Miles de personas, entre insurgentes y civiles, han abandonado en autobuses los distritos asediados en dirección a zonas bajo el control de los rebeldes en el oeste y el sur de la provincia de Alepo. El acuerdo ha sido posible al simultanear la salida también de 500 chiíes de las localidades de Fua y Kefraya.
La operación para evacuar a las personas que quedan en los barrios asediados del este de la ciudad siria de Alepo (norte) se ha reanudado este lunes, en paralelo a la salida de personas de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los traslados se reactivan tras la suspensión provocada por la quema de autobuses el domingo. Al menos 3.500 personas han salido de los barrios asediados de la ciudad siria de Alepo (norte), en paralelo a la salida de 500 personas de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, según el Observatorio.
Según el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, este fin de semana quedaban unos 40.000 civiles y 1.500 a 5.000 combatientes con sus familias en las zonas rebeldes de Alepo. Estas operaciones de evacuación han sido posibles gracias al acuerdo alcanzado entre Turquía, aliada de los rebeldes, e Irán y Rusia, que respaldan al Gobierno de Damasco, ha apuntado la ONG.
Suspendida por segundo día la evacuación de población civil y rebeldes de los barrios del este de Alepo, a pesar de que los autobuses estaban preparados.
Encrucijada de civilizaciones y rutas comerciales, hititas, asirios, árabes, mongoles, mamelucos y otomanos dejaron su sello. Pero lo que se construyó a lo largo de más de 2.000 años, ha sido destruido en cuatro de guerra.
El Consejo de Seguridad de la ONU va a votar un proyecto de resolución que exige el despliegue de observadores internacionales en la ciudad de Alepo. Sobre el terreno, se confirma un nuevo acuerdo para evacuar a los civiles sitiados en ambos bandos. Pero de Alepo no ha salido nadie, y hay noticia de nuevos incidentes que complican la evacuación.
El ejército sirio presume de la recuperación de Alepo a las puertas de la vieja ciudadela, donde cuelgan banderas del régimen y una foto propagandística del presidente. No queda mucho. Los destrozos de cuatro años de guerra pasan factura.
Bajo el fuego, los civiles intentan salir de Alepo. En estas condiciones, familias con niños tratan de llegar a los autobuses que los sacan de la ciudad. Pero hoy por segundo día no ha habido evacuaciones. En la zona rebelde todavía hay más de 40.000 civiles, y entre 1.000 y 1.500 combatientes con sus familias.. sin apenas comida, ni agua y con temperaturas que rondan los 6 grados bajo cero.
El máximo responsable de Naciones Unidas para los refugiados exige el fin inmediato de la guerra en Siria y que se permita la salida de los civiles de Alepo. Fuentes del Gobierno sirio aseguran que se van a reanudar las labores de evacuación del este de Alepo organizadas por Rusia y Turquía.
El Ejército sirio ha suspendido la operación para evacuar a los civiles y combatientes rebeldes de la ciudad de Alepo se ha suspendido este viernes, en medio de acusaciones cruzadas de haber roto el alto el fuego. Fuentes militares aseguran que se han producido "obstrucciones" y se ha infringido el acuerdo que permitía la evacuación.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) ha confirmado que se han escuchado explosiones y disparos cerca de la zona de donde parten los autobuses, y que excavadoras y camiones han vuelto a colocar los sacos de arena que servían de barrera.
Un canal de la televisión siria ha culpado a los rebeldes de intentar llevarse a prisioneros consigo, mientras estos acusan a los iraníes que combaten en las filas pro-Asad de haber atacado uno de los convoyes a su paso por el distrito de Ramusa.
El acuerdo para que los milicianos opositores pudieran abandonar Alepo incluía como contrapartida la evacuación de heridos de las localidades de Fua y Kafraya, de mayoría chií y asediadas por los rebeldes desde 2015. Pero este traslado no ha comenzado aún.
A primera hora del viernes el dispositivo, en el que participan Rusia, la ONU y la Cruz Roja, seguía en funcionamiento, con más autobuses y con vehículos privados preparados para evacuar a milicianos y civiles. El jueves, el alto el fuego permitió el comienzo de la operación y la salida de entre 6.400 y 8.000 personas de la ciudad.
Decenas de miles de personas, tanto combatientes como civiles, continúan atrapadasen el último reducto rebelde en Alepo, un área de apenas 2,5 kilómetros cuadrados. Las estimaciones sobre el número exacto varían enormemente en función de la fuente: la ONU asegura que eran 50.000, 40.000 de ellos civiles.