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Estados Unidos y la Unión Europea han anunciado nuevas sanciones contra Rusia en plena escalada de violencia en el este de Ucrania. Los incidentes se suceden en las ciudades de mayoría prorrusa. El último ataque ha sido contra el alcalde de Járkov, que se encuentra en estado muy grave.

La tensión sigue al rojo vivo. Un grupo de separatistas ha intentado ocupar  una base militar a 40 kilómetros de Sloviansk. Desde Malasia, el presidente de Estados Unidos acusa a Moscú seguir apoyando a los insurrectos y no mover ni un dedo para resolver la crisis de Ucrania. 

El coronel alemán Oberst Axel Schneider, unos de los inspectores militares europeos retenidos por las milicias prorrusas en Slaviansk, declaró hoy que él y sus colegas no se consideran "prisioneros", sino "huéspedes" del autoproclamado alcalde de esa ciudad ucraniana.

En Rusia es difícil hablar abiertamente sobre orientaciones sexuales no convencionales. La homosexualidad ha sido durante muchos años tabú en esta sociedad pero la ley aprobada en junio del año pasado, que sanciona a quien se manifieste a favor de la homosexualidad en presencia de menores, ha complicado más la situación para gais, lesbianas, transexuales y bisexuales. Un equipo de En Portada ha viajado al país para radiografíar la situación. 

Washington cree que Rusia no está haciendo nada para rebajar la tensión en Ucrania. Desde Corea del Sur, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado que se pondrá en contacto con los principales líderes europeos para coordinar nuevas sanciones contra Moscú.

Ucrania asegura que Rusia ha situado tropas a tan solo un kilómetro de la frontera común en las maniosbras que está llevando a cabo, y que coincide con los enfrentamientos entre tropas ucranianas y milicianos prorrusos en el este del país. El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, advirtió el jueves que el tiempo de Moscú para cambiar el rumbo se acaba. 

Kiev acusa a Moscú de "exportar terroristas" y de emprender una campaña propagandística que supera a las que se hicieron durante la Guerra Fría. En puestos de control cerca de la ciudad ucraniana de Slaviansk, en el este del país, ha habido enfrentamientos entre los militares ucranianos y los separatistas prorrusos. Allí, cinco rebeldes han muerto. 

Rusia advierte que puede haber consecuencias a estas represalias contra las milicias prorrusas. De hecho, ya ha iniciado maniobras militares cerca de la frontera con Ucrania.