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El culto a la personalidad o el cuestionamiento de la democracia son algunos de los rasgo principales de los líder autoritarios. El presidente ruso Vladimir Putin, el líder chino Xi Jinping o el mandatario venezolano Nicolás Maduro son algunos de los arquetipos de este modelo de poder basado en sistemas piramidales en los que suele dominar la opinión del líder y la cultura del miedo. Suelen emerger de una crisis y se abanderan como única solución. Foto: EFE/JOÉDSON ALVES

Mientras sigue la evacuación de ciudadanos de Jersón hacia Rusia, las autoridades prorrusas de la región instan a todos los civiles a salir inmediatamente de la ciudad. La destrucción de infraestructuras energéticas a las puertas del invierno preocupa a la ONU porque expone a millones de personas a penurias extremas. EE. UU. acusa a Irán de desplegar en Crimea a expertos miltares en ataques con drones. La ONU y la OTAN denuncian que vulnera los acuerdos del Consejo de Seguridad. Teherán y Moscú niegan que los aparatos sean iraníes.

Foto: Civiles evacuados de Jersón (EFE/EPA/STRINGER)

Italia tendrá primera ministra en los próximos días. Estamos en Bruselas, donde se ha celebrado la segunda jornada del Consejo Europeo con Ucrania y China como temas principales de la agenda. Entrevistamos a Jose María Faraldo, historiador y profesor de la Universidad Complutense, que nos habla de su libro " Sociedad Z: La Rusia de Vladimir Putin". Rumores en Venezuela sobre una posible disolución del gobierno interino de Juan Guaidó. Nuestro compañero Guillaume Bontoux nos habla de la masacre del estadio de Conakry y del proceso judicial abierto hace unas semanas para depurar responsabilidades.

Hablamos sobre cómo es la sociedad rusa actual y aquella que se crió en la época de la crisis económica de los 90 con José María Faraldo, historiador, profesor en la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro " Sociedad Z: La Rusia de Vladimir Putin".

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha visitado un polígono militar en la región de Riazán, a unos 200km al sureste de Moscú, donde se entrenan algunos de los 300.000 mil reservistas llamados a movilizarse para combatir, si fuera necesario, en la invasión a Ucrania. Según las imágenes difundidas por la televisión rusa, Putin disparó con un fusil de francotirador semiautomático. Otra de sus abundantes demostraciones de fuerza con la que animar a la población rusa en general y en concreto, a los reservistas movilizados desde septiembre. Una decisión que fue mal recibida por muchos en Rusia y que provocó la huída del país, para evitar ser llamados a filas, de muchos rusos.

Jersón se prepara para una gran batalla después de que Rusia haya ordenado la evacuación de civiles de la ciudad ante la ofensiva del ejército ucraniano en esa región del sur del país, una de las cuatro que se anexionó Putin hace unos días. Lo analizamos con Jesús Manuel Pérez Triana, analista de seguridad y defensa.

En Rusia ven con preocupación los últimos decretos del Kremlin. Además de decretar la ley marcial en los territorios anexionados en Ucrania (Zaporiyia, Jersón, Donetsk y Lugansk), Vladímir Putin ha puesto en alerta Crimea y seis regiones rusas limítrofes con el país vecino. Los rusos temen que, junto con el decreto de movilización, estas normas controlen sus movimientos o sirvan para enviar a más hombres al frente. La guerra llega, cada vez más, a los hogares rusos.

Foto: EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOV

En Jersón, Rusia sigue evacuando a miles de personas para ponerlas a salvo, aseguran, de los combates en Jersón. El gobierno de Kiev lo considera una deportación masiva encubierta.

Con la ley marcial, las autoridades prorrusas de las regiones anexionadas planean trasladar a entre 50.000 y 60.000 ucranianos en seis días. Han empezado con policías, funcionarios y trabajadores de bancos. El temor de los jóvenes, que suponga en la práctica una reclutación forzosa y terminen combatiendo contra sus propios compatriotas. La ley también puede restringir sus movimientos.

Foto: EFE/EPA/Administración de la ciudad de Jersón

Serbia es un aliado tradicional de Rusia. Desde el inicio de la guerra, el gobierno de Belgrado no ha condenado de forma explicita la invasión rusa, tampoco ha aplicado sanciones contra las autoridades rusas. Al contrario, firmó varios acuerdos de cooperación con Moscú, en los ámbitos energético y diplomático. Una situación criticada en Bruselas, que pide de forma cada vez más clara a Serbia romper con Rusia si quiere seguir aspirando a entrar en la Unión Europea. Es un reportaje de Guillaume Bontoux.