El Gobierno español ya ha documentado a 4.500 refugiados. El ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, asegura que ya hay en España 12.000 desplazados por el conflicto en Ucrania según datos de las redes de acogida y ONG. Escrivá se ha comprometido a acoger a los refugiados llegados a Moldavia, un país fronterizo con Ucrania que ha sido destino de huida de muchos civiles. De momento no habrá reparto de cupos en Europa porque los países fronterizos no lo han solicitado, excepto Moldavia. El ministro ha avanzado que el plan de acogimiento familiar que anunció el martes, comenzará como proyecto piloto en Madrid, Barcelona, Murcia y Málaga.
Los servicios de emergencia ucranianos han estado trabajando durante todo el día en los escombros del teatro derribado por los rusos en Mariúpol donde se han salvado cientos de personas. Afortunadamente, el ataque a este emplazamiento convertido en refugio desde que comenzó la guerra, no ha dejado ninguna víctima mortal. Las autoridades aseguran que más de 350.000 personas siguen refugiadas en la localidad, que sigue asediada por las tropas rusas. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha tenido que abandonar la ciudad por la falta de capacidad operativa.
Por otro lado, Kiev ha vuelto a ser objeto de de los bombardeos rusos, los restos de un misil han impactado contra un edificio residencial de 16 plantas donde ha muerto una persona.
Informan María Eulate y Luis Montero, enviados especiales de RNE
Mariúpol es una de las ciudades más afectadas, donde la destrucción de un teatro con cientos de refugiados ha provocado un cruce de acusaciones entre Kiev y Moscú. Las autoridades ucranianas desconocen el número de víctimas bajo los escombros y denuncian otros dos ataques contra civiles. El presidente Volodímir Zelenski ha asegurado ante el Parlamento alemán que "Moscú está construyendo un nuevo muro".
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ya es conocido internacionalmente. Sus comparecencias son diarias desde que empezó el conflicto y es muy activo en redes sociales. Contrasta con el presidente ruso Vladímir Putin, que tiene mucha menos presencia pública. Desde el 24 de febrero, los únicos lugares por lo que le hemos visto son despachos y salas. Sus formas y su tono para comunicar también los distancian.
Se cumplen tres semanas del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. En la madrugada del 24 de febrero, el presidente Vladímir Putin comunicaba el inicio de la ofensiva. Los bombardeos no tardarían en caer sobre ciudades como Mariúpol, Járkov, Chugev o Kramatorsk. Las tropas comenzaron su avance hacia la capital, Kiev, donde las sirenas antiaéreas suenan cada noche.
Refugios improvisados y huidas caóticas, grandes destrozos en objetivos militares y civiles, tímidas negociaciones y respuestas de Occidente ante Putin. Desde RTVE Noticias te resumimos en imágenes, los últimos siete días de guerra, que ya ha dejado miles de civiles muertos y más de tres millones de refugiados.
En Las Mañanas de RNE hablamos con Yehot Tsetsulnikov, periodista de la radio pública ucraniana sobre cómo es su trabajo durante la guerra. Tsetsulnikov ha explicado que la radio pública ha trasladado a parte de la plantilla a Leópolis por seguridad y solo se han quedado en Kiev las voces más conocidas. Muchos trabajan desde casa.
Las tropas rusas siguen atacando objetivos civiles. Un teatro de la asediada ciudad de Mariúpol, al sur del país, ha sido atacado por Rusia. Un lugar que, según Kiev, ha servido de refugio para un millar de personas durante estos días. Los servicios de emergencia aun no han podido acceder a la zona debido a los combates. En chernigov, diez personas han fallecido al ser alcanzadas por las bombas rusas mientras hacían cola para comprar el pan.
Informan los enviados especiales de RNE, María Eulate y Luis Montero.
Tres semanas desde que se empezó la invasión de Ucrania. En la morgue de Mykolaiv yacen cuerpos, incluso en el patio, en bolsas negras de plástico. Dos grandes habitaciones contienendecenas de cadáveres aún sin identificar tanto de militares como de civiles e incluso niños. Decenas de familias acuden cada mañana a esta morgue para preguntar o identificar a sus seres queridos. Mykolaivse ha convertido en un escudo de Odesa, en un punto de contención ante el avance de la invasión rusa por el sur tras hacerse con el control de Járkov. El precio que está pagando la población local es muy alto porque asisten en los últimos días a una lluvia de cohetes y proyectiles incesante que está provocando mucha destrucción.
Crónica de Ebbaba Hameida, enviada especial de RTVE a Odesa
Ucrania es la frontera entre la OTAN y Rusia. La promesa de entrada a Kiev en la OTAN, en 2008, irritó a Moscú que entiende Ucrania como un país vital para su seguridad. Ahora Kiev y Moscú hablan de avances en la negociación. Un pacto para frenar la invasión puede pasar porque Ucrania se comprometa a ser un país neutral. Es decir, renunciar a la OTAN. Un modelo, dice Moscú, como el de Austria o Suecia, con ejército propio. Kiev quiere garantías internacionales de seguridad que puedan defenderle en el futuro.
Las delegaciones deUcrania y Rusia estarían trabajando desde el lunes en un borrador de acuerdo compuesto por quince puntos, entre los que destaca que Kiev adoptaría una posición de neutralidad: renunciaría a unirse a la OTAN y a albergar bases militares extranjeras y armamento extranjero en su territorio. A cambio, Ucrania exige que se le garantice la protección de varios países extranjeros, como Estados Unidos, Reino Unidos y Turquía, países que se comprometieran por escrito a intervenir en caso de agresión, algo que a esta altura no está claro que acepte ni Rusia ni tampoco los países mencionados, según apunta el diario Financial Times donde se ha esbozado este borrador. Este documento también implicaría que Ucrania mantuviera a su Ejército, y la salida de las tropas rusas de todo el territorio ucraniano invadido desde el 24 de febrero.
El responsable de la delegación que negocia con Rusia, Mykhailo Podoliyak, asegura en las redes sociales que el borrador muestra la posición de Moscú, "nada más". Kiev únicamente confirma que pide un alto al fuego, la retirada de las tropas rusas y las garantías de seguridad de una serie de países.
El portavoz del Kremlín también ha reaccionado: "Es demasiado pronto para hablar de posibles acuerdos entre Moscú y Kiev" ha asegurado Dmitri Peskov a agencias de noticias rusas.
Tres semanas de combates ha generado un flujo de refugiados hacia países vecinos que no tiene precedentes en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Ya son más de tres millones los que han cruzado las fronteras, la inmensa mayoría mujeres y niños. Muchos no tienen un destino claro.