tomado impulso con el paso de los años. El precursor fue Felipe II, quien en 1593 emitió un edicto para regular por primera vez en la historia una jornada laboral de ocho horas diarias. Posteriormente, se dieron nuevos pasos en la Inglaterra industrial con Robert Owen. Y, en la década de los 80, las movilizaciones sindicales para conseguir las 40 horas de trabajo semanales.
Ello pende ahora de un hilo con el teletrabajo, que ha llegado para quedarse. El reto sigue abierto: mantener derechos laborales y sociales de los trabajadores y rebajar esas 40 horas del siglo pasado.
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