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La invasión de Ucrania ha provocado un éxodo innédito en Europa en décadas. Más de cien mil refugiados han atravesado la frontera en las últimas 24 horas y suman ya 800.000 desde que comenzó la guerra. Una salida que se ha intensificado tras el ataque a la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia. En la frontera no faltan voluntarios para recibirlos, médicos, psicólogos, transportistas y vecinos que ofrecen comida y mantas. Polonia se ha volcado con la acogida de estos refugiados y muchos voluntarios y vecinos que viven cerca de la frontera han montado carpas para acoger a estas familias. Muchos ofrecen su coche por muchas personas necesitan transporte, apoyan a los ucranianos que llegan sin nada. "Pero lo peor está al otro lado de la frontera", nos dicen.

Informa Laura Alonso, enviada especial a la frontera polaca

Rusia ha culpado a Ucrania de no cumplir los corredores humanitarios acordados para evacuar a los civiles en Mariúpol y Volnovaja. "El régimen ucraniano tiene como rehenes a los ciudadanos extranjeros y en general a la población pacífica civil",  ha afirmado el ministro de Exteriores, Sergéi Lavrov. La mano derecha de Vladímir Putin ha asegurado el ejército ruso ha cumplido con el alto el fuego, aunque las autoridades locales ucranianas hablan de múltiples violaciones.

Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo

Foto: Ministerio de Exteriores de Rusia vía Reuters

España completa hoy su entrega de armamento a Ucrania con dos aviones que parten desde Albacete. A su vez, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez recibe esta tarde a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para abordar la guerra y sus repercusiones en los precios de la energía. Esta visita se marca en la agenda de contactos que se mantendrán con los principales líderes europeos. El lunes Sánchez se reunirá con el Presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi.

Informa Javier Álvarez

Vladimir Putin podría ser el hombre más rico del mundo. Se calcula que posee más de 100.000 millones de dólares, aunque el alcance de su riqueza continúa siendo un misterio. Nació en Leningrado en 1952 en una familia obrera y a los 11 años ya era cinturón negro en Judo y Sambo. Con tan solo 23 fue reclutado por el KGB y en 1998 se convirtió en el jefe de las Fuerzas Especiales Rusas. A finales de 1999 Vladimir Putin ganó sus primeras elecciones y desde entonces no ha parado de acumular poder y dinero. Oficialmente gana 140.000 dólares al año, tiene tres coches y dos apartamentos. Según el Kremlin, es un hombre de gustos sencillos, pero su tesoro oculto, no tiene parangón. O eso afirma su principal opositor, Alexei Navalny, pero ¿de dónde sale el dinero? Varias investigaciones apuntan a la malversación de dinero público. Gran parte podría estar oculta a través de una red de paraísos fiscales en manos de aliados, amigos y familiares. Los Papeles de Panamá destaparon como su compañero de judo, Arkady Rotenberg, ha acumulado 7.000 millones gracias a contratos estatales. O Igor Sechin, que pasó de las filas del KGB a dirigir la petrolera estatal rusa, Rosneft. Boris Nemtsov, ex viceprimer ministro del Gobierno de Yeltsin, afirmó en 2015 que Putin tenía una multitud de jets privados, helicópteros y yates de lujo así como acciones en las empresas petroleras y energéticas más importantes de Rusia. Poco después fue asesinado a las puertas del Kremlin. Putin se une así a las listas "Nacionales especialmente designados" del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, entre los que se encuentran Nicolás Maduro, Kim Jong-un de Corea del Norte y Bashar Al Asad.

Foto: REUTERS/ Imagen de archivo

Los bombardeos rusos siguen cobrando intensidad. Mariupol asegura estar sin agua, eletricidad y calefacción, mientras que Chernigov también sufre duros ataques. Hablamos con nuestra enviada especial a Leópolis, Mónica Cartes. Charlamos con Lucas Martín Serrano, analista en inteligencia y seguridad y autor del libro " Visión global: el mundo en constante evolución".

