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El Ejército israelí ha atacado la madrugada de este domingo el norte, centro y sur del enclave palestino de Gaza, causando más de una veintena de muertos en el bombardeo de viviendas, según fuentes palestinas. Mientras continúan las negociaciones entre los mediadores para intentar llegar a un alto el fuego. Las familias de los rehenes se han manifestado de nuevo esta noche. Dicen que hasta que los secuestrados no vuelvan, las conversaciones no significan nada. Foto: Reuters TV via REUTERS

La milicia chíi libanesa Hizbulá ha hecho público un vídeo en el que muestra una larga red de túneles y armamento en plena tensión fronteriza con Israel, con quién cruza ataques frecuentemente. Este grupo está en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea. Según su líder, Hasan Nasrallah, dispone de unos 100.000 combatientes, pero otras fuentes reducen hasta 50.000. Foto: -/Hezbollah Military Media via Z / DPA

Las autoridades de Catar afirman que los mediadores internacionales "están decididos a avanzar" en las negociaciones para una tregua en Gaza que se celebran en Doha. Según Catar, el diálogo en Doha "se basa en los principios de la propuesta anunciada el 31 de mayo por el presidente de EE.UU., Joe Biden, que fueron respaldados por la resolución 2735 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". Hamás no participa directamente pero sus dirigentes están dispuestos a reunirse con los mediadores en caso de que haya avances. Foto: EFE/EPA/MOHAMMED SABER

Las pocas esperanzas de los gazatíes pasan por Catar, donde este jueves se retoman las negociaciones para un alto el fuego que ponga fin a una guerra que ya ha superado los 40.000 palestinos muertos. Pero la ausencia de Hamás en la mesa de diálogo enfría las expectativas de un acuerdo. En realidad, las negociaciones anteriores siempre han sido indirectas. Hamás e Israel no se han sentado juntos a la misma mesa. Y esta vez, los mediadores dicen que están en contacto con Hamás y les informarán del curso de la negocación. Participan en esta cumbre de Doha representantes de EE.UU. e Israel, además de Catar y Egipto, los mediadores. Estados Unidos ha presionado mucho en las últimas horas a Benjamín Netanyahu para que acepte un acuerdo que podría evitar, además, un ataque iraní y la extensión de la guerra.

La capital de Catar, Doha, acoge este jueves la reunión de los mediadores para abordar un acuerdo definitivo sobre la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego en la Franja de Gaza. Una cumbre que EE.UU. considera clave para impedir que Irán tome represalias directas contra Israel por el asesinato del dirigente de Hamás, Ismail Haniya, en su territorio.

Vivió entre las sombras como agente del Mossad y entre todos los focos su periodo como jefa de la diplomacia israelí y viceprimera ministra. Tzipi Livni participó con Ariel Sharon en la decisión de sacar de Gaza a la fuerza a los colonos israelíes en 2005 y ganó unas elecciones a Benjamín Netanyahu, aunque no pudo gobernar.

Defiende la solución de dos Estados para evitar un conflicto eterno: "Es mejor separar nuestra propia tierra y dividirla. No digo que sea sencillo, pero es lo mejor para el futuro de Israel y Palestina" asegura. 

Livni negoció el fin de la guerra en Líbano en 2006 y lideró las conversaciones de paz con los palestinos más ambiciosas en una década. Cree que es posible contar con "la Autoridad Nacional Palestina, no con Hamás, para el día después de la guerra en Gaza, con la ayuda de los países árabes y Estados Unidos". Sin embargo, observa con desconfianza la mediación de Catar. "La cúpula de Hamás vive en lugares muy agradables de Catar", dice con sorna. Retirada de la política desde hace cinco años, el nombre de Livni es recurrente cuando se buscan alternativas a Netanyahu, pero la que ha sido la mujer más poderosa de Israel desde Golda Meir prefiere seguir dejando, de momento, su silla vacía en los órganos de poder. 

Israel ha atacado más de 20 escuelas en Gaza en tan solo un mes, a pesar de la condena internacional y la presión para alcanzar un acuerdo de alto el fuego. "Estos llamamientos internacionales no funcionan porque la retórica está vacía, no van acompañados de medidas concretas para poner fin al genocidio", denuncia Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos. "Es una vergüenza que la comunidad internacional continúe apoyando política y económicamente a Israel", expresa en el informativo '24 Horas Fin de semana'. Albanese asegura que "las Naciones Unidas tienen un problema muy serio en su interior", porque la influencia de países como Estados Unidos "no permiten hacer justicia". La relatora señala que no hay lugar seguro en Gaza desde el 7 de octubre y que el pueblo palestino está destinado a "un futuro de masacre". "Es un genocidio que no va a parar sin intervención internacional. La sociedad israelí está en una condición psicótica. Ahora las víctimas son los palestinos, pero, a largo plazo, los israelíes también van a pagar por este sistema horroroso".