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Las acusaciones de fraude en los últimos comicios parlamentarios han empujado a miles ciudadanos a formarse como observadores voluntarios. Muchos de ellos no tienen una clara adscripción política, pero quieren que el proceso sea limpio.

  • Su ascenso meteórico al poder en 1999 se cimentó en la Guerra de Chechenia
  • Incrementó su poder ejecutivo tras los secuestros del Dubrovka y Beslán
  • Colocó a Medvédev en el Kremlin para seguir controlando los hilos del poder
  • Estos años se ha cimentado una clase media urbana que ahora le rechaza

En Rusia, hoy cierre de campaña para las elecciones presidenciales del próximo domingo. Casi nadie pone en duda que el vencedor va a ser el primer ministro Vladimir Putin, que si gana, repetiría cargo. Su apoyo ha caído en picado en las grandes ciudades pero en las provincias, muchos rusos siguen confiando en él.

En Rusia, las elecciones presidenciales son este domingo. El primer ministro y candidato Vladímir Putin acusa a la oposición de estar preparándose para desprestigiar los comicios, después sus repetidas denuncias de fraude electoral de las parlamentarias de diciembre. A pesar de que la oposición gana visibilidad en la calle, Putin se perfila como el claro favorito.

Beslán se queda en silencio después de la muerte de 380 personas en el asalto a la escuela de Beslán, que había sido tomada con 1.100 personas en su interior por parte de terroristas separatistas chechenos en ingusetios. La resolución de la crisis por parte del Gobierno de Putin y la posterior legislación antiterrorista que reforzaba el poder del ejecutivo y recortaba libertades fue criticada dentro y fuera de Rusia.

El hundimiento del submarino nuclear Kursk en el Mar de Barents con sus 118 tripulantes a bordo cuando participaba en unas maniobras militares fue el primer revés de Putin, que reaccionó tarde a la crisis y no reconoció a tiempo la gravedad de la situación, rescatando el secretismo informativo de la extinta URSS.

Vladimir Putin asciende del total anonimato como agente de la KGB a primer ministro primero y presidente después con el impulso de la Guerra de Chechenia. Se convertiría en absoluto dominador de la política rusa como representante de una nueva generación de líderes pero con multitud de incógnitas sobre sus reales intenciones democráticas y su relación con los oligarcas que dominan la economía del país.

La primera crisis terrorista seria con Putin como presidente se produjo en el mismo Moscú, en el teatro Dubrovka, cuando un comando checheno secuestró a cientos de personas y a los actores que representaban la obra. Tras tres días de negociaciones, el ejército puso fin al asalto con el polémico uso de gases tóxicos. Murieron 170 personas entre rehenes y secuestradores.

El 2 de marzo de 2008 Dimitri Medvédev fue elegido nuevo presidente de Rusia en sustitución de Vladimir Putin, que no podía optar a la reelección, Medvédev fue designado sucesor por el propio Putin y pertenece al clan de San Petesburgo, el círculo de confianza del líder ruso, para asegurarse seguir controlando los hilos del poder.

Los servicios secretos de Rusia y Ucrania aseguran haber frustrado un atentado contra el primer ministro, Vladimir Putin. Los sospechosos planeaban atentar contra la vida de Putin después de las elecciones presidenciales del próximo domingo, en las que es el máximo favorito.

Multitudinario mitin este jueves en Moscú del primer ministro Vladimir Putin, que se presenta el próximo día 4 de marzo a las elecciones presidenciales con muchas posibilidades de ganar. Ante más de 130.000 personas, Putin ha hecho un discurso patriótico para defender el país, ha dicho, y continuar la batalla por Rusia.

Algunos expertos alertan del ascenso de los grupos ultranacionalistas en Rusia, y de los intentos de Putin por ganárselos. A dos semanas de las elecciones presidenciales en Rusia, decenas de miles de personas han salido a la calle a favor y en contra de Vladimir Putin, que sigue siendo el favorito. Ayer fueron los partidarios del primer ministro quienes llenaron de banderas ciudades de toda Rusia y acabaron con una colorista caravana en Moscú. Este mediodía ha sido la oposición la que ha desfilado en coche por el centro de la capital para pedir limpieza en las votaciones.

Unas 200 MIL personas han salido a las calles de Moscú para manifestarse a favor y en contra de Vladimir Putin. Aunque la oposición TEMÍA menos asistencia por el frío, decenas de miles de personas han protestado contra el fraude electoral, cuando falta justo un mes para las elecciones que pueden devolver a Putin a la presidencia.