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El mundo ha celebrado la llegada de 2022 en la segunda Nochevieja marcada por las restricciones contra la pandemia de coronavirus. En capitales europeas como Londres, un espectáculo de fuegos artificiales sobre el río Thamesis ha dado la bienvenida al nuevo año. También Nueva York ha despedido el año 2021 con una celebración en Times Square más reducida de lo habitual. Solo 15.000 personas (suelen ser casi 60.000) pudieron acceder a la icónica plaza para ver de cerca el descenso de la famosa bola de cristales de colores de más de 5.300 kilos que pende sobre uno de sus rascacielos, pero tuvieron que cumplir unos nuevos requisitos, de vacunación completa y mascarilla, que se sumaron a los protocolos de seguridad. En Francia, se habían cancelado los fuegos artificiales, se había restringido el acceso a la zona de los Campos Elíseos y el Argo de Triunfo, los bares tenían que cerrar a las 2:00 horas. También se quedó sin pirotecnia en Berlín, la puerta de Brandenburgo.

España ha celebrado esta medianoche la llegada del 2022 con alegría y esperanza pero con cautela debido al récord de contagios de COVID-19 en la mayoría de comunidades autónomas. Casi todas han aplicado restricciones específicas para contener la sexta ola de la pandemia. La celebración más multitudinaria, sin duda, la de la Puerta del Sol de Madrid donde el aforo se ha limitado a 7.000 personas y se ha exigido el uso de la mascarilla. De hecho, Madrid ha sido laúnica de las diez grandes ciudades de Españay la única gran ciudad europea que ha mantenido la fiesta de celebración de fin de año con las tradicionales campanadas de Nochevieja.

Con aforo limitado y las obligatorias medidas de precaución y distancia social por la pandemia, Madrid ha sido la única gran ciudad europea que ha mantenido la fiesta de celebración de fin de año con las tradicionales campanadas de Nochevieja en el reloj de la Puerta del Sol. Un centenar de policías y miembros de las fuezas de seguridad han velado por la seguridad de los 7.000 participantes permitidos. El continente americano ha sido el último en entrar en este nuevo año. Con sus fuegos artificiales y la tradición de vestirse de blanco, Río de Janeiro ha vuelto a celebrar su fiesta de fin de año en la playa de Copacabana, aunque con menos público debido a la lluvia y las restricciones por la pandemia. No hubo actuaciones musicales. Después de Estados Unidos, Brasil es el país más afectado por el coronavirus, con más de 620.000 muertes. En Nueva York, Times Square, con aforo reducido, solo acogió a 15.000 personas para presenciar en directo el descenso de la famosa bola de colores. En España, con más de 100 mil contagios diarios, la sexta ola pulveriza los récords de las anteriores. La primera ola de 2021 fue en enero y febrero. Se alcanzó una incidencia de 900 casos, hubo dos olas más en primavera y verano, y ahora, la actual, que sigue creciendo. El último dato que deja la incidencia era el doble que en el peor momento de enero.
El presidente del Gobierno ha felicitado el año nuevo en su cuenta de tuiter. Pedro Sánchez asegura que 2021 ha sido un año esperanzador, en el que se ha demostrado que es posible una España mejor. Avanzamos, dice, en una recuperación justa, que llegue a todos. El líder del PP, Pablo Casado, por su parte, ha felicitado el año con un recuerdo a los fallecidos por coronavirus. Considera que 2021 ha sido un año difícil de pandemia y crisis propone pasar del enfado a la tarea. Pide el esfuerzo de todos para sacar España adelante. Los presidentes autonómicos han felicitado el 2022 a sus ciudadanos con los habituales discursos de fin de año. Discursos marcados también por la lucha contra el coronavirus.

Los hospitales no cierran nunca, tampoco en días como hoy. Esta es la segunda Navidad en pandemia y los sanitarios llegan a este último día del año cansados sobre todo psicológicamente. Aun así se van a reunir en pequeños grupos para poder tomar las uvas y dar la bienvenida a un 2022 que esperan que sea mucho mejor. También los pacientes intentarán pasarlo lo mejor que puedan.

Foto: TVE

El Ministerio de Sanidad acaba de precisar a TVE que la reducción del aislamiento a 7 días no es solo para positivos asintomáticos de COVID-19, sino también para quienes tengan síntomas leves que hayan desaparecido tres días antes de que concluya la cuarentena.

Desde este jueves, todas las personas que den positivo en un test tendrán que estar aisladas 7 días en lugar de 10 como hasta ahora... Pero esto, para algunos expertos, vuelve a trasladar la responsabilidad a los ciudadanos. El seguimiento de los positivos está siendo muy complicado en esta sexta ola con la atención primaria desbordada. El miércoles, Gobierno y comunidades decidieron que no es necesario hacerse un test al final del aislamiento.

La sexta ola ha coincidido con una crisis en el suministro de test de antígenos que ha convertido los carteles de "no hay existencias" y las colas en la estampa habitual de las farmacias. La especulación y las dificultades que han econtrado las empresas productoras para obtener los permisos de fabricación, han elevado los precios. Una situación que intentan que poco a poco vuelva a la normalidad. Antonio Blanes, director de servicios técnicos del Consejo General de Farmacéuticos, ha dicho que están doblando los esfuerzos en distribución. La demanda ha sido alta, ha subido más del 500% los días previos a Nochebuena.