Los datos actuales de la pandemia en España reflejan que los nuevos casos son menos graves, aunque también aumenta la presión en los hospitales. En un mes, los ingresos por COVID-19 han pasado de un 3,5 % a más de un 10%. Y en el caso de las UCI la ocupación estaba a principios de diciembre en menos del 9% y ahora en más del 21% de camas ocupadas por estos enfermos en cuidados intensivos.
El pico de hospitalizaciones de esta sexta ola ya supera los de las dos olas anteriores. En abril y agosto el máximo fue de unos 10.500 pacientes y ahora hay más de 12.000 ingresados. Con una incidencia tan disparada, era esperable que los hospitales se volvieran a llenar. La variante Ómicron en los pacientes críticos de momento es un muy infrecuente, la mayoría de ellos tienen infección Delta. Con todo, en la última semana han fallecido más de 300 personas y los expertos advierten que la situación en los hospitales no va a mejorar hasta que no baje la curva de incidencia.