Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

El presidente egipcio, Mohamed Morsi, ha reunido de urgencia a su gobierno, con el primer ministro Hisham Qandil al frente, y salvo los ministros de Defensa e Interior, según han afirmado Efe fuentes gubernamentales.

La reunión se produce mientras miles de manifestantes congregados en diferentes puntos de El Cairo preparan este martes una nueva jornada de manifestaciones masivas contra Morsi, y sus partidarios han llamado también a salir a la calle. El lunes, el Ejército dio un ultimátum de 48 horas a las fuerzas políticas para poner calma, antes de que los militares hicieran pública una "hoja de ruta".

A la presión opositora se ha sumado un varapalo judicial al Gobierno. La máxima corte de apelaciones del país ha confirmado una sentencia de una corte inferior que ordena la destitución del fiscal general, Talaat Abdallah, nombrado por el presidente, y el retorno del anterior, Abdel Meguid Mahmoud. La oposición había criticado el nombramiento de Abdallah, al que consideraban poco independiente y cercano al islamismo.

El presidente egipcio, Mohamed Morsi, ha anunciado este lunes que su gobierno seguirá adelante con su plan para lograr la reconciliación nacional y que el comunicado en que el Ejército lanzó un ultimátum de 48 horas a las fuerzas políticas para resolver la crisis política en el país "puede causar confusión".

"Egipto, junto a todas sus fuerzas, no permitirá retroceder", señaló el comunicado presidencial respondiendo a la advertencia del ejército, interpretada por algunos como una amenaza de golpe de Estado.

Tras la dimisión de cinco de sus ministros el presidente Morsi está cada vez más acorralado. Ultimátum de la calle, petición del principal partido salafista de Egipto, de elecciones anticipadas, y advertencia del ejército.

En un comunicado los militares han dado 48 horas a los políticos para cumplir las demandas del pueblo. Si no, ellos impondrán una hoja de ruta para el futuro del país aunque niegan que se hayan planteado un golpe de estado.

El ejército estadounidense, que proporciona unos 1300 millones dólares al año para Egipto en ayuda militar, ha hablado con el ejército egipcio sin que haya trascendido la conversacion.

El presidente egipcio, Mohamed Morsi, se encuentra bajo una intensa presión para llegar a algún tipo de acuerdo con la oposición que calme los ánimos de la calle, después de cuatro días de protestas que han dejado al menos 16 muertos.

Este lunes, el Ejército, que dirigió el país entre la caída de Hosni Mubarak y las elecciones que encumbraron a los islamistas, ha dado 48 horas a los dirigentes políticos para buscar una solución antes de ofrecer "su propia hoja de ruta para el futuro".

La presión militar se suma al ultimátum que los grupos de la oposición laica habían dado a Morsi, al que exigen que dimita si no quiere una campaña de desobediencia civil en contra.

El presidente egipcio, Mohamed Morsi, se encuentra bajo una intensa presión para llegar a algún tipo de acuerdo con la oposición que calme los ánimos de la calle, después de cuatro días de protestas que han dejado al menos 16 muertos.

Este lunes, el Ejército, que dirigió el país entre la caída de Hosni Mubarak y las elecciones que encumbraron a los islamistas, ha dado 48 horas a los dirigentes políticos para buscar una solución antes de ofreder "su propia hoja de ruta para el futuro".

La presión militar se suma al ultimátum que los grupos de la oposición laica habían dado a Morsi, al que exigen que dimita si no quiere una campaña de desobediencia civil en contra.

En un comunicado leído en la televisión estatal, el jefe del Estado Mayor, general Abdel Fattah al-Sisim, ha calificado la protesta de expresión popular "sin precedentes" y ha pedido que las peticiones de los manifestantes sean satisfechas.

La virulencia de las protestas ha provocado ya la dimisión de cuatro ministros del gobierno de Mursi. El partido de los Hermanos Musulmanes ha anunciado que podría responder a los ataques contra sus sedes con unidades de autodefensa.

Masas ingentes de personas se echaron a las calles de todo Egipto para tratar de resolver en ellas la aguda crisis política que sufre el país, dividido entre seguidores del presidente Mohamed Mursi y sus detractores. Los pocos transeúntes y vehículos que circulaban en El Cairo se dirigían a alguna de las tres grandes concentraciones en la capital a favor y en contra de Mursi, que congregaron a un número de gente sin apenas parangón desde la revolución que desbancó del poder a Hosni Mubarak, en febrero de 2011. El Frente opositor de Salvación Nacional (FSN), pidió que sigan las manifestaciones hasta que renuncie Mursi.

La mayor iglesia católica de Sudáfrica está en Soweto y se ganó el apodo de iglesia del pueblo porque fue refugio para los activistas en los tiempos del apartheid y la dura represión.

Decenas de miles de personas han tomado pacíficamente el centro de El Cairo para pedir la dimisión del presidente egipcio, al que acusan de seguir los dictados de los islamistas y de no atajar los problemas económicos y de seguridad del país. La ciudad está tomada por los manifestantes anti y pro-Morsi y por la policía que vigila las marchas desde tierra y desde el aire.

En su toma de posesión hace un año, Mohamed Morsi dijo que sería el presidente de todos los egipcios y construiría un nuevo Egipto de libertad democracia y estabilidad pero sus pasos parecen alejarle cada día más de su promesa.