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La situación en la central nuclear de Zaporiyia continúa siendo "arriesgada y peligrosa", según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que ha dicho que "cualquier nueva desconexión pondrá a la planta a un paso del desastre". Por eso, ha pedido al grupo de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que visite y supervise la central lo antes posible. Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente de nuevos ataques en las inmediaciones de la planta. La agencia nuclear ucraniana ya está evaluando posibles daños y alerta del riesgo de "pulverización de sustancias radiactivas".

Foto: La central nuclear de Zaporiyia (REUTERS/Alexander Ermochenko)

La situación en la central nuclear de Zaporiyia alimenta la preocupación internacional por su seguridad. La central, la mayor de Europa, ha estado desconectada durante horas de la red eléctrica general ucraniana y con los reactores apagados. Este viernes, al menos dos de los reactores se han reactivado, y ambos -con una diferencia de horas- han podido ser conectados a la red eléctrica, según ha informado la agencia ucraniana de energía nuclear, Energoatom.

Foto: Un soldado ruso hace guardia en la central nuclear de Zaporiyia (AP Photo/File)

Ucrania ha celebrado este miércoles su Día de la Independencia en un ambiente tenso por el temor a nuevos ataques rusos tras las recientes operaciones en la anexionada península de Crimea y justo seis meses después del inicio de la invasión rusa, en un día en el que el primer ministro británico, Boris Johnson,  ha visitado por sorpresa Kiev y ha anunciado más apoyo al país ucraniano.

Tal como había pedido su presidente, Volodímir Zelenski, no ha habido grandes celebraciones masivas, ya que el temor a que Rusia estuviera preparando un ataque "especialmente cruel" para conmemorar el 31 día de la Independencia de la antigua república soviética estaba presente entre los ciudadanos.

A primera hora de la mañana, Zelenski ha dirigido un saludo a la nación y ha asegurado que Ucrania no iniciaría negociaciones por miedo.

"¿Cuál es el final de la guerra para nosotros? Antes decíamos: paz. Ahora decimos: victoria. No buscaremos un acuerdo con los terroristas", ha afirmado el líder ucraniano.

Se cumplen este miércoles seis meses desde que comenzó la guerra en Ucrania, una guerra que comenzó el pasado 24 de febrero, después de que las tropas rusas hicieran unas maniobras militares. Un conflicto con ataques indiscriminados contra la población civil, que ha provocado el desplazamiento de millones de personas hacia el oeste del país y fuera de sus fronteras. La diplomacia europea cree que el presidente ruso, Vladimir Putin, no va a parar porque aún no ha conseguido sus objetivos. El conflicto ha dejado ya, según Naciones Unidas, al menos 5.500 muertos.

Foto: Un militar ucraniano sobre un tanque en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.

Se cumplen 6 meses desde el comienzo de la guerra de Ucrania y las secuelas que continúa dejando en la vida de las personas siguen siendo incontables, especialmente en el caso de los niños por ser los más vulnerables. Vicente Raimundo, director de programas internacionales de Save the Children, ha subrayado en Las Mañanas de RNE que, aunque los niños “tienen una capacidad enorme de adaptación”, no podemos olvidarnos “del precio de esa adaptación” y es que ya son seis millones de menores los que han sido desplazados y “cuyas vidas han sido arrancadas y trasplantadas”, como indica Raimundo.

Olga Tarnoska es ucraniana y vive en Vishgorod, a apenas 10 km de Kiev. Explica que su ciudad ha recuperado el pulso gracias a los desplazados de las zonas más afectadas y coincide en que son muchos los tipos de heridas que dejan los conflictos: “La guerra destruye: destruye tu salud y tu salud mental”.

Aunque las cifras no pueden ser comprobadas, debido a que es imposible acceder a ciertas zonas, desde Save the Children estiman que más de 360 niños y niñas han fallecido en estos seis meses y se sabe que otros 600 han sido heridos. Unos números que Vicente Raimundo califica como “altísimos”. Además, recuerda que como en todas las guerras son muchos los aspectos del derecho internacional humanitario que se han vulnerado. Un comportamiento que, como indica: "Está prohibido cuando es intencionado". Puesto que, como añade, dichos acuerdos buscan "preservar la vida de las personas que son ajenas a un conflicto armado".

138.000 ucranianos han recibido protección en España desde que empezó la guerra y la gran mayoría continua en albergues, hostales o centro de acogida a la espera de poder acceder a una vivienda propia. Mónica López, responsable de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, explica que la situación económica con la que cuentan, a pesar de las ayudas, no les permite garantizar una estabilidad a largo plazo, por lo que la incursión al mundo del alquiler se vuelve prácticamente imposible. Ya son casi 12.000 los ucranianos que han encontrado trabajo, la mayoría en el sector servicios, pero la inserción laboral sigue siendo muy complicada. Además, la división de las familias y la ansiedad que ello produce ha provocado que, a día de hoy, cerca de 6.000 personas hayan abandonado el sistema de acogida, como indica Mónica Pedraza, portavoz de ACCEM.

Informa, Minerva Oso.