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En Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, y una de las más bombardeadas por las fuerzas rusas, los misiles siguen impactando. La caída de la ciudad sería un golpe muy duro para Ucrania, y Rusia lleva intentándolo desde hace dos meses. Ahora, según la inteligencia británica, los rusos han cambiado de estrategia: intentan rodear y embolsar a las fuerzas ucranianas para eliminarlas más fácilmente.
Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

Mikolaiv es el último bastión del sureste de Ucrania frente a la invasión del ejército ruso para hacerse con la costa del país, por ello los 125km que la separan de Odesa se encuentran controlados por numerosos check points y barricadas. Allí los bombardeos son diarios, no hay suministros de agua y los cortes de electricidad son habituales. Además, el aeropuerto ya no existe y los centros médicos son objetivos del ejército ruso. El portavoz del gobierno militar regional explica que la situación en los próximos días “dependerá de la gran batalla que enfrentará a rusos y ucranianos por el Donbas”. Si Moscú gana, Mikolaiv será uno de los siguientes objetivos.

Enviados especiales Aurora Moreno y David Velasco.

El enviado especial de RNE Ucrania,  Fran Sevilla,  se encuentra en Zaporiyia donde las fuerzas rusas están intentando avanzar hacia el norte de esta provincia. Su artillería está castigando duramente las posiciones defensivas ucranianas. Eso está generando un nuevo flujo de desplazados de civiles que huyen de las zonas que ya han sido ocupadas por los rusos o que podrían serlo. Muchos llegan hasta la capital de la provincia donde las autoridades y diversas organizaciones humanitarias les dan ayuda, alimentos y les buscan alojamiento.

Mientras tanto, en los frentes bélicos de esta provincia, según dicen las fuerzas ucranianas, intentan resistir. Saben que es clave impedir que las fuerzas rusas avancen hacia el norte, porque eso consolidaría el corredor que Rusia intenta establecer en todo el sureste uniendo el Dombás con la península de Crimea, el principal objetivo en estos momentos de las fuerzas rusas.

Rusia ha cumplido su amenaza y ha interrumpido el flujo de gas a Polonia y Bulgaria por no pagar en rublos. "Gazprom ha suspendido por completo el suministro de gas a Bulgargaz [la empresa de gas Búgara] y PGNiG [la empresa polaca] por impago en rublos", ha anunciado la empresa estatal rusa en un comunicado.

La medida se toma en cumplimiento de un decreto del presidente ruso, Vladímir Putin, que obliga a pagar en rublos a los países extranjeros considerados "hostiles" a la Federación Rusa en el contexto de la guerra de Ucrania. No obstante, la mayoría de los países europeos se han negado a pagar en rublos a Rusia, o al menos eso han declarado sus gobiernos.

La Comisión Europea ha calificado de "injustificable e inaceptable" la medida rusa, que ha tachado además de "instrumento de chantaje" y ha asegurado la "solidaridad" con los países afectados. 

Foto: OLGA MALTSEVA / AFP

Las tropas rusas intensifican sus ataques en la región de Járkov, al este del país, especialmente al sur de Izium, pero no descuida tampoco sus operaciones en el Donbás, ni las que efectúa en el sur.

En la ciudad portuaria de Odessa, clave para el avance ruso, sus habitantes se preparan para un posible ataque.

Rusia ha cortado hoy el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, tras la negativa de estos dos países a pagar con rublos, atendiendo la exigencia del presidente Putin, para esquivar las sanciones internacionales.


Liz Truss, la ministra de Exteriores del Reino Unido, un país que ha mostrado su respaldo a Ucrania desde el primer momento, va a pronunciar esta tarde un discurso en él que hablará de redoblar ese apoyo.

En Francia, dirigentes del Partido Socialista y del izquierdista "La Francia Insumisa", de Jean-Luc Melenchon, re reúnen hoy para hablar de una posible cooperación en las legislativas de junio, con la vista puesta en un nuevo diseño del mapa político, tras la reelección de Macron.
 

¿Cómo se está adaptando la economía rusa a las sanciones que le han impuesto EE.UU. y la Unión Europea por la guerra? ¿Resistiría que la Unión deje de comprarle gas y petróleo? Se lo preguntamos a Miguel Otero, economista e investigador principal del Real Instituto Elcano.

Andrés, universitario, ha dejado su ciudad, Járkov, para vivir en el pueblo de su tía, donde los bombardeos se oyen más lejos.

Aurora Moreno, nuestra enviada especial a Odessa, nos cuenta cómo sus habitantes se han acostumbrado a vivir con el sonido de las sirenas.

La guerra en Ucrania cumple este martes 62 días. Las tropas rusas continúan su ofensiva dos meses después tanto en el sur como en el este del país, realizando nuevos ataques en Zaporiyia, donde un equipo de RNE lo ha vivido en primera persona. En Moldavia, la región separatista de Transnistria ha denunciado "tres ataques terroristas", lo que ha incrementado la tensión en la zona fronteriza con Ucrania.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, ha asegurado que Rusia continuará las conversaciones de paz con Ucrania y ha advertido del "peligro real" de una Tercera Guerra Mundial. Mientras, el secretario general de la ONU, António Guterres, se ha reunido en Moscú con Vladímir Putin, quien le ha reconocido que la situación en Mariúpol es "trágica".

El enviado de RNE a Zaporiyia, Fran Sevilla, ha afirmado en una entrevista en el Telediario después de que un proyectil de artillería ruso impactara muy cerca de su vehículo: "Hoy hemos vuelto a nacer". El periodista ha asegurado que "ha sido un momento muy tenso" y ha señalado que "salvo algún pequeño rasguño por vidrios, estamos completamente ilesos".

Sevilla ha explicado que, tras abandonar inmediatamente el coche, ha tenido que estar parapetado una hora porque la artillería rusa seguía disparando. "Ha sido una hora muy larga que demuestra la intensidad de los combates", ha añadido.

El enviado especial a Ucrania deRNE, Fran Sevilla, el conductor y otro periodista brasileño que viajan con él, reciben el impacto de un proyectil de artillería rusa al sur de Zaporiyia, camino a Mariúpol. Todos se encuentrana salvo y el coche en el que viajaban ha quedado bastante dañado: han reventado los cristales y hay trozos de metralla incrustados. El proyectil ha caído donde se encontraban, cerca un cruce de carretera donde está laúltima posición de la defensa ucraniana. Los tres han tenido que abandonar el vehículo, tirarse al suelo y esperar una hora, parapetados, a que cesaran los disparos de la artillería, para poder salir rápidamente de la zona.

Odesa lleva semanas blindada ante la amenaza de un gran ataque que, por el momento, no ha llegado. Mientras, centenares de civiles se preparan de manera voluntaria en cursos impartidos por militares para defender la ciudad. Según explican a los enviados especiales de RNE, Aurora Moreno y David Velasco, tienen una duración de 8 horas y entre otros aspectos les enseñan a saber cómo actuar en caso de resultar heridos. Tras el entrenamiento, amas de casa, taxistas y trabajadores de cualquier sector serán divididos entre quienes irán a la línea de frente, quienes defenderán la retaguardia y quienes no serán destinados.