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Una cámara de seguridad capta el momento en que un avión secuestrado por terroristas se estrella contra el edificio del Pentágono, en Washington, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el 11 de septiembre de 2001.

En la imagen, un helicóptero de rescate supervisa los daños en el Pentágono mientras los bomberos apagan el incendio provocado por el atentado. Foto (Reuters/Larry Downing).

Tras el colapso de las Torres Gemelas, miles de personas huyen de las inmediaciones del World Trade Center, en el sur de la isla de Manhattan. Bomberos, policías y otros cuerpos de seguridad ayudan a ciudadanos confusos y desesperados a abandonar la zona en el inicio de un rescate contrarreloj.

En la imagen, miembros del equipo de rescate trasladan al capellán de los bomberos de Nueva York, el reverendo Mychal Judge, de los restos del World Trade Center. El capellán murió aplastado por la caída de escombros mientras asistía a un hombre. Foto: Reuters/Shannon Stapleton

Momento en el que se derrumba la Torre Norte, la segunda de las Torres Gemelas de Nueva York, tras haberse estrellado un avión en los atentados terroristas del 11-S, y después del colapso de la otra torre del World Trade Center. En la imagen, vista aérea de Nueva York tras el derrumbe de las dos Torres (Foto: Departamento de Policía de Nueva York).

Un avión se estrella a 790 kilómetros por hora contra la Torre Norte del World Trade Center, emblemático centro financiero de Nueva York donde trabajan alrededor de 50.000 personas, entre los pisos 93 y 99. Se trata del vuelo 11 de American Airlines, que había sido secuestrado por terroristas islámicos. En la imagen, las Torres Gemelas arden entre humo y fuego.(Foto: EPA PHOTO DPA/HUBERT MICHAEL BOESL)

Osama Bin Laden, el considerado cerebro de los atentados del 11-S, fue durante años el terrorista más buscado del mundo. Este sábado se cumple una década de la operación del ejército de EEUU que acabó con su vida en Pakistan. Nuestra corresponsal en Oriente Próximo, Cristina Sánchez, nos recuerda en este reportaje su trayectoria y cómo se convirtió en una amenaza para Estados Unidos y gran parte del mundo.

El presidente estadounidense Joe Biden ha anunciado la retirada de tropas en Afganistán el próximo 11 de septiembre. Una decisión que llega dos décadas después después de los atentados contra las Torres Gemelas en los que murieron casi tres mil personas y que llevó a Estados Unidos al despliegue militar en Afganistán para localizar a Osama Bin Laden, responsable de aquellos hechos, y luchar contra las fuerzas talibanes. La OTAN, con 7 mil efectivos en la zona, ya plantea seguir la misma senda.

Un aniversario solemne, pero marcado por las medidas de prevención contra el coronavirus: asistencia limitada, mascarilla obligatoria y distancia de seguridad. El vicepresidente Mike Pence y el candidato demócrata Joe Biden han acudido al evento conmemorativo en Nueva York, la ciudad más impactada por el atentado yihadista. Por su parte, Trump ha acudido a la Pennsylvania rural, donde se estrelló el avión que pretendía atentar contra el Capitolio. Informa el corresponsal de Radio Nacional en Estados Unidos Fran Sevilla.

El ataque terrorista a las Torres Gemelas el 11-S con aviones secuestrados que transportaban pasajeros hizo que la seguridad aerea tomara dos caminos: safety y segurity. También nacieron nuevas precauciones y se acuñaron nuevos términos. Seguro que recuerdan lo que hacían un 11 de septiembre de 2001 cuando ocurrió el atentado a los  dos edificios más altos de Manhattan y al Pentágono. ¿Cómo ha cambiado el modo de entender el mundo y la seguridad aerea desde entonces?

Han pasado 18 años desde que Estados Unidos decidiera invadir Afganistán. George W. Bush aseguraba que los talibanes tenían los días contados. Les acusaba de albergar a Osama Bin Laden y a líderes de Al Qaeda vinculados con el 11S. Pero casi dos décadas después la guerra continúa. Los talibanes perdieron el poder pero controlan el 46% del territorio y siguen sembrando el terror a diario.

Hay 13.000 enfermos de cáncer, según el programa de salud del World Trade Center. Nadie predijo las secuelas de inhalar las toxinas que durante meses permanecieron en el bajo Manhattan al desplomarse las torres gemelas. Al principio las autoridades dijeron incluso que el aire era seguro.
Cada vez son más los que entran en el programa de vigilancia médica. Este es el primer aniversario en el que pueden acudir a un memorial dedicado a los que continuan muriendo 18 años después.