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Hoy hemos encontrado otro efecto del cambio climático en algo tan cercano como los Patios de Córdoba. Las olas de calor cada vez más frecuentes y tempranas, afectan directamente a la floración, dicen, y por este motivo, el ayuntamiento está planteando adelantar el festival, para intentar esquivar las altas temperaturas. Dejaría de ser en mayo, y se trasladaría a finales de abril.

Las culturas prehispánicas siempre consideraron sagrado al Titicaca, el lago navegable más alto de nuestro planeta, elevado 3.812 metros sobre el nivel del mar. Su parte occidental, la perteneciente a Perú (la otra mitad es boliviana) tiene como ciudad y puerto de referencia a Puno. Encaramada en el Altiplano Andino, esta capital departamental lo es también del folclore peruano. El título le fue concedido por la sobreabundancia de danzas tradicionales; cientos de manifestaciones del arte de sus pueblos, que se reúnen cada año en la festividad de la Virgen de la Candelaria, declarada Patrimonio de la Humanidad. César Suaña, antiguo directivo de la Federación Regional de Folclore y Cultura de Puno, y Leonardo Valencia, presidente de la filial barcelonesa de la Asociación Cultural Caporales Centralistas Puno-Perú, nos explican la colosal dimensión de esta sonora y deslumbrante muestra de sincretismo. La capital puneña cuenta, además, con un hermoso centro colonial dispuesto en torno a su Plaza de Armas. El pintor y comisario de arte Nilton Vela y el guía oficial de turismo David Vilca nos muestran la catedral, el arco Deustua y el museo Carlos Dreyer, que exhibe hallazgos del cercano yacimiento arqueológico de Sillustani. En compañía de Gabriela Revilla nos asomamos al mercado y a los miradores sobre el Titicaca. Dentro del agua descubrimos las islas Esteves, Taquile, Amantaní y Suasi. Con el antropólogo Domenico Branca, investigador de culturas peruanas en la universidad de Sassari, visitamos las islas flotantes de los uros, auténticos microcosmos montados sobre grandes bloques de junco, de totora. Más al sur, a la orilla del lago, nos espera la arquitecta Dianet Flores para mostrarnos el rico patrimonio religioso de su ciudad, Juli.

Pocas ciudades han sufrido una transformación tan radical y dirigida como esta antigua villa pesquera del Golfo de Vizcaya. Las bondades terapéuticas de los baños de mar y el aire puro del Pirineo popularizaron Biarritz, hace menos de dos siglos, como destino de salud para clases pudientes. El recordado chapuzón que se dio Napoleón Bonaparte en sus aguas selló el destino de una ciudad cuya única riqueza había sido la caza de la ballena. Fue una andaluza, Eugenia de Montijo, esposa del emperador Napoleón III, la responsable del gran despegue turístico: su amor por Biarritz cristalizó en la construcción de un gran palacio en primera línea de playa, hoy convertido en hotel. El escritor Fernando Castillo, autor de 'Memoria de Biarritz' (editorial Confluencias) y biarrota de adopción estival durante muchos años, nos acompaña en un paseo histórico y emocional que parte del Port Vieux. Nos asomamos a la asombrosa y desconcertante Roca de la Virgen; recorremos calles y plazas entre edificios de estilo art déco y belle époque. No faltan las preceptivas paradas en la pastelería Miremont ni en los casinos. Tampoco un recuento de playas: el guía de la oficina de turismo Guillaume Foussadier nos muestra este borde costero tan apreciado por los surfistas. Con Juan Carlos de Barutell, guía oficial de Iparralde, conocemos los tres principales monumentos religiosos: la iglesia ortodoxa, la capilla imperial y la iglesia de Santa Eugenia. También reflexionamos sobre el futuro de este arrollador modelo de desarrollo turístico, que ha arrinconado a la tradición pesquera, ganadera y cultural de la zona. A través del objetivo de la fotógrafa Séverine Dabadie buscamos los últimos resquicios de autenticidad, cada vez más escasos y escondidos.

Acabamos de conocer los datos del paro de agosto en nuestro país, que muestran, como es habitual en este mes, un aumento del número de desempleados, pero en el caso del turismo, como señala Carlos Abella, secretario general de la Mesa de Turismo, "al ser uno de los sectores que más demanda tiene, tira mucho del empleo".

Abella ha destacado el papel del turismo en nuestro país, sobre el que dice que "sigue siendo el motor que está tirando de la economía", y augura que la bonanza del verano se mantenga todavía un tiempo, debido al auge de la contratación de vacaciones en los meses de septiembre y octubre.

Pasear por el centro histórico de Arequipa es una experiencia luminosa; no solo por su soleado clima, también por el tono claro de la peculiar piedra volcánica –el sillar– que lucen sus edificios con más solera. El escritor y poeta Alonso Ruiz Rosas, agregado cultural de la embajada de Perú en España, nos acompaña en un paseo que parte de la Plaza de Armas en busca de los rincones más especiales del damero urbano colonial y sus aledaños. No falta una visita al gran monasterio de Santa Catalina, donde encontramos al escritor arequipeño Jorge Eduardo Benavides, autor de la novela histórica 'El enigma del convento'. Contamos también con las voces de la arquitecta Natalia Barreda y los guías locales Jessica SonccoEitel Manrique y Álvaro Benavente para completar el retrato sonoro de esta importante ciudad peruana regada por el río Chili y cercada por una lozana campiña que contrasta con la aridez dominante del paisaje, marcado por los volcanes Misti, Chachani y Pichu Pichu. Cerramos nuestro viaje con una excursión al Cañón del Colca para avistar cóndores en compañía del profesional del turismo Paolo Mesía y la viajera Carolina González.

A finales de los años 50, en una España arruinada, la línea dura del franquismo tuvo que abrir las puertas al turismo, que llegaba con sus divisas y su carga de modernidad. Combinando humor, sociología, política y sexo, se presentan las bases del fenómeno del boom turístico de los años 60. Un turismo de masas que saneó la economía española en un tiempo récord y que dio inicio a una etapa de excesos urbanísticos.