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La coalición entre los socialdemócratas y losVerdes alemanes ha propuesto crear un impuesto sobre las grandes fortunas. En plena precampaña ya de las elecciones que se celebran dentro de 13 meses, el SPD y sus socios ecologistas proponen gravar a los millonarios que ganen más de dos millones de euros al año, con lo que calculan recaudar unos 11.500 milllones anuales. Además, este jueves se ha sabido que el länder de Renania Westfalia ha comprado una nueva lista de datos confidenciales sobre evasores fiscales que mantienen cuentas secretas en bancos suizos.

En Alemania, el caso de la remera olímpica que tuvo que abandonar los juegos porque se hizo pública su relación con un neonazi, ha cobrado una dimensión política. Nady Drygalla niega tener vínculos con la ultraderecha, pero hay quien pide establecer reglas claras para los deportistas que vayan a los Juegos.

A Europa le hace falta liderazgo y fuerza para tomar decisiones muy concretas. Es la opinión del excanciller socialdemócrata Helmut Schmidt entrevistado este martes en la ARD. Schmidt recuerda que desde que estalló la crisis en 2008 se ha hablado en numerosas ocasiones de regularizar los mercados, pero que aún no se ha hecho nada en concreto. Los paquetes de rescate aprobados hasta ahora se han mostrado "insuficientes" y que ya no se puede hablar solo de una crisis de deuda o de una crisis del euro, si no de una crisis total del concepto Europa, algo que no sería tan trágico "si hubiera alguien en el continente con una visión global".

Historias que encontraron en los Juegos Olímpicos el mejor argumento para una película. No son muchas pero algunas tienen su hueco en este podio de treinta y cinco milímetros. Desde el estadio olímpico de Berlín, la Alemania Nazi enseñaba al mundo su poder. Era la primera vez que las olimpiadas se convertían en protagonistas de película. Los juegos de 1936 se quedaban en un segundo plano frente al mensaje político. La responsable de esta proeza visual, Leni Riefenstahl.

En Alemania, la oposición presiona a la canciller Merkel; por primera vez los socialdemócratas apuestan por una responsabilidad conjunta sobre la deuda de los países del euro. Un ingrediente más para la polémica después de que el primer ministro italiano Monti dijera que la desconfianza alemana puede ser el germen de la disolución de Europa.

El líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Sigmar Gabriel, considera que la política que ha llevado Angela Merkel para combatir la crisis es equivocada y que la delegación de poderes nacionales a Bruselas exige una consulta popular para que los ciudadanos decidan si están de acuerdo o no con que sus gobiernos tengan cada vez menos capacidad de maniobra. También ha realizado una serie de propuestas para salvar al euro como hacer comunes todas las deudas, extremar los controles en los presupuestos nacionales y poner en marcha la unión fiscal.

El primer ministro de Italia, Mario Monti, ha reclamado más "margen de maniobra" y "apoyo moral" por parte de Alemania y otros socios comunitarios para que los países afectados por la crisis que aplican ajustes y reformas puedan tener éxito.

En una entrevista avanzada este domingo por el semanario político alemán Der Spiegel, el primer ministro italiano advierte de los riesgos de la inflexibilidad en esta crisis. "Si Alemania y otros países están interesados en que la actual política en Italia tenga futuro", entonces deben dar "apoyo moral, no financiero" a Roma, ha asegurado Monti.

Italia, como España, sigue pendiente de que la Eurozona actúe para frenar la crisis de deuda. Mario Monti ha reclamado "más flexibilidad y apoyo moral" a Alemania, que sigue rechazando que el Banco Central Europeo compre bonos de los países en riesgo.

Ante la esperada reunión de mañana del Banco Central Europeo, Alemania e Italia intensifican contactos y declaraciones. Desde Berlín subrayan que el BCE no está para comprar deuda española e italiana. Mario Monti no se rinde y busca apoyo y comprensión hasta en los países más reticentes de la eurozona a ese tipo de ayudas.

El ministro alemán de Finanzas ha descartado la compra de deuda española por parte del Banco Central. Una posibilidad que se había apuntado esta misma semana después de que el presidente de la máxima autoridad bancaria europea dijera que iba a hacer todo lo necesario para salvar al euro.