El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, está interpretando el papel más complicado de su carrera. En el pasado fue cómico y actor, pero su figura nunca había sido tan mediática como en este momento. En medio de un conflicto retransmitido en vivo, ha pasado de ser un presidente cuestionado para convertirse en el líder de un país invadido.
Zelenski llegó al poder en 2019, tras barrer en las elecciones a su rival, Petró Poroshenko. Su rostro era familiar para los ucranianos tras protagonizar “Servidor del Pueblo”, la comedia televisiva que predijo su ascenso a la política. En ella interpretaba a un sencillo maestro que llegaba a convertirse, de forma inesperada, en presidente de Ucrania.
Con su discurso contra la corrupción y su intención de acabar con la guerra en el Donbás conquistó a una población descontenta con la élite gobernante. Defensor de acercar Ucrania a Europa y la OTAN, ha desarrollado una intensa actividad diplomática para conseguirlo. A pesar de todo, antes del estallido de esta guerra su popularidad estaba en caída libre por una serie de políticas erráticas fruto de su inexperiencia.
Ahora, el conflicto lo ha hecho resurgir como símbolo de la nación. Independientemente de lo que suceda, pasará a la historia como el cómico que se enfrentó a la todopoderosa Rusia de Putin.