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En el puente que separa Alemania de Polonia, a la altura de Francfort del Óder y Slubice, encontramos un cartel que dice "Sin fronteras". A solo unos metros, un control policial nos recuerda que ahora los tiempos son otros. Alemania ha recuperado las barreras, incluso con países de la Unión Europea. La policía para de forma aleatoria, dicen que el criterio no es racial. "Hacemos una evaluación basada en nuestra propia experiencia y en los perfiles que encajan con la situación que tenemos", afirma el agente al ser preguntado sobre cómo se puede obviar si lo que buscan es, por ejemplo, evitar amenazas terroristas.

Foto: John MACDOUGALL / AFP

Desde este lunes Alemania intensifica los controles en sus fronteras terrestres. Según el Gobierno, se trata de combatir la inmigración irregular y el terrorismo islamista, pero hay quien ve en esta medida un intento de frenar la subida de la ultraderecha en las encuestas. Los controles serán aleatorios, móviles y temporales: se extenderán durante seis meses, en los que la policía puede pedir la documentación a cualquiera que desee entrar en el país.

Foto: EFE/EPA/TERESA SUAREZ

Alemania establece este lunes controles en todas sus fronteras para intentar frenar la inmigración irregular y mejorar la seguridad. Supone un golpe a uno de los pilares de la Unión europea: la libre circulación de personas. Es una decisión que ha levantado críticas de los países vecinos.

Foto: Control fronterizo entre Alemania y Francia en la localidad germana de Kehl (AP Photo/Michael Probst)

La libre circulación de personas UE es la esencia del acuerdo Schengen, que solo admite controles fronterizos por un tiempo limitado y como último recurso, ante una amenaza grave para la seguridad. La decisión de supervisar todas las fronteras terrestres llega tras varios ataques de motivación islamista cometidos por extranjeros en situación irregular. La presión social y política desborda al canciller Scholz, mientras que los democristianos de la CDU tratan de endurecer las leyes ante la presión de la ultraderecha. En menos de dos semanas hay elecciones en Brandemburgo, y la formación ultranacionalista AfD, que viene de firmar resultados históricos en Turingia y en Sajonia, vuelve a liderar todas las encuestas. 

La ministra de Interior de Alemania ha anunciado la introducción temporal de controles en todas sus fronteras terrestres a partir del próximo 16 de septiembre con el objetivo de "reducir la migración por vía irregular y mejorar la seguridad interior".

Es un paso más en la política migratoria del Gobierno que se ve presionado por el resto de las fuerzas políticas, especialmente por los democristianos de la CDU y los ultraderechistas de Alternativa para Alemania.

Volkswagen considera necesario hacer "ajustes estructurales" en Alemania para hacer frente a la baja demanda y a la necesidad de recortar gastos fijos. Por eso, la compañía tiene previsto cancelar el acuerdo de larga duración que tiene con sus empleados hasta 2029 —vigente desde 1994—, ya que no descarta cerrar algunas de sus plantas en el país y recortar plantilla, según la prensa alemana.

Foto: Yann Schreiber / AFP

Caras largas hoy de los líderes nacionales de la AfD. Contrastaban con la alegría anoche por una victoria sin precedentes en la República Federal Alemana. El motivo, el cortafuegos que les va a impedir gobernar. "El cordón sanitario es antidemocrático", se ha quejado Alice Weidel, la copresidenta del partido. "Los electores nos han dado el mandato de formar un Gobierno".

Para que Bjorn Hoecke, 32% de los votos, no sea primer ministro de Turingia, las negociaciones van a ser duras. Los democristianos de la CDU, segundos con el 23%, tendrán que entenderse con todos los demás, incluida la izquierda populista que lidera Sarah Wagenknecht. Se escindió de La izquierda hace solo nueve meses y ahora es la llave en dos parlamentos. También en Sajonia, donde la CDU gana ajustadísimo (31%), seguido de la AfD a solo un punto. 

Muchos miran al Gobierno de Scholz porque los tres partidos de la coalición son los grandes perdedores. El canciller cree que el resultado debilita la economía y divide a la sociedad. En la prensa alemana el canciller es el señalado. El año que viene hay elecciones y cada vez más voces piden que se retire. 

FOTO: Daniel Vogl/dpa via AP

La ultraderecha ha ganado las elecciones en un estado alemán por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. La formación Alternativa para Alemania ha sido la fuerza más votada en Turingia y se ha quedado a un paso de la victoria en Sajonia. Los análisis demoscópicos revelan que el apoyo a la ultraderecha ya no se produce como castigo a otras formaciones, sino por convicción. Nuestra corresponsal en Berlín, Beatriz Domínguez, analiza las causas que están detrás del auge de AfD. Muchas de ellas hunden sus raíces en la unificación alemana de la década de los 90.

La ultraderecha ha ganado en las elecciones regionales alemanas siendo la primera fuerza elegida en Turingia y la segunda en Sajonia, de mano del partido de la AfD (Alternativa para Alemania).

La analista Ruth Ferrero, del Instituto Complutense de Estudios Internacionales dice que se darán, a raíz de estos resultados, 'coaliciones anti-naturales' para evitar que esta fuerza de la extrema derecha llegue al gobierno.

Sin embargo, el mantenimiento de este cordón sanitario, explica la experta, va a ser complicado, ya que en Turingia la AfD tiene más del 30% de los escaños. Esto hace a la AfD, explica Ferrero, "determinante para que no haya bloqueos institucionales".