La guerra de Ucrania ha llegado al noveno día con un ataque que ha desatado la alarma mundial. El ejército ruso ha conseguido hacerse con lac entral nuclear de Zaporiyia tras un bombardeo que dio origen a un incendio. Ha conseguido ser extinguido por bomberos ucranianos, pero tres personas han muerto y dos han resultado heridas.

La central nuclear de Zaporiyia es la mayor de Europa y la tercera del mundo. Posee seis reactores, los cuales han sido desconectados, salvo el número cuatro, que funciona al 60% de su potencia. No se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual, ha asegurado el regulador nuclear ucraniano. A pesar de que los rusos han tomado el complejo, el personal permanece en la planta y controla su correcto funcionamiento.

El ataque ha puesto de manifiesto el riesgo que supone la guerra para la seguridad nuclear del país y el continente. Aunque las autoridades ucranianas han asegurado que los reactores de la central permanecen intactos y no hay daños que impliquen peligro, el fantasma del desastre de Chernóbil ha hecho aparición durante este incidente. De haber estallado, los expertos calculan que la catástrofe habría sido 10 veces mayor que la de 1986.

El primer día Rusia dijo que los ataques serían de alta precisión y contra enclaves militares. Hoy mismo ha distribuido estas imágenes que hablan de una operación quirúrgica. Pero si miramos ciudad por ciudad, la imagen es apocalíptica, repleta de casas y edficios residenciales bombardeados. Esto es Borodyanka, al oeste de Kiev. Con más de un millón de personas fuera del país, las cámaras de seguridad graban lo que podrían haber sufrido si se hubieran quedado.

Firme opositor al gobierno ruso, como ha demostrado en varias ocasiones, Garry Kaspárov, nacionalizado croata como protesta, no se muerde la lengua sobre Putin y afirma que estamos en la Tercera Guerra Mundial: "No defendemos solo a Ucrania, defendemos el orden Mundial; si Putin gana en Ucrania, China hará lo mismo en Taiwan", ha afirmado.

[Rusia -. Ucrania, la guerra en directo | Sigue la última hora]

Katia ha perdido su trabajo en Rusia por firmar una carta contra la guerra. Nada más ver su nombre en la lista, nos cuenta, sus jefes la llamaron, con solo dos opciones: retractarse o despido inmediato. "Estaba absolutamente convencida de que tenía que firmar. No solo por la terrible situación en Ucrania, también por cómo
afecta a la industria rusa y nuestras vidas" explica Katia. Ahora mismo, asegura, pueden encarcelarte por cualquier cosa. "Vivimos en un puro estado de terror y ansiedad, muchos de mis amigos se están marchando al extranjero, relata", añade.

En Kiev, muchos civiles se preparan para defender la ciudad de los ataques rusos junto con el ejército ucraniano. La mayoría son exabogados, gerentes o conductores sin experiencia militar que han vuelto a Ucrania para luchar después de haber mandado a sus familias a Europa. Son la resistencia ucraniana. Mientras esperan la guerra, se preparan, cavan trincheras y construyen barricadas en varios puntos de la capital. “¿Cuánto tiempo llevamos bajo el yugo de Moscú? Casi cuatrocientos años. Tenemos que deshacernos de estos alborotadores de una vez por todas. Esa es nuestra motivación”, dice un voluntario ucraniano dispuesto a luchar en la guerra. Son conscientes de que será complicado, pero se muestran positivos y confían en la victoria de Ucrania. Aseguran que no se van a rendir. "Tenemos una nación que siempre se levanta en momentos difíciles", añade. El Ejército ucraniano dice haber detenido el avance enemigo hacia la capital, aunque más fuerzas rusas están confluyendo sobre la ciudad desde el norte de Bielorrusia y el este de Rusia. Se lleva días esperando un convoy militar ruso de más de 60 kilómetros de extensión. Por ahora, los ataques se han intensificado en el este del país. La segunda ciudad más poblada, Járkov, se ha llevado la peor parte con el lanzamiento de cohetes sobre barrios residenciales y enfrentamientos en las calles con cientos de heridos y más de una decena de muertos. Kiev y sus civiles, mientras tanto, esperan con tensa calma el asalto de las tropas rusas.