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Waleed Saleh, profesor de Estudios Árabes de la Universidad Autónoma de Madrid, analiza el triunfo en Egipto del candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi.

Considera que le espera un trabajo muy duro porque tiene que tender puentes hacia los grupos que no le han votado y que han sido afines al régimen anterior.

"La situación económica es una ruina y además tiene que renovar el discurso de los islamistas".

Los Hermanos Musulmanes, dice, tienen una buena idea de lo que es la sociedad egipcia, tienen más capacidad para mejorar la economía. Hay mucho potencial humano como Al Baradei, gente capacitada para llevar adelante una política adecuada.

"Los militares no se van a quedar quietos por lo tanto tendrá también que negociar con ellos".

Sobre la situación en Siria, dice que está en una situación dificilísima, complamente aislado y cada vez con más presión internacional. Una situación en definitiva que espera no dure mucho (25/06/12).

Los países latinoamericanos presionan la gobierno de Paraguay. Argentina y Venezuela han retirado a sus embajadores, el presidente Chávez además ha anunciado que suspende el envío de petróleo. El nuevo presidente Federico Franco no irá a la reunión de MERCOSUR de esta semana.

El islamista Mohamed Mursi es desde este domingo el nuevo presidente de Egipto. El primero desde la caída de Hosni Mubarak en febrero del año pasado. La victoria de Mursi, con casi el 52 por ciento de los votos, lleva a los Hermanos Musulmanes a la presidencia por primera vez en sus 84 años de historia.

Mursi de 61 años es ingeniero y está doctorado en una universidad estadounidense. Estuvo detenido varias veces por su oposición a las medidas represoras del régimen de Mubarak. Esta semana se declaró ganador de las elecciones presidenciales y hace unos minutos se caba de confirmar su victoria.

Disturbios en la capital, Asunción, nada más anunciarse la destitución de Fernando Lugo.No se lo podían creer sus incondicionales. A ellos les agradecía el apoyo tras confirmar que acataba la decisión del Parlamento. Acusado de no haber querido aplicar más mano dura contra los "Sin Tierra" -y eso que, el día 15, un desalojo acabó con 17 muertos, 11 campesinos y 6 policías-, Lugo vio alejarse a sus socios de gobierno y acumularse otras denuncias, por corrupción e inoperancia.Todo derivó en un maratoniano juicio político que, en 24 horas, le condenó a la destitución inmediata...

Elegido democráticamente en 2008, tenía todavía otro año al frente del gobierno, al que llegó como "el obispo de los pobres", apelando al corazón guaraní y a la justicia social, pero sin el respaldo de un partido fuerte y, por tanto, siempre presionado por el poder económico y por los conservadores. El país llegó a crecer un 15% en 2010, aunque han sido más conocidas las demandas de paternidad contra él ó el cáncer que logró superar.Cancilleres de UNASUR, la Unión de Naciones Sudamericanas, presentes en Paraguay, no reconocen al sustituto: el representante de la derecha política, antes vicepresidente, Federico Franco.

El Senado paraguayo ha considerado "culpable" de mal desempeño en sus funciones al presidente, Fernando Lugo, en una sentencia tras el desarrollo de un "juicio político" que supone su inmediata destitución. Tras su destitución, Lugo ha sido sustituido por el vicepresidente, Federico Franco, quien asume la Presidencia de Paraguay. Franco ha asegurado tras jurar el cargo que la "transición" que comienza en el país "se realiza dentro del orden constitucional" y "de ninguna manera pone en riesgo la vigencia y principios democráticos universales".

Los contactos entre los líderes políticos griegos continúan con el objetivo de cerrar este mismo martes un Ejecutivo de coalición en el que es segura la presencia de conservadores y socialdemócratas y al que se pretende sumar al partido de centro izquierda Dimar.

La ronda de contactos sigue esta mañana con una reunión entre el dirigente del socialdemócrata Pasok, Evangelos Venizelos, y el líder de Dimar, Fotis Kuvelis.

Kuvelis presentó este lunes una serie de condiciones para que los 17 diputados que obtuvo su partido en las elecciones del domingo apoyen a una coalición entre Pasok y Nueva Democracia, el partido conservador que ganó los comicios.

La esencia de ese condicionante es la renegociación del programa de ajuste pactado con las instituciones internacionales, con medidas como la reducción de salarios y pensiones comprometida y la ampliación del plazo dado a Grecia para reducir su déficit, la medida que es más probable que Bruselas acepte.

Kuvelis también se reunirá este martes con el dirigente de Nueva Democracia, Antonis Samarás.

Los triunfadores de las elecciones del pasado domingo en Grecia esperan poder formar este martes un Gobierno de unidad que cuente con los conservadores de Nueva Democracia y los socialdemócratas de Pasok, la coalición mejor vista por la Unión Europea. La formación de centro izquierda Dimar también podría unirse al Ejecutivo si se cumplen algunas condiciones previas, entre ellas la renegociación del plan de rescate. Hasta el 30% de las carteras estará ocupadas por personalidades no afiliadas a ningún partido.