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Desde que comenzó, sus acciones han caído, sus periódicos venden menos y sus televisiones tienen menos audiencia. Además en su país natal, Australia, el senado ha propuesto investigar News Limited, la filial en el país.

El magnate de la prensa Rupert Murdoch y su hijo James pidieron perdón este martes ante el Parlamento británico por el escándalo de las escuchas ilegales, pero han negado estar relacionados con estas prácticas ilegales. Este miércoles será el primer ministro, David Cameron, el que comparezca ante la Cámara para dar explicaciones sobre un caso que ha salpicado a todas las instituciones británicas.

El dueño de News Corporation, Rupert Murdoch, negó hoy cualquier responsabilidad en el escándalo de las escuchas ilegales practicadas durante años en su periódico "News of the world", si bien se disculpó por ellas y admitió sentirse "avergonzado".

En su comparecencia ante una comisión del Parlamento británico, interrumpida brevemente por la agresión frustrada de un espectador, el magnate aseguró que no se había enterado de la magnitud del caso hasta hace dos semanas, cuando se supo que reporteros del rotativo habían intervenido el teléfono de una niña asesinada.

Al conocer esta intromisión en el buzón de voz de Milly Dowler, Murdoch se sintió "conmocionado, horrorizado y avergonzado", según dijo a los diputados, ante quienes declaró junto con su hijo James, de 38 años y presidente de la división europea y asiática de News Corp.

El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, aseguró hoy en Nigeria que su país "llegará hasta el fondo" del escándalo de las escuchas ilegales llevadas a cabo por el diario británico News of the World.

"Sé que hay gente preocupada por este asunto, pero déjenme decir una cosa: no infravaloro el problema. Los políticos han estado muy cerca de los dueños de los medios. Somos un gran país y vamos a llegar al fondo de esto y a asegurarnos de que no pueda suceder otra vez", señaló Cameron.

Como se esperaba Rebekah Brooks, exjefa de la filial británica de Murdoch, ha rehuído algunas preguntas con el argumento de que podrían interferir en la investigación policial en curso. Y en la que ella fue interrogada el domingo. Y ha mantenido la linea de los Murdoch, que ni autiorizó, ni tuvo conocimiento de prácticas ilegales. Sobre la contratación de investigadores privados para obtener información ha dicho que no eran los únicos, que era lago habitual en los medios a finales de los 90.