Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Centenares de personas han sido detenidas en Rusia en las protestas contra la movilización militar que ha puesto en marcha el presidente ruso. Cuando se cumplen siete meses de guerra, se intensifican las detenciones de ciudadanos rusos que se oponen a la movilización parcial decretada por Putin para reforzar sus tropas en Ucrania. Por su parte, el director del Consejo ruso de Derechos Humanos ha pedido que se resuelvan algunos problemas en el alistamiento. Según la cadena proKremlin RT, se están enviando notificaciones a personas equivocadas. Mientras, en los territorios ucranianos ocupados prosigue la votación en los referendos de anexión a Rusia. EE. UU. y los aliados del G7 han dicho que no van a reconocer los resultados.

Foto: La policía se lleva a un manifestante detenido tras participar en una protesta no autorizada contra la guerra en Ucrania, en Moscú (EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOV)

La provincia de Járkov, fronteriza con Rusia, fue parcialmente ocupada por Rusia a principios de la invasión. Tomaron ciudades como Kupiansk, un centro ferroviario clave para el abastecimiento de sus tropas. Desde hace días los soldados ucranianos tienen el control, aunque los rusos tratan de resistir.

Foto: Un médico se desplaza en su quad en la ciudad de Kupiansk (IGNACIO VILLIGNACIO/TCE)

Estados Unidos y la Unión Europea no reconocerán los resultados de las consultas populares en los territorios ucranianos ocupados por el ejército ruso. La portavoz de la Casa Blanca ha dicho que los aliados están preparados para imponer "costos económicos rápidos y severos a Rusia". Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reiterado que su país no reconocerá el resultado de un falso referéndum que tampoco apoyará la mayor parte de la comunidad internacional.

Foto: Miembros de la comisión electoral visitan una vivienda en Mariúpol (REUTERS/Alexander Ermochenko)

En Járkov, a unos 80 kilómetros de la frontera rusa, han escapado hace días del asedio, pero aún les persigue un trauma colectivo: la destrucción de la escuela. Gala, una de las vecinas, cuenta entre lágrimas que perdió a su nieto en el bombardeo del colegio. Se refugió allí con amigos para escapar de los ataques y un misil les alcanzó. Otro de los chicos también murió.

Esta es una zona rural, donde empieza a llegar ahora la ayuda humanitaria.

Foto: TVE

Primer día de votaciones en los referendos promovidos por Rusia en las zonas de Ucrania que controla. Sin observadores internacionales, sin garantías y con muchos residentes desplazados por la guerra. Ante una estatua de Lenin, esperan su turno para votar los militares de la autoproclamada república de Lugansk. Lo hacen uno por uno y meten la papeleta sin sobre. "Estamos haciendo todo lo posible para que el proceso sea transparente y legal", afirma Sergéi. Los colegios electorales se visten de los colores rusos y reciben a los votantes con pegatinas donde se lee "Rusia, mi patria".

La "movilización parcial de 300.000 reservistas" decretada esta semana por el presidente rusoVladímir Putin, ya está en marcha en Rusia. Los primeros reclutados ya han empezado a ser notificados de su deber de unirse a las filas del ejército para luchar en Ucrania.

Mientras, otros intentan eludir la citación al abandonar el país por el temor a tener que combatir en el campo de batalla, aunque el Kremlin asegura que solo serán llamados a filas los que tengan experiencia militar.

A pesar de ello, en Moscú y otras ciudades rusas, la movilización parcial es el tema de conversación en el transporte público y en la calle, entre mayores y jóvenes.

En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se han visto duros enfrentamientos entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos. Era la primera reunión de este foro desde que empezó la invasión rusa, y supuso un choque de trenes que puso de relieve lo distante de las posturas entre Moscú y la comunidad internacional.

La operación militar especial, dijo Serguéi Lavrov, el jefe de la diplomacia rusa, era inevitable. Acusó a occidente de encubrir crímenes de guerra contra los rusoparlantes y les advirtió de que enviar armas a Kiev les implica directamente en el conflicto.

Foto: Evan Schneider / UNITED NATIONS / AFP

Masha salió de Rusia a los pocos días de empezar la guerra. En aquel entonces ya temió ser reclutada: "Soy médico y puedo ser movilizada en cualquier momento". Además, asegura que tiene "miedo de hablar en público" y dar su opinión. En España se ha reunido con su hermana, Olga, que ya lleva años afincada. La madre de ambas sigue en Rusia. Temen por el futuro de sus amigos y familiares. Lo mismo cuenta Nina, que lleva aquí más de 20 años: "Van a coger a la gente 'in situ'". En España residen 80.000 personas con nacionalidad rusa.

En las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y en los territorios parcialmente controlados por las fuerzas rusas en Jersón y Zaporiyia han comenzado los referendos de anexión a Rusia, que se extenderán hasta el 27 de septiembre. Los cuatro territorios juntos conforman el 15% del territorio ucraniano. No habrá observadores internacionales. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que actúa como observadora en elecciones, asegura que el resultado no tendrá valor legal porque no se ajusta a la ley ucraniana ni a las normas internacionales, y las áreas no son seguras. Los referendos se producen cuando las fuerzas rusas han perdido terreno ante la contraofensiva de los ucranianos y el presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado una movilización parcial de reservistas.