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Pero la revuelta ha entrado en su tercera semana con el avance rebelde aparentemente estancado y eso está forzando a la diplomacia a buscar soluciones para evitar más derramamiento de sangre. El debate se centra, sobre todo, en la creación de una zona de exclusión aérea, una medida excepcional que se ha aplicado en Iraq y en los Balcanes.

En el este, el importante enclave petrolífero de Ras Lanouf, es la zona más castigada que a pesar de los bombardeos sigue en poder de los rebeldes. También hay combates en el oeste en la ciudad de Zaduiya a pocos kilómetros de la capital ,Trípoli. En contra de lo que aseguraban algunos medios árabes, se ha desmentido que se hayan producido contactos entre los rebeledes y Gadafi para negociar una salida. Mientras, en la fromtera de Túnez la situación sigue siendo desesperada para muchos trabajadores extranjeros que después de huir de la violencia en Libia no tienen a donde ir.

En Libia, la contraofensiva en el este ha frenado el avance de los rebeldes. La aviación del líder Muamar el Gadafi es la principal amenaza para las posiciones de los opositores que tienen que defender sus bastiones de Misrata y Zauiya. Muchos libios están huyendo de la zona de Ras Lanuf por los bombardeos esporádicos de las tropas del régimen. Crece el temor de desabastecimiento de combustible, tras una semana con las refinerías cerradas (08/03/2011).

La ONU alerta de que el número de personas que huyen de la violencia en Libia asciende a 400.000 aunque eleva hasta un millón el número de afectados en el interior y exterior del país.

Son unas 200.000 hasta el momento, según la ONU, que prevé que, en total, un millón de personas, dentro y fuera del país, necesitará ayuda. Para cubrir sus necesidades durante tres meses, ACNUR ha pedido 160 millones de dólares. Los más vulnerables son los que proceden de países en conflicto o demasiado pobres como para poder repatriarles.

A la misión de la Unión Europea que acaba de comenzar a trabajar en Trípoli, podría sumarse en las próximas horas la del recién nombrado Enviado Especial de la ONU para Libia, el ex ministro de exteriores jordano, Abdelilah al Jatib. Gadafi ha retado a la ONU a que compruebe sobre el terreno el número de víctimas del conflicto, menos elevado, según él, de lo que se ha dicho hasta ahora.

Y ha conseguido frenar el avance rebelde hacia Trípoli. Después de varios días de duros combates han recuperado el control de la población de Bin Jawad, la puerta hacia el Este.