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IÑIGO PICABEA (Corresponsal de RNE en Londres). El Reino Unido ha iniciado los trámites legales para extraditar a EE.UU. del clérigo radical musulmán Abu Hamza y otros cuatro acusados de terrorismo. La batalla judicial para evitar su extradición ha concluido este lunes en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En contra de su traslado, sus abogados alegaban que podrían sufrir trato inhumano si eran condenados en Estados Unidos, pero los jueces de Estrasburgo han rechazado su última opción de recurso. El clérigo se enfrenta a una petición de cadena perpetua por, supuestamente, participar en el secuestro de extranjeros en Yemen y planear un campo de entrenamiento terrorista en EE.UU. El caso de uno de los otro cuatro acusados, Babar Ahmad, es controvertido: como ciudadano británico, la defensa exige que sea juzgado en el Reino Unido.

La violencia desencadenada por el vídeo sobre Mahoma en varios paises musulmanes ha provocado este martes en Afganistán la mayor matanza desde que comenzó esta crisis hace una semana. Doce personas han muerto, entre ellos nueve extranjeros, en un ataque suicida en Kabul. En otros países musulmanes han seguido, también hoy, las protestas.

Al menos 12 personas, entre ellas nueve ciudadanos extranjeros, han muerto este martes en un atentado suicida en la capital de Afganistán, Kabul. Los extranjeros trabajaban para una compañía privada en el aeropuerto, añaden las fuerzas de seguridad, que no han precisado la nacionalidad de las víctimas.

En el noroeste de Pakistán, al menos quince personas han muerto y otras siete han resultado heridas al estallar una bomba al paso de un autobús. El artefacto fue detonado por control remoto, según informa la policía. Entre los fallecidos hay tres mujeres y tres niños. Un portavoz de los talibanes de Pakistán ha reivindicado el ataque, y ha precisado que se trata de una represalia después de que los aldeanos de la zona decidieran crear una milicia pro gubernamental.

Se extienden los ataques contra las embajadas de Estados Unidos en Yemen y Egipto tras el realizado contra el consulado de Libia en el que murieron cuatro norteamericanos, entre elloso el embajador.

Hablamos con Fernando Reinares, investigador principal de Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano.

Considera que "estos ataques son la expresión del potencial que han acumulado los movimientos salafistas en países afectados por la primavera árabe". Es un movimiento en auge desde hace años pero que en este momento al amparo de los convulsos procesos de cambio quieren hacer valer su situación para incidir en el proceso de cambio político y para ello aprovechan cualquier circunstancia

En cuanto al poder de "Al Qaeda en la zona, explica, que a día de hoy es una estructura terrorista global con muchos frentes" que durante el último año y medio se ha fortalecido en la Península Arábiga y el Magreb Islámico. Se trata de grupos, dice, que comparten ideología y ambición (13/09/12).

Estados Unidos y Libia investigan de forma conjunta el ataque contra el consulado norteamericano en Bengasi que el pasado martes causó cuatro muertos, entre ellos el propio embajador. Esto ocurre cuando se tienen noticias de que varios manifestantes habrían tomado al asalto la Embajada estadounidense en Sanaa, Yemen.

El presidente Obama ha ordenado el envío a la zona de dos buques de guerra cuyos marines proceden de la base de Rota en Cádiz.

Hablamos con Emilio González Ferrín, profesor de Historia y Pensamiento Árabe Contemporáneo.

Dice que está observando unas reacciones impecables por parte de la Administración norteamericana. También destaca la figura del embajador muerto, el único enviado en Oriente Medio, dice, al que ha visto saludar a la gente en árabe.

"Estas subidas y bajadas de tensión, dice, están perjudicando mucho la imagen del Islam". Entiende que las caricaturas del profeta Mahoma no justifican una reacción tan drástica.

Tendemos a pensar en las teorías conspirativas, añade, cuando en la mayoría de los casos la gente se echa a la calle por razones muy concretas que no puede canalizar de otra forma.

"El Salafismo está creciendo muy peligrosamente". No es, explica el mismo que gana en las urnas y que ha llegado al poder de forma legítima (13/09/12).

Autoridades libias acusan del atentado a miembros del antiguo régimen, leales a Gadafi, y han pedido disculpas a Washington por esta muerte. El ataque se cometía pocas horas después de que otro grupo de islamistas asaltara la embajada americana en El Cairo. Detrás de los ataques está la emisión de un vídeo en una televisión estadounidense que, según los manifestantes, insulta al profeta Mahoma.

Fue el momento que lo que cambió casi todo y desde entonces, cada 11 de septiembre, en el lugar de los hechos se recuerda a los casi 3.000 muertos en los atentados. La ceremonia principal se ha celebrado, como siempre, en Nueva York pero por primera vez, sin discursos políticos. Donde entonces había escombros hoy hay un parque homenaje en el que echa raíces el único árbol que quedó con vida, la zona cero no se llama zona cero y la media de turistas es de más de 10.000 al día.

Estados Unidos recuerda los atentados del 11 de septiembre de hace once años, en los que murieron casi 3.000 personas. Cada año alrededor de cuatro millones de turistas visitan el memorial, guiados por testigos o amigos de las víctimas. Las autoridades han admitido ahora dar cobertura médica a quienes han enfermado de cáncer después de trabajar en el desescombro de la zona cero.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, y su esposa Michelle han guardado un minuto de silencio ante la Casa Blanca con motivo del aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El acto de homenaje se ha celebrado a la misma hora a la que, hace ahora once años, el primer avión impactó contra las Torres Gemelas en Nueva York. Este será uno de los actos con los que el presidente rendirá a las víctimas de los atentados.

Once años después de los atentados del 11-S, los neoyorquinos conmemorarán el aniversario con preocupación por la salud de los trabajadores de emergencias que sirvieron en aquella jornada, y con el telón de fondo de la polémica por la lentitud en las obras de reconstrucción de la Zona Cero.

Cuando las Torres Gemelas, con sus 110 pisos de altura, se vinieron abajo, también lo hicieron miles de toneladas de acero, cemento, cristales y amianto. Miles de litros de combustible de aviación y plásticos ardieron, liberando en la atmósfera sustancias cancerígenas.

La semana pasada, el Departamento de Extinción de Incendios de la ciudad de Nueva York añadió nueve nombres a los 55 ya inscritos en el muro en el que se honra a los bomberos muertos por enfermedades relacionadas con las labores de rescate.

Algunas estimaciones elevan a más de 1.000 el número de fallecidos por enfermedades originadas por el 11-S. En todo el país, al menos 20.000 trabajadores de la Zona Cero han recibido tratamiento médico y 40.000 son objeto de seguimiento en el llamado Programa de Salud del World Trade Center.

Ante esta realidad, la polémica por la reconstrucción de la Zona Cero parece ridícula. Aunque se ha avanzado en el desarrollo de la zona, el proyecto está estancado por peleas políticas y ha incurrido ya en sobrecostes de miles de millones de dólares.