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En Siria, dos potentes explosiones han dejado al menos nueve muertos y más de un centenar de heridos al norte del país. Entre las víctimas hay civiles y militares. La violencia continúa a pesar del alto el fuego y de la presencia de Observadores de Naciones Unidas encargados de verificar el "inexistente" plan de paz.

Al menos ocho personas han muerto este lunes y decenas han resultado heridas en dos explosiones que han tenido lugar en la ciudad siria de Idleb (norte del país).

Según la televisión oficial, las dos "bombas de terroristas suicidas", una en la plaza Hananu y otra en la calle Al Carlton, han provocado víctimas tanto civiles como militares.

Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, eleva los muertos a una veintena. Según esta fuente, las explosiones han tenido lugar junto a edificios de los servicios de inteligencia.

La televisión ha difundido imágenes de restos humanos y charcos de sangre en la zona, así como de edificios dañados y vecinos gritando lemas a favor de Bachar al Asad.

Este domingo ha aterrizado en Damasco el jefe de la misión de observardores de la ONU, el general noruego Robert Mood.

Tiene que comprobar el cumplimiento del plan de paz. Mood ha dicho que por muchos observadores que lleguen no se resolverán los problemas.

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El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado por unanimidad el envío de 300 observadores militares desarmados a Siria para comprobar que se cumple el alto el fuego acordado en el plan de paz auspiciado por el enviado especial, Kofi Annan. Los primeros observadores en llegar a Damasco han comprobado en persona la extrema tensión que vive el país al borde de un guerra civil.

La primera misión de 30 observadores de la ONU que deben verificar el alto el fuego en Siria estará completa y activa la próxima semana, según ha anunciado este viernes en rueda de prensa Ahmad Fawzi, portavoz del enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan.

Unos 61.000 refugiados han abandonado Siria en el último año a causa del conflicto y son asistidos en cuatro países de la región, Irak, Jordania, Líbano, y Turquía, ha anunciado este viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR).

Turquía es la nación vecina que más refugiados acoge, unos 24.000; seguida de Líbano con 21.000; Jordania, con 13.750; e Irak, con 2.400.