Victoria Koval es ucraniana que está en un búnker en Kiev con su hermana y su novio y 100 personas más. "Somos como una familia. Nos repartimos comida y nos ayudamos los unos a los otros", señala en una entrevista con el Canal 24 Horas.
Solo tienen un baño para 100 personas y también hay niños. Llevan allí encerrados durante ocho días y solo sale para comprar lo necesario.
La guerra de Ucrania ha llegado al noveno día con un ataque que ha desatado la alarma mundial. El ejército ruso ha conseguido hacerse con lac entral nuclear de Zaporiyia tras un bombardeo que dio origen a un incendio. Ha conseguido ser extinguido por bomberos ucranianos, pero tres personas han muerto y dos han resultado heridas.
La central nuclear de Zaporiyia es la mayor de Europa y la tercera del mundo. Posee seis reactores, los cuales han sido desconectados, salvo el número cuatro, que funciona al 60% de su potencia. No se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual, ha asegurado el regulador nuclear ucraniano. A pesar de que los rusos han tomado el complejo, el personal permanece en la planta y controla su correcto funcionamiento.
El ataque ha puesto de manifiesto el riesgo que supone la guerra para la seguridad nuclear del país y el continente. Aunque las autoridades ucranianas han asegurado que los reactores de la central permanecen intactos y no hay daños que impliquen peligro, el fantasma del desastre de Chernóbil ha hecho aparición durante este incidente. De haber estallado, los expertos calculan que la catástrofe habría sido 10 veces mayor que la de 1986.
Ucrania se ha transformado a marchas forzadas. La vista de Kiev es hoy un paisaje de guerra. Reservistas y voluntarios están adaptando preparan barricadas, cavan trincheras e instalan puestos de control. Solo hay que ver las caras de algunos de ellos para darse cuenta de que, hasta ahora, nunca habían sostenido un rifle.
El primer día Rusia dijo que los ataques serían de alta precisión y contra enclaves militares. Hoy mismo ha distribuido estas imágenes que hablan de una operación quirúrgica. Pero si miramos ciudad por ciudad, la imagen es apocalíptica, repleta de casas y edficios residenciales bombardeados. Esto es Borodyanka, al oeste de Kiev. Con más de un millón de personas fuera del país, las cámaras de seguridad graban lo que podrían haber sufrido si se hubieran quedado.
Firme opositor al gobierno ruso, como ha demostrado en varias ocasiones, Garry Kaspárov, nacionalizado croata como protesta, no se muerde la lengua sobre Putin y afirma que estamos en la Tercera Guerra Mundial: "No defendemos solo a Ucrania, defendemos el orden Mundial; si Putin gana en Ucrania, China hará lo mismo en Taiwan", ha afirmado.
Katia ha perdido su trabajo en Rusia por firmar una carta contra la guerra. Nada más ver su nombre en la lista, nos cuenta, sus jefes la llamaron, con solo dos opciones: retractarse o despido inmediato. "Estaba absolutamente convencida de que tenía que firmar. No solo por la terrible situación en Ucrania, también por cómo
afecta a la industria rusa y nuestras vidas" explica Katia. Ahora mismo, asegura, pueden encarcelarte por cualquier cosa. "Vivimos en un puro estado de terror y ansiedad, muchos de mis amigos se están marchando al extranjero, relata", añade.
En Kiev, muchos civiles se preparan para defender la ciudad de los ataques rusos junto con el ejército ucraniano. La mayoría son exabogados, gerentes o conductores sin experiencia militar que han vuelto a Ucrania para luchar después de haber mandado a sus familias a Europa. Son la resistencia ucraniana. Mientras esperan la guerra, se preparan, cavan trincheras y construyen barricadas en varios puntos de la capital. “¿Cuánto tiempo llevamos bajo el yugo de Moscú? Casi cuatrocientos años. Tenemos que deshacernos de estos alborotadores de una vez por todas. Esa es nuestra motivación”, dice un voluntario ucraniano dispuesto a luchar en la guerra. Son conscientes de que será complicado, pero se muestran positivos y confían en la victoria de Ucrania. Aseguran que no se van a rendir. "Tenemos una nación que siempre se levanta en momentos difíciles", añade. El Ejército ucraniano dice haber detenido el avance enemigo hacia la capital, aunque más fuerzas rusas están confluyendo sobre la ciudad desde el norte de Bielorrusia y el este de Rusia. Se lleva días esperando un convoy militar ruso de más de 60 kilómetros de extensión. Por ahora, los ataques se han intensificado en el este del país. La segunda ciudad más poblada, Járkov, se ha llevado la peor parte con el lanzamiento de cohetes sobre barrios residenciales y enfrentamientos en las calles con cientos de heridos y más de una decena de muertos. Kiev y sus civiles, mientras tanto, esperan con tensa calma el asalto de las tropas rusas.
La empresa Maxar Technologies, que ha venido ofreciendo imágenes satelitales de las posiciones de las tropas rusas de la Guerra en Ucrania, ha elaborado un vídeo en el que puede verse las dimensiones del convoy ruso que se dirige a Kiev.
El convoy parece detenido desde hace días. EE.UU. lo atribuye a la resistencia del Ejército ucraniano y Reino Unido a problemas logísticos, aunque también hay temor de que Rusia haya podido frenarlo con alguna estrategia ofensiva para concentrar sus fuerzas. Según las últimas informaciones del departamento de Defensa de EE.UU. el convoy podría estar a unos 30 kilómetros del centro de la capital.
Ucrania es el tercer país de la Unión Europea, tras Francia y Eslovaquia, que más depende de la energía nuclear. Actualmente tiene cuatro centrales nucleares en funcionamiento, con un total de quince reactores. La mayor de ellas, Zaporiyia, con seis reactores, ha sido objeto de un ataque ruso en las últimas horas.
Jorge Dezcallar, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia y exembajador de España en Marruecos, ha asegurado en Las Mañanas de RNE que el ataque de las fuerzas rusas a la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, Ucrania, supone un punto de inflexión en la invasión rusa. “Putin está haciendo cosas alocadas”, expresa Dezcallar, aunque no cree que la nuevaestrategia de Rusia sea el poder nuclear: “Eso significaría ir hacia un “Holocausto nuclear”.
El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia cree que “Putin tiene razones pero no tiene razón”, ya que la OTAN le dio garantías a Rusia de no acercarse a sus fronteras, por lo que entiende que los rusos se sienten acosados. “Pero no tiene razón en lo que ha hecho, lo que haría falta sería una conferencia que revisara la estructura de seguridad en Europa, basada en otras reglas compartidas pero ahora es imposible, cuando uno es tan bruto como para invadir al país vecino”, asegura.
Dezcallar cree que Putin ha cometido un “gravísimo error”, con el que ha resucitado a la OTAN, ha restaurado la relación transatlántica y ha colocado a China a una posición incómoda. “Se ha equivocado y, aunque a corto plazo pueda tener una victoria, a medio y largo plazo va a pagar muy caro lo que está haciendo”. Además, subraya que Putin se esperaba “una victoria más rápida” y que no hay duda de que se está sorprendiendo por la respuesta coordinada que está recibiendo desde Occidente, con envíos de armas y ayuda humanitaria a Ucrania. “Estamos en nueva guerra fría, mejor dicho, con Rusia yo diría que es una guerra caliente”, expresa, algo que cree que dejará al mundo en un nuevo paradigma político “más incierto, inseguro y más incómodo para todos”.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha asegurado este jueves a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que su ofensiva sobre Ucrania va "según lo previsto" y se va a recrudecer a menos que ese país acepte sus condiciones, entre ellas su desmilitarización, indicaron fuentes del Elíseo. El líder ruso ha avanzado que su objetivo es lograr el control de toda Ucrania.
FOTO: Vladímir Putin, en una imagen de hace unos días. EFE/EPA/ALEKSEY NIKOLSKYI/SPUTNIK/KREMLIN / POOL
En el noveno día de ofensiva, los ataques de las fuerzas rusas han provocado un incendio en el centro de formación de la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, Ucrania. Los bombardeos a la planta más grande de Europa, y la tercera del mundo, han disparado las alarmas sobre una posible catástrofe al declararse una amenaza para la primera unidad. El fuego ha sido apagado, el inmueble siniestrado se encuentra fuera de la central y los niveles de radiación no se han visto alterados. Informa desde allí Óscar Mijallo en el Telediario Matinal de TVE.
Foto: Un momento del incendio que los ataques de las fuerzas rusas han provocado en la central nuclear de Zaporiyia. Reuters/ Zaporizhzhya NPP
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado durante una hora y media por teléfono con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Según fuentes del Elíseo, Putin le ha dicho a Macron que los planes rusos avanzan según lo previsto y que va a llevar sus operaciones hasta al final, que va a "desnazificar" Ucrania. Según el Elíseo, Putin dice que Rusia no está atacando a civiles, que son los ucranianos los que les usan como escudos humanos. Por su parte, Macron le habría contestado a Putin que no hay ningún régimen nazi en Ucrania y que está cometiendo un grave error que Rusia va a pagar muy caro. La conversación, a instancias de Putin, habría dejado al presidente francés más persimista, convencido de que nos dirigimos al peor escenairo posible: que Rusia pretende tomar el control total de Ucrania. Fuentes del Eliseo dicen que, tras esa conversación el temor es que "lo peor está por llegar".