Había convertido las elecciones en un test sobre sí mismo y su gobierno, y por eso Milán es hoy un amargo bocado para Berlusconi. Tras 18 años de hegemonía de la derecha, el candidato de centro izquierda, ha logrado el 48% de los votos, mientras que la candidata de Berlusconi, se encalló en el 41,6%. A la espera de la segunda vuelta, este primer resultado ha encendido las alarmas por la pérdida de una plaza emblemática, en la Liga Norte enfriando su relación con el gobierno.
El principal partido de la oposición celebra el resultado pero se palpa los bolsillos en Nápoles, ciudad asediada por las basuras, donde su candidato oficial ha quedado en tercer lugar superado por el de Italia de los Valores. Después de 15 años gobernados por la izquierda los napolitanos han dado más del 38% de sus votos al partido de Berlusconi. También en Nápoles habrá segunda vuelta.