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Tras tomar la ciudad de Lisichansk y anunciar el control de toda la región oriental ucraniana de Lugansk, Rusia tiene por delante la batalla por la provincia de Donetsk, donde Kiev aún controla un 45 por ciento del territorio y promete ofrecer una feroz resistencia.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó hoy a sus militares y a las milicias del autoproclamada República Popular de Lugansk por la "liberación" de esa región oriental ucraniana, que Moscú reconoce como Estado independiente, y dijo que espera los mismos éxitos en los otros frentes.

El ministro de Defensa ruso informó a Putin de que durante la ofensiva que permitió tomar el control de las ciudades de Severodonetsk y Lisichansk y otras 22 localidades las Fuerzas Armadas de Ucrania sufrieron 5.469 bajas, 2.221 de ellas mortales, y perdieron 196 tanques y otros blindados, 12 aviones, un helicóptero, 69 drones y otro armamento diverso. "En estos momentos se lleva a cabo el desminado de Lisichansk, se suministra ayuda humanitaria y asistencia médicas a la población civil", dijo el ministro.

Las tropas ucranianas se han retirado de Lisichansk, su ultimo bastion en Lugansk. Con la caída de la ciudad, toda la región está ya bajo control ruso y Moscú intensifiva la batalla en el resto del Donbás. Un ataque múltiple con lanzacohetes ha dejado seis muertos y una veintena de heridos en Sloviansk.

Foto: Un proyectil sin detonar en un jardín de Kramatorsk (Genya SAVILOV/AFP)

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha informado de la "liberación" de la región de Lugansk, tras la caída de la ciudad de Lysychansk, el último bastión de la resistencia ucraniana. Las autoridades ucranianas confirman el repliegue de sus tropas, pero dicen que aún pueden tratar de reconquistarla. De no ser posible, la provincia de Donetsk, aún en manos de Ucrania, correría grave peligro, al igual que Járkov, la segunda ciudad más poblada del país.

Informa César Díaz

Pese al ruido de las explosiones, los artificieros ucranianos tratan de desactivar y extraer un proyectil caído en un jardín en Kramatorsk, en el Donbás.

Foto: Restos de un misil en Kramatorsk (REUTERS/Stringer/File Photo)

  • "Les juro que ni un solo soldado bielorruso está luchando en el territorio de Ucrania", ha dicho
  • El presidente bielorruso ha asegurado que "lucharemos solo en un caso de que invadan nuestra tierra"
  • Según Lukashenko, Occidente buscaría implicar a Minsk en la guerra para "acabar de un solo golpe con Rusia y Bielorrusia"

Tras los últimos ataques de Rusia a Ucrania, el vicealcalde de Kiev, Nikolai Povoroznik, cree que la capital no puede dormir tranquila porque sigue siendo el objetivo de Moscú: "Kiev fue y será el objetivo principal de los ocupantes rusos.  Ahora no están cerca, pero quieren seguir sembrando el miedo.  Dicen que solo van a atacar objetivos militares, pero sus misiles están cayendo en edificios civiles", le cuenta el vicealcalde a María Eulate y David Velasco, enviados especiales. La huella de los proyectiles es visible en algunos barrios de la periferia de la ciudad y Povoroznik explica que miles de ucranianos están volviendo a la capital, menos los niños. "Hay 50 puntos muy dañados, entre ellos más de 200 viviendas.  Hay que reconstruirlas antes de que se necesite la calefacción para que la gente pueda volver a sus casas", cuenta.

La cumbre de la OTAN de Madrid finalizó ayer y según Nicolás de Pedro, jefe de investigación del Instituto Statecraft de Londres, lo hizo “con un mensaje claro de unidad y fortaleza” que muestra “una OTAN revitalizada”. De pedro ha señalado en Las Mañanas de RNE la importancia del apoyo de la Alianza a Ucrania, sin el cual considera que “caerá”, pero ha destacado la desigualdad que existe en estos apoyos entre los países miembros. Además, opina que las intenciones de Putin no son las de empezar una tercera guerra mundial, sino las de poner en cuestión el Artículo 5 de la OTAN y no descarta que busque para ello “su propia isla de Perejil”, es decir, un objetivo ambiguo con el que generar desestabilidad entre los países miembros.

Poco antes de despegar rumbo a Europa, a Joe Biden le preguntaban si teme ver divisiones en la OTAN: "No lo temo, pero sí creo que en un momento dado será cuestión de dejar pasar el tiempo, de ver qué pueden aguantar los rusos y qué está dispuesta a soportar Europa". La Casa Blanca ha impulsado durísimas sanciones a Rusia y están enviando armas cada vez más sofisticadas a Ucrania, ayuda militar en cifra récord. "Es la forma de forzar a Rusia a negociar, ahora no están interesados en hablar porque creen que están ganando terreno", explica Alexander Vershbow, diplomático estadounidense.

Foto: AP / Susan Walsh