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Mariano Rajoy ha preferido no comentar nada de su agrio intercambio con el líder socialista y se ha centrado en los argumentos principales de su campaña, que ya sostuvo en el debate: que, aunque "todo el mundo habla", "gobernar no es fácil" y que todavía aguardan a España "tiempos difíciles por delante", por lo que ha llamado a no cometer el "error" de "jugar con las cosas de comer".

El debate cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez presentó pocas novedades respecto a lo que se venía escuchando de uno y otro en la campaña electoral. La discusión giró en torno a cuatro grandes bloques: Economía y Empleo, Estado del Bienestar, Reformas Institucionales y España en el Mundo. Hablaron del rescate bancario, de la política económica. Cuando se abordó el asunto de las pensiones, se vivió uno de los momentos tensos de la noche. Pero el momento más duro fue cuando se tocó la corrupción y empezaron las acusaciones personales. "Usted no es una persona decente", le dijo Sánchez, ante lo que Rajoy protestó por una afirmación que descalificó de "ruin, mezquina, miserable y deleznable".

Manuel Campo Vidal, moderador del cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, cree que la tensión existente entre los dos candidatos a la Moncloa perjudicó al debate. "Fue un debate muy tenso y quizá podía haber sido mejor sin tanta tensión", dice el periodista, que defiende el formato "cara a cara" por ser "el más peligroso" para los políticos, que se ven sometidos a "una altísima exposición" (15/12/15).

El presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, terminó su intervención en el cara a cara comprometiendo "estabilidad", "seguridad" y "certidumbre" para que no haya "un Parlamento que haga imposible la gobernación de este país".

Sin pedir expresamente el voto a los ciudadanos, reivindicó que "en 2011 se inició en España un importante proceso de cambio". "En 2015 estamos mucho mejor, tenemos crecimiento", reivindicó para apuntar que "no tenemos la amenaza del rescate" ni un euro "que se va a ir a ninguna parte".

"Se trata de perseverar", defendió Rajoy para insistir en que España "somos una gran nación" que tiene "mucha cosas que hacer en el futuro". Rajoy enumeró sus cuatro grandes principios para la próxima legislatura: la creación de empleo, el mantenimiento del Estado del Bienestar, la lucha contra el terrorismo y la defensa de la unidad de España.