Yemen: Cuando la esperanza viaja a lomos de un burro
Desde hace casi seis años, Yemen está sumido en una feroz guerra civil que ha devastado al país, desencadenando la que ha sido calificada por la ONU como “la mayor crisis humanitaria del mundo”. El conflicto ha provocado ya cuatro millones de desplazados internos, que se encuentran atrapados en su propia tierra.
Aproximadamente 24 millones de yemeníes, el 80% de su población, necesitan algún tipo de ayuda humanitaria para poder sobrevivir. De ellos, casi 12,5 millones de niños. En este contexto de emergencia salvaje, la asistencia sanitaria, especialmente la relacionada con la administración de vacunas, es aún más importante.
Esa es la misión de Ahmed y el resto de vacunadores que le acompañan: salvar a los niños yemeníes de la polio, una enfermedad capaz de matarlos o de condenarlos a un cuerpo deformado para el resto de sus vidas. Pero lo todos los miembros del equipo de Ahmed son humanos. Entre ellos, también hay un burro, en quien recae el cometido fundamental de transportar la nevera con las vacunas, junto con las pesadas bombonas de gas que hacen posible su funcionamiento